Prisi¨®n menor para polic¨ªas homicidas

Menos de dos a?os de prisi¨®n y una multa de 150.000 euros ser¨¢ la pena que recaer¨¢ sobre los seis polic¨ªas culpables de la muerte de Juan Andr¨¦s Ben¨ªtez, un ciudadano que falleci¨® en 2013 tras la ¡°reducci¨®n¡± a que fue sometido por los agentes de los Mossos d¡¯Esquadra. Defensa, Fiscal¨ªa y las acusaciones particular, que representa a la familia del fallecido, y popular, en manos de la Asociaci¨®n Catalana por la defensa de los Derechos Humanos, han pactado que los seis mossos acusados vean generosamente rebajada de 11 ¡ªpor homicidio y torturas¡ª a dos a?os la petici¨®n del ministerio publico, con el a?adido de dos a?os de suspensi¨®n y cinco en que no podr¨¢n patrullar.

Cualquier delincuente pensar¨¢: ¡°No est¨¢ mal; dos a?os por homicidio y torturas es un buen acuerdo¡±. S¨ª, ciertamente no es muy edificante que los cuerpos que protegen a los ciudadanos se vayan de rositas o de rebajas con el ministerio p¨²blico y as¨ª se eviten da?os mayores. De esta manera, nos ahorramos el engorroso jurado popular y la demagogia de la prensa, y dentro de ella de este diario que revel¨® en exclusiva ¡ªcon un escalofriante v¨ªdeo¡ª c¨®mo fue reducido Juan Andr¨¦s Ben¨ªtez. Y ello a pesar de que algunos mossos recorrieron los domicilios del vecindario requiriendo ¡ªDios sabe con qu¨¦ fin y los mortales nos lo imaginamos¡ª las grabaciones sobre la reducci¨®n del fallecido. Por cierto otros dos agentes est¨¢n acusados de obstrucci¨®n a la justicia el uno por limpiar las manchas de sangre del suelo ¡ªun diligente ejercicio de higiene¡ª y otra por requerir las filmaciones de los vecinos.

Estamos pues ante otra sentencia ejemplar de un proceso ejemplar en el que la juez prohibi¨® filmar a los mossos, que de forma tumultuaria y encapuchada acudieron a declarar ante la justicia. Es muy buena medida preservar el derecho a intimidad de los defensores de la ley.

Con el caso Ben¨ªtez llueve sobre mojado. Con el Gobierno tripartito descubrimos torturas en las comisarias; luego lleg¨® el caso Ester Quintana ¡ªque perdi¨® un ojo por pelota de goma¡ª con hasta una decena de versiones policiales distintas y ahora el pacto sobre la muerte de Ben¨ªtez, un nuevo cap¨ªtulo del resplandor de la verdad, la ¨¦tica y, sobre todo, la justicia.

Cuando se cre¨® el cuerpo de los mossos muchos ciudadanos pensaron que se abr¨ªa periodo de transparencia policial en Catalu?a. Pero no, a lo visto, los vicios tardan poco en contagiarse y lo que era nuevo parece que en pocos a?os ha envejecido peor que las ideas de orden p¨²blico del duque de Ahumada. Las flamantes estructuras de Estado se parecen mucho a las viejas y rancias. Gracias a las nuevas tecnolog¨ªas y a los vecinos sabemos lo que ocurri¨® en la calle de Aurora de El Raval barcelon¨¦s la noche de aquel 5 de octubre de 2013. Al menos, no podr¨¢n decir que lo so?amos