Batres, el pueblo en el que Podemos y PP votaron al PSOE
Las tres formaciones han puesto de acuerdo para desalojar de la alcald¨ªa a un partido local
No hay nada como tener claro lo que no se quiere. En Batres, un buc¨®lico pueblecito madrile?o de casas bajas y ecos renacentistas (all¨ª vivi¨® el poeta Garcilaso de la Vega) en pleno Parque Regional del r¨ªo Guadarrama, el alcalde es el ¨²nico concejal de la lista menos votada en las ¨²ltimas elecciones: Jos¨¦ ?ngel Fern¨¢ndez, del PSOE. Lo es porque hace un mes votaron a su favor los tres ediles de Ahora Batres (la confluencia municipal de la que forma parte Podemos) y tambi¨¦n las dos del PP, cuya decisi¨®n, aunque han rechazado entrar en el Gobierno municipal, les puede costar muy cara dentro de su partido.
Y todo para que V¨ªctor L¨®pez, concejal de un partido independiente llamado ADB, no se hiciera con el bast¨®n de mando tras la dimisi¨®n del anterior alcalde, Juan Carlos Me?o, tambi¨¦n de ADB, que gobernaba en minor¨ªa, con tres concejales de un total de nueve, como la lista m¨¢s votada desde junio pasado. Me?o se fue porque hab¨ªa intentado gobernar acerc¨¢ndose al resto de grupos y sus compa?eros no lo hab¨ªan entendido: ¡°He sido desautorizado por mi equipo de Gobierno¡±, dijo en su ¨²ltimo pleno.
A partir de ah¨ª, los unos hablan de complot para echarles y los otros de una situaci¨®n sobrevenida y de la imposibilidad de trabajar con los dos concejales de ADB que se manten¨ªan en el puesto. Se marchaba el alcalde, "una persona bastante conciliadora", y se quedaban "los dos con los que nunca hab¨ªamos podido hablar, en especial con V¨ªctor", se?ala Mercedes D¨ªaz-Delgado, de Ahora Batres. ¡°Nos repartimos los papeles, ¨¦l [Me?o] hac¨ªa de 'poli bueno¡¯ y yo de m¨¢s estricto¡±, admite por su parte el propio L¨®pez.
Dos n¨²cleos urbanos separados por m¨¢s de 20 kil¨®metros
En los pueblos peque?os, la pol¨ªtica funciona con reglas propias: la gente vota m¨¢s a personas que a siglas, los roces (o rozones) personales tienen impactos mayores y todo puede estar condicionado a su vez por alguna particularidad. La de Batres, un pueblo dormitorio con 1.568 vecinos en el extremo sur de la Comunidad de Madrid, es que est¨¢ geogr¨¢ficamente partido por la mitad. De una parte est¨¢ el casco urbano, a orillas del arroyo del Sotillo, con el castillo donde vivi¨® Garcilaso al frente, y sin apenas servicios: un colegio, un centro de salud que funciona tres horas diarias de lunes a viernes, una tienda y un bar.
De la otra parte, est¨¢n las urbanizaciones, principalmente las de Cotorredondo y Montebatres, junto al r¨ªo Guadarrama, a unos siete kil¨®metros de distancia a trav¨¦s del campo, pero, por estar en medio del parque natural, a m¨¢s de 20 kil¨®metros por carretera. Ese enorme rodeo obliga a pasar por Arroyomolinos, localidad donde acaban haciendo su vida (comprar, ir al m¨¦dico, al colegio) los habitantes de las urbanizaciones, que representan, m¨¢s o menos, la mitad de la poblaci¨®n del municipio.
En esos n¨²cleos alejados naci¨® en 2002 la Agrupaci¨®n de Batres (ADB). L¨®pez insiste en que su partido representa y vela por toda la localidad, no solo por las urbanizaciones, y que en todas sus listas ha habido siempre gente del casco urbano. Ahora mismo, de las 18 personas integradas en la formaci¨®n, cuatro viven en el casco urbano.
"Yo siempre he sido el hueso duro"
L¨®pez lleva en el partido desde el principio: ¡°Es cierto que yo siempre he sido el hueso duro de ADB, el que m¨¢s ha aportado, no por nada, sino por dedicaci¨®n y trabajo¡±, asegura. Por eso, a?ade, cuando se present¨® Me?o como cabeza de lista en 2015, llegaron a un acuerdo: ¡°?l era una cara nueva para abrir v¨ªas con el resto de grupos, pero el pacto era que yo iba a organizar internamente el Ayuntamiento¡±. Y a?ade: ¡°Nos sali¨® mal, result¨® ser d¨¦bil y quiz¨¢ no le tratamos con cuidado y el mimo que requer¨ªa¡±.
Si alguna vez Me?o acept¨® ese trato, en alg¨²n momento no lo quiso m¨¢s. Y el caso es que cuando anunci¨® su marcha, la oposici¨®n le pidi¨® que no lo hiciera, le dijeron que si se quedaba todos le apoyar¨ªan, asegura el actual alcalde socialista, ?ngel Fern¨¢ndez. De hecho, intentaron que se unieran en esa idea otros miembros de ADB, apunta L¨®pez. ?Y por eso, entre otras cosas, acusa al socialista de haber orquestado un complot para hacerse con el bast¨®n de mando.
Fern¨¢ndez, por el? contrario, habla de un acto inequ¨ªvoco de responsabilidad, lo mismo que las dos concejales del PP. Porque sea por lo que fuere, por su gesti¨®n pol¨ªtica (en esto insiste Fern¨¢ndez), por su personalidad o un poco por todo, el hecho es que una vez que dimiti¨® el anterior alcalde y ocup¨® L¨®pez el cargo en funciones, la consigna fue que de ninguna manera se quedara gobernando. As¨ª, como las concejales del PP nunca iban a votar un alcalde de Ahora Batres, la soluci¨®n final fue que todos apoyaran al candidato socialista. Una vez investido, el PP ha vuelto a la oposici¨®n, y el alcalde gobierna con los tres concejales de Ahora que se han repartido las distintas atribuciones municipales.
Mercedes D¨ªaz-Delgado es la primera teniente de alcalde. Califica todo el proceso como una ¡°huida hacia delante¡± tras la situaci¨®n creada por el propio ADB. ¡°Pero si esto es una especie de voluntariado que nos cuesta un mont¨®n de tiempo de nuestra vida¡±, relativiza sobre unos vaivenes pol¨ªticos que contrastan poderosamente con el aspecto tranquilo de este pueblo, con el entorno natural y con los versos de Garcilaso que reciben al visitante en una placa sobre el arroyo del Sotillo: ¡°Convida a un dulce sue?o / aquel manso r¨¹ido / del agua que la clara fuente env¨ªa, / y las aves sin due?o, / con canto no aprendido, / hinchen el aire de dulce armon¨ªa¡±.
Una decisi¨®n ¡°muy meditada¡± de las concejales populares
La decisi¨®n de las dos ediles del PP de Batres, Consuelo Torres y Ana Jim¨¦nez, de votar a favor de un alcalde socialista en los tiempos que corren les puede salir cara. Est¨¢n a la espera de las posibles acciones que se ciernen sobre ellas por parte de su partido, en este caso, la gestora del PP de Madrid encabezada por la presidenta madrile?a Cristina Cifuentes, que pueden ser la apertura de un expediente o directamente la expulsi¨®n.
Ninguna de las dos ha querido hacer declaraciones a este peri¨®dico, pero Torres explic¨® en uno de los ¨²ltimos plenos que la suya fue ¡°una decisi¨®n muy meditada, muy presionada y sobre todo con el riesgo de tener que dejar una militancia de muchos a?os¡±, pero tomada ¡°en conciencia¡±, pensando en ¡°el bienestar del pueblo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.