Primavera Sound: Primer ba?o de multitudes

La ya tradicional jornada de bienvenida del Primavera Sound, gratuita, congreg¨® a una multitud en el Parc del F¨®rum, principalmente atra¨ªda por Suede, que ejerc¨ªan de cabezas de cartel. Y en cuanto a multitudes los brit¨¢nicos cumplieron, ya que ante sus ojos se extendi¨® una alfombra inmensa de p¨²blico al que, eso s¨ª, les cost¨® remover. Y es que no se sabe si Brett Anderson iba demasiado excitado, puede que emocionado por la magnitud de la estampa o es el p¨²blico estaba demasiado renuente a entrar en el concierto. El caso es que con un repertorio que no jug¨® a una carta definida, mezclando temas recientes con cl¨¢sicos, ni tan siquiera la concatenaci¨®n de piezas como Trash, Animal Nitrate y We Are The Pigs logr¨® conmocionar m¨¢s all¨¢ de a quienes ya lo estaban antes de iniciarse la actuaci¨®n.

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Pero sin duda a Anderson no se le puede recriminar que no lo pusiese todo encima del escenario, subi¨¦ndose a los monitores como marca el estilo de la casa, haciendo el molinete con el micro, saludando en castellano al respetable y abri¨¦ndose la camisa como un gitano el d¨ªa de la boda de su hija. Y as¨ª fue avanzando un concierto cuyo fuego esc¨¦nico en cuanto a entrega apenas prendi¨® entre la multitud. Eso s¨ª, en So Young y Beautiful Ones la alfombra se llen¨® de pantallas que miraban el escenario por el p¨²blico. ?Nuevas formas de implicaci¨®n y empat¨ªa?

Pero la jornada hab¨ªa comenzado antes, con esa estimulante mezcla e p¨²blico atra¨ªdo por la gratuidad, que hac¨ªa coincidir a un se?or que bailaba twist con un grupo de tecno pop de raigambre ochentera como El ?ltimo Vecino y a una latinoamericana que con sus hijos danzado a su alrededor sacaba fotos como una profesional. A todo esto, varios dibujantes inmortalizaban las escenas de primera hora de la tarde haciendo dibujos, una suerte de fotos manuscritas, que luego colgar¨ªan en las redes proporcionadas por el festival bajo el ep¨ªgrafe Primavera Graphic Sound. A todo esto, en el escenario, el vocalista de El ?ltimo Vecino parec¨ªa sugerir que el tiempo no pasa o bien que es circular, ya que adem¨¢s de su sonido, que evocaba por momentos al Aviador Dro m¨¢s pop, el de Programa en espiral o Selector de frecuencias, vale, s¨ª, tambi¨¦n a Joy Division, que parece una referencia m¨¢s seria, vest¨ªa con un estilo a¨²n m¨¢s ochentero: pantalones de pinza y camisa de rayas bien metidita bajo ¨¦stos. S¨®lo una generosa cadena plateada de negrazo finolis disonaba en aquel vestuario propio de la movida, indic¨¢ndonos que s¨ª, que ya corre el siglo XXI.

M¨¢s tarde se llev¨® el protagonismo Antonio Luque, el Sr Chinarro, que hizo un concierto espl¨¦ndido que comenz¨® lento, como el chup chup de un guiso y luego de pellizcar como un gazpacho fuerte de vinagre acab¨® lento tambi¨¦n con la maravillosa El progreso, cuya letra dice algo tan bonito como ¡°yo creer¨¦ en el progreso cuando vengas a darme un beso¡±. S¨ª, cualquiera otro hace una rima as¨ª y el p¨²blico le corre a gorrazos, aunque poco m¨¢s tarde, en la misma pieza, cite al Perec de Las cosas. Pero Luque tiene algo indescifrable que le faculta para bailar en el alambre. Y encima con todo el sentido. Quiz¨¢s sea su pinta, el ¨²nico barbudo que no remite a un moderno sino quiz¨¢s a Holofernes, quiz¨¢s su actitud seca no por ello exenta de retranca y, sobre todo, le avalan sus maravillosas canciones acunadas en lo cotidiano. La selecci¨®n que ofreci¨® fue impecable, con varios temas de su ¨²ltimo disco y piezas anteriores como Babieca, Los ¨¢ngeles o Una llamada a la acci¨®n. A todo esto el personal guiri hab¨ªa dejado paso al nacional, rey de la pista hasta que comenz¨® la actuaci¨®n de Goat, una estimulante y colorista mezcla de m¨²sica africana, rock cartesiano y psicodelia explicitada con un vestuario reci¨¦n importado de Dakar y caretas de brujo animista. Ah, ?y son suecos! ?chale guindas a la globalizaci¨®n. Es el Primavera Sound, y pese a que era la fiesta de inauguraci¨®n, la vista y los o¨ªdos no pod¨ªan descansar. No todos los d¨ªas pasa el mundo ante las narices.