¡°Esto se ven¨ªa venir¡±
Los vecinos de la urbanizaci¨®n de El Pocero en Sese?a, a pocos cientos de metros del incendio, ha sido desalojado
A la una de la pasada madrugada, Luis Mart¨ªn y su mujer empezaron a ver c¨®mo se iluminaba el techo de su habitaci¨®n. Se levantaron de la cama y, asomados a la ventana, localizaron un fuego en un extremo del enorme cementerio de neum¨¢ticos que tienen al otro lado de la carretera, a unos pocos cientos de metros de su casa en El Qui?¨®n, la famosa urbanizaci¨®n construida por el Pocero en el t¨¦rmino municipal de Sese?a. ¡°Enseguida llegaron los bomberos¡±, cuenta Mart¨ªn, de 50 a?os, que ha estado despierto durante toda la noche, viendo c¨®mo el incendio se iba extendiendo por todo el vertedero hasta crear una gigantesca columna de humo negro que por la ma?ana ya era visible a decenas de kil¨®metros de distancia. ¡°Me recuerda a las im¨¢genes de la guerra de Irak, cuando se quemaban los pozos de petr¨®leo¡±, dec¨ªa Mart¨ªn a eso a de las 11.30 de la ma?ana, bajo la enorme columna de humo que cubre el cielo de la urbanizaci¨®n.
Muchos de los cerca de 9.000 vecinos que viven en la urbanizaci¨®n la han ido abandonando a lo largo del d¨ªa por propia voluntad. Sin embargo, sobre las cinco de la tarde, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha decidido desalojar a todos los que quedaban en sus casas (unas 1.000 personas) ante el riesgo ante el riesgo de que la nube de humo afecte a la poblaci¨®n.
Seg¨²n el informe de la Unidad de An¨¢lisis y Planificaci¨®n de Incendios Forestales de Castilla-La Mancha, el pron¨®stico meteorol¨®gico dice que a partir de las nueve de la noche las condiciones de dispersi¨®n de la columna de humo son "poco favorables", es decir, que favorecer¨¢n "la concentraci¨®n de elementos t¨®xicos a favor de viento y el riesgo de que llegue a la poblaci¨®n", seg¨²n informa en una nota el Gobierno de Castilla-La Mancha.
La Delegaci¨®n del Gobierno y el Ayuntamiento de Sese?a movilizar¨¢n a la Guardia Civil y la Polic¨ªa Local, as¨ª como voluntarios de Protecci¨®n Civil y Cruz Roja para llevar a cabo el desalojo; adem¨¢s, cinco ambulancias evacuar¨¢n a las personas enfermas y una UVI m¨®vil permanecer¨¢ en el lugar. Los vecinos desplazados dispondr¨¢n de 850 plazas de alojamiento repartidas en un polideportivo y dos colegios del casco urbano de Sese?a y en dos colegios de la localidad de Esquivias. Pasadas las 18.30 horas, una vez estuvieron listos 22 autobuses para sacar de all¨ª a todos los que no dispusieran de veh¨ªculo, comenz¨® la evacuaci¨®n, con agentes pasando bloque por bloque y casa por casa para avisar a los vecinos.
A media ma?ana, a pesar de que desde muy temprano la polic¨ªa hab¨ªa recomendado? cerrar las ventanas de su casa y salir lo menos posible, vecinos y curiosos (incluidos tres intr¨¦pidos ciclistas) todav¨ªa se paseaban por la zona con el m¨®vil en la mano, bien para ir informando a familiares y amigos, bien para tomar unas im¨¢genes que parecen sacadas de una pel¨ªcula de desastres. Las llamas en la base de la columna de humo se distinguen perfectamente desde la urbanizaci¨®n; solo les separa la autopista de paeje R-4, con sus v¨ªas de servicio.?
As¨ª, a unos pocos cientos de metros del fuego, entre el ruido de los helic¨®pteros, Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez, de 44 a?os, protestaba: "Se ve¨ªa venir". Rodr¨ªguez vive desde 2008 en El Qui?¨®n. "Esto se sabe desde hace a?os y est¨¢ denunciado. Cuando se hizo la urbanizaci¨®n, el vertedero ya estaba aqu¨ª y el Pocero dijo que lo iba a arreglar, pero mira, ah¨ª sigue", continuaba Rodr¨ªguez. "S¨ª, estoy muy enfadado", a?ade. Esta ma?ana, su mujer y ¨¦l dejaron bien cerradas las ventanas de su casa y han ido a llevar a su hijo de 5 a?os al colegio en M¨®stoles. Despu¨¦s, ¨¦l volvi¨® a echar "un vistazo" al fuego.
As¨ª, entre el enfado, la preocupaci¨®n y las dudas sobre la peligrosidad del incendio y del negr¨ªsimo humo, que produce el caracter¨ªstico y desagradable olor a goma quemada, algunos vecinos han ido ido cogiendo las maletas desde muty temprano para pasar la noche fuera ¨Ccomo Teresa, que se va a casa de un familiar a la ciudad de Madrid- o todo el fin de semana. ¡°Yo me voy a Galicia, que all¨ª no creo que llegue el humo¡±, gritaba un hombre en la calle Rembrandt. Se lo comunicaba a Juan Fern¨¢ndez, due?o de una tienda del barrio. ¡°No, yo no cierro; la gente tendr¨¢ que salir a comprar el pan¡±, dec¨ªa antes de quejarse por lo que el da?o que puede hacer el incendio a su negocio.
Muy cerca, los operarios de una empresa de mantenimiento s¨ª recog¨ªan sus b¨¢rtulos ¨C ¡°Aqu¨ª ya no hay nada que hacer¡±, dec¨ªa uno--, mientras dos mujeres asi¨¢ticas con una ni?a peque?a se apresuraban a meterse en casa. Los colegios e institutos de Sese?a se han cerrado hoy. As¨ª lo recuerdan Cintia (de 17 a?os) y Estefan¨ªa (de 16) que se acaban de comprar unas mascarillas en la farmacia. ¡°Qu¨¦ vamos a hacer, ten¨ªamos que sacar al perro y no tenemos carn¨¦ para ir a pasearlo lejos de aqu¨ª¡±, dice una tercera amiga, Rokaya, de 18 a?os.
A mediod¨ªa, los vecinos que se han quedado en casa permanecen atentos a las noticias que llegan de los servicios de emergencia ¨Ccoches de polic¨ªa local y protecci¨®n civil de Sese?a recuerdan con un meg¨¢fono el cierre de ventanas-, a la negr¨ªsima columna de humo que pasa sobre sus cabezas y al viento que la mueve en una y otra direcci¨®n. Adem¨¢s de la posible toxicidad del humo, varios vecinos (un total de cuatro) han sido atendidos por esta causa, a Luis Mart¨ªn le preocupa que, cuando llueva, todos los productos t¨®xicos quemados se filtren al subsuelo. Y tambi¨¦n se queja: ¡°Yo paseo mucho por all¨ª en bicicleta y no hab¨ªa preparados cortafuegos ni nada¡±.
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