La Constituci¨®n es un libro
La Carta Magna se puede reformar, cosa que un libro publicado por un determinado autor que no nos guste no se puede hacer
La escritora y columnista catalana Empar Moliner hizo el lunes algo antes las c¨¢maras de la televisi¨®n p¨²blica catalana que un servidor nunca hab¨ªa visto. Quem¨® un libro. Me parece que no atin¨® a reparar lo qu¨¦ quemaba. Supo, eso s¨ª, que lo que reduc¨ªa a cenizas era la Constituci¨®n espa?ola. Pero no la consider¨® un libro. Tal vez si hubiera reparado en ese hecho, se lo hubiera pensado dos veces (o las que fueran, si dos no le bastaban). Y hubiera ca¨ªdo en la cuenta que quemar un libro (aunque fuera uno que a ella no le agrada) resulta bastante parad¨®jico, teniendo en cuenta que ella escribe libros (adem¨¢s tambi¨¦n de quemarlos).
La Constituci¨®n espa?ola tiene cosas que a m¨ª tampoco me agradan. Como suele pasar con muchos libros. Pero la Constituci¨®n se puede reformar, cosa que un libro publicado por un determinado autor que no nos guste no se puede hacer. Yo hace unos a?os le¨ª un libro de cuentos de Empar Moliner y en general me gust¨® bastante poco. Por no decir que no me gust¨® nada. Escrib¨ª sobre ¨¦l y argument¨¦ las razones de mi absoluto desacuerdo. Pero no se me ocurri¨® quemarlo. Tengo por norma no quemar libros. Ni siquiera los que no me gustan de la se?ora Moliner. Ese libro que no me gust¨® de la escritora catalana, est¨¢ ah¨ª, con sus defectos. Y tal vez el mayor defecto que tenga es que no se pueda reformar. Cosa que s¨ª se puede hacer con la Constituci¨®n. Que la necesita y en profundidad y con la m¨¢xima premura posible.
A m¨ª no me gust¨® nada cuando el se?or Alfonso Guerra dijo, con su acostumbrado mal gusto, que se le hab¨ªa pasado al Estatuto de Catalu?a del 2006 un buen cepillado. Un estatuto aprobado por el Parlamento catal¨¢n y ratificado en las Cortes espa?olas. Si lo de Guerra fue en su momento un acto gratuito de chuler¨ªa marca de la casa, la quema p¨²blica de la Constituci¨®n espa?ola, me parece lisa y llanamente una falta de respeto. Y de una carencia absoluta de inteligencia c¨ªvica.
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