Casas y Rusi?ol no estaban solos

A finales del siglo XIX la ciudad de Par¨ªs marcaba a todos los artistas que la visitaban: Todo el que quer¨ªa estar al d¨ªa de las ¨²ltimas tendencias del arte ten¨ªa que viajar a la ciudad de las luces. En Barcelona, hasta que Ramon Casas y Santiago Rusi?ol no mostraron en la Sala Par¨¦s las obras que hab¨ªan pintado en Par¨ªs alrededor de 1890, no se produjo el alejamiento de la pintura realista tradicional, que por entonces se realizaba en Catalu?a, y se dio paso al Modernismo. Su peso social ¡ªentre otras cosas por ser miembros de la alta burgues¨ªa¡ª pronto se dej¨® notar y la nueva tendencia fue seguida por otros autores.

Enciclopedia Catalana ha encargado a Francesc Fontbona, uno de los mayores especialistas en pintura modernista catalana, la realizaci¨®n del enorme volumen Pintura catalana. El Modernisme en la que ha recopilado 200 obras creadas en 25 a?os (entre 1885 y 1910) por 70 artistas diferentes, algunos rescatados del olvido, o poco valorados hasta ahora, como Marina con figuras de F¨¦lix Mestres que pint¨® en 1895 y que pertenece a una colecci¨®n privada, Muerte con capa negra, de ?ngel Femen¨ªa (1898), La justicia y la ley de Joan Llimona, pintada en 1908 para el Palau de Justicia de Barcelona y Danza Espa?ola de Hermen Anglada Camarasa (1901) que se conserva en el m¨ªtico Hermitage de Sant Petersburgo, que pasan a formar parte de este aut¨¦ntico canon de la pintura modernista catalana, siempre en segundo plano tras las realizaciones arquitect¨®nicas del momento. ¡°Se ha seguido un orden cronol¨®gico, desde los primeros autores, como Aleix Clap¨¦s, Joan Roig i Soler y Alexandre de Riquer, siguiendo por los del pleno modernismo como Ramon Casas, Santiago Rusi?ol, Sebasti¨¤ Junyent o Joan Brull, para acabar con los postmodernistas como Isidre Nonell, Joaquim Mir, Anglada Camarasa o incluso los j¨®venes Carles Casagemas y Pablo Picasso¡±, explica Fontbona mientras hojea el pesado volumen (de unos seis kilogramos) del que se han editado 3.000 ejemplares a 595 euros. Fontbona ha escrito algunas de las fichas, pero ha encargado otras a unos cuarenta expertos en cada uno de los autores.

Pese al n¨²mero de pintores referenciados, Fontbona mantiene que los 70 artistas no son muchos. ¡°Son los artistas normales de una sociedad occidental, que quiz¨¢ no tienen el reconocimiento que se deben¡±. No es el caso de Anglada Camarasa que fue uno de los m¨¢s reconocidos internacionalmente. ¡°La obra de arte que ha conseguido un precio m¨¢s alto en subasta en Espa?a es suya. Fue en 2006, se vendi¨® en Christie¡¯s Madrid y se pag¨® por ella casi tres millones de euros¡±, explica el historiador del arte. ¡°En Catalu?a hay angladas, sobre todo en el MNAC, pero son dep¨®sito en su mayor¨ªa de la Diputaci¨®n de Barcelona¡± remarca el experto.

En el nuevo volumen, como no pod¨ªa ser de otra forma, se reproducen iconos del modernismo pict¨®rico como Garrote vil, Ramon Casas y Pere Romeu en un t¨¢ndem, Corpus, La carga o Barcelona 1902, Plein air y Embarque de tropas, de Ramon Casas, un autor inmerso en plena celebraci¨®n del 150 aniversario de su nacimiento; La morfina y El surtidor del fauno, de Santiago Rusi?ol y obras de Picasso como Azoteas de Barcelona, Interior dels Quatre Gats o La muerte de Casagemas. La ¨²nica pintora representada es Llu?sa Vidal (con cuatro de sus obras), una autora que vivir¨¢ una gran revalorizaci¨®n pr¨®ximamente tras dedicarle el MNAC una de las exposiciones de esta temporada. ¡°Todos los artistas son muy buenos y se han escogido grandes obras¡±, remarca el experto que deja claro que en una antolog¨ªa como esta no tiene cabida obras de autor¨ªa dudosa. ¡°Aunque no me he limitado a las obras de los museos, sino que he buscado obras de coleccionistas privados¡±. ?

Iniciativas privadas

En cuanto a la celebraci¨®n del a?o Casas que ha arrancado con una exposici¨®n en el Museo del Modernismo de la calle Balmes, Fontbona resalta: "Que haya exposiciones en museos p¨²blicos est¨¢ bien, pero, ahora mismo, hay, al menos tres, de primer nivel en centros privados como la de Ramon Casas del Museo del Modernismo, la de Josep Clar¨¤ en el MEAM y la de F¨¦lix Mestres en Sant Cugat; algo que es un s¨ªntoma de que en ciertas cosas hemos cambiado a mejor. Bienvenidas sean todas las iniciativas, porque queda mucho trabajo por hacer. Muchos de estos artistas ya tienen su bibliograf¨ªa, cosa que hace unos 15 a?os no¡±.