El alquiler en tiempos de emergencia social
"Se imponen medidas de car¨¢cter supralocal contra pobreza habitacional"
En Barcelona, los datos muestran aumentos de las rentas de alquiler, que en algunos barrios alcanzan ya los alt¨ªsimos niveles previos al pinchazo inmobiliario a pesar de la ca¨ªda del empleo y los salarios. El Ayuntamiento, dentro del plan de emergencia social, ha iniciado el despliegue de medidas para hacer frente a esta nueva burbuja: mediaci¨®n para evitar desahucios; incremento de las ayudas al pago del alquiler; compra de pisos procedentes de ejecuciones y daciones en pago; encargo de 2.000 viviendas de alquiler al Patronato Municipal de la Vivienda; acuerdo con las entidades sociales para conseguir cerca de 300 viviendas y ponerlas en alquiler social; obtenci¨®n de m¨¢s de 400 pisos de las entidades bancarias; y ayudas a la rehabilitaci¨®n de vivienda vac¨ªa que se destine a alquiler asequible.
Estas iniciativas son insuficientes ante un parque de 680.000 viviendas en que apenas 10.000 se ofrecen en r¨¦gimen de alquiler social. Se imponen pues otras medidas de car¨¢cter supralocal. Una ya se ha dado: es la Ley catalana 24/2015, fruto de una Iniciativa Legislativa Popular contra la pobreza habitacional y energ¨¦tica. Pero hay que hacer m¨¢s: recuperar los art¨ªculos que el gobierno de Mas anul¨® de la Ley del Derecho a la Vivienda y, en el Congreso, reformar radicalmente la legislaci¨®n del Suelo, la Hipotecaria y la de Arrendamientos Urbanos.
Refiri¨¦ndose a esta ¨²ltima, la alcaldesa Ada Colau ha propuesto un debate sobre la limitaci¨®n de los precios de los nuevos contratos de alquiler, tomando el ejemplo de legislaciones ya existentes en el resto de Europa. Podr¨ªa plantearse el tope de rentas en nuevos alquileres en barrios especialmente afectados por los apartamentos tur¨ªsticos, por la compra por ciudadanos residentes en el extranjero o por otras tensiones especulativas desestabilizantes. O la pr¨®rroga de los contratos de tres a?os resultantes de la reforma decretada por el PP en 2013.
No han tardado en aparecer voces contrarias de expertos que han llegado a acusar a quienes proponemos estas ideas de ¡°buenistas¡± cargados de ¡°incultura financiera¡±. Lo mismo nos sucedi¨® antes del pinchazo, cuando propusimos la restricci¨®n de los cr¨¦ditos hipotecarios al 80% del valor de los inmuebles y el 30% de la renta familiar; la imposici¨®n de altos porcentajes de vivienda protegida en los nuevos planeamientos; la promoci¨®n de la vivienda de alquiler; la expropiaci¨®n del uso de la vivienda permanentemente vac¨ªa en ¨¢reas de fuerte demanda; y, muy especialmente, el derecho a la daci¨®n en pago de la vivienda saldando la deuda, tal como defendi¨® en la calle la PAH. Una d¨¦cada despu¨¦s, sabemos que estas medidas habr¨ªan evitado muchos dramas particulares y reducido el peso y la duraci¨®n de la crisis. Estamos a tiempo de no volver a equivocarnos.
Ricard Fern¨¢ndez Ontiveros y Javier Bur¨®n Cuadrado son Gerentes de Derechos Sociales y Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona
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