¡°La Generalitat marca el n¨²mero de plazas universitarias de sanidad¡±
Educaci¨®n avisa a las privadas: "Ir a hechos consumados ser¨ªa hacerse un flaco favor"
Josefina Bueno (Par¨ªs, 1996), directora general de Universidades de la Generalitat valenciana, afronta uno de los mayores conflictos que han afectado al Ejecutivo auton¨®mico en su primer a?o. La decisi¨®n de no permitir que los alumnos de carreras sanitarias de las universidades privadas sigan haciendo pr¨¢cticas en los hospitales p¨²blicos, lo que las forzar¨¢ a reducir su oferta de estudios, ha sido contestada por los campus, el PP y Ciudadanos. Y llega en pleno choque entre la escuela concertada y el Gobierno valenciano por el giro de este hacia la ense?anza p¨²blica. Bueno es profesora de Filolog¨ªa Francesa en la Universidad de Alicante, de la que fue vicerrectora.
Pregunta. ?Por qu¨¦ restringe la Generalitat las pr¨¢cticas en hospitales?
Respuesta. Es una petici¨®n que viene desde hace mucho tiempo de las universidades p¨²blicas y los estudiantes, a trav¨¦s del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina. A diferencia de en otras comunidades, en la valenciana las titulaciones de ciencias de la Salud se imparten en las p¨²blicas y en las privadas: Medicina, Enfermer¨ªa, Farmacia y Fisioterapia. Eso produce una masificaci¨®n y que las pr¨¢cticas no tengan la calidad que deber¨ªan tener. Y se han detectado incompatibilidades que la ley no permite. Como que los m¨¦dicos, que son personal estaturario p¨²blico, estaban tutorizando en su horario laboral a alumnos que vienen de una facultad privada, que es una empresa. El Consell toma la decisi¨®n de ordenar y regular. La responsabilidad de la oferta universitaria es de la comunidad aut¨®noma.
P. Las universidades privadas argumentan que los padres de sus alumnos tambi¨¦n pagan impuestos con los que se financia la sanidad, y que por tanto no se les deber¨ªa discriminar a la hora de hacer pr¨¢cticas.
R. Nosotros tenemos un sistema sanitario privado. Si no quiero esperar tres meses a hacerme una resonancia puedo ir a este sistema y pagar. Pero al d¨ªa siguiente no voy a la Consejer¨ªa de Sanidad a que me devuelvan ese dinero en base a que pago mis impuestos. La sanidad o la educaci¨®n privada son totalmente leg¨ªtimas pero no tiene por qu¨¦ cubrirlas el sistema p¨²blico. Las facultades podr¨¢n hacer pr¨¢cticas en centros hospitalarios privados o de concesi¨®n, lo que se conoce como modelo Alzira, porque en ellos no hay incompatibilidad del personal. El ¨²nico fin es garantizar la calidad de las pr¨¢cticas y de la formaci¨®n de los estudiantes, de las p¨²blicas y de las privadas. Y evitar la masificaci¨®n que acaba afectando al paciente.
P. ?Realmente va a limitar la Generalitat las plazas que pueden ofrecer las universidades privadas a las pr¨¢cticas que puedan encajar en hospitales privados y con concesiones? Esta red es mucho m¨¢s peque?a que la p¨²blica.
R. S¨ª.
P. Hace unos d¨ªas la Universidad Cat¨®lica afirmaba que tienen autorizaci¨®n del Gobierno para ofertar 120 plazas y que van a mantener el n¨²mero.
R. El 7 de mayo hubo una Conferencia General de Pol¨ªtica Universitaria en Madrid a la que fui y donde se aprob¨® la oferta universitaria para el pr¨®ximo curso. En uso de mis facultades dej¨¦ sin aprobar la oferta de la Comunidad Valenciana. Y eso le he transmitido a la Universidad Cat¨®lica de Valencia. A partir de la semana que viene vamos a empezar a trabajar con la Consejer¨ªa de Sanidad y las universidades p¨²blicas y privadas para aprobar la oferta. Y se tendr¨¢ que adaptar a las plazas de pr¨¢cticas. La oferta del curso que viene ya se tiene que adecuar.
P. ?Si la Universidad Cat¨®lica vuelve a ofertar 120 plazas en Medicina, la Generalitat va a intervenir para decir que no pueden?
R. Tendremos que hacerlo. Los n¨²meros se est¨¢n haciendo y cuando est¨¦n se dir¨¢ cu¨¢nto puede ofertar cada universidad. No se trata de hacer prevalecer la autoridad, sino de que prevalezca el sentido com¨²n. Y la seguridad de los estudiantes.
P. La Universidad Cat¨®lica puso en marcha su facultad de Medicina, la d¨¦cada pasada, sin contar con todos los permisos, contando con el apoyo de la Generalitat y confiando en que una vez matriculados los alumnos el Gobierno socialista dar¨ªa una autorizaci¨®n retroactiva, como as¨ª ocurri¨®. ?No pasar¨¢ lo mismo ahora?
R. Ahora les estoy avisando. La oferta de plazas de Ciencias de la Salud est¨¢ sin aprobar. Vamos a aprobarla en junio, y se har¨¢ p¨²blica. Y por lo tanto la pol¨ªtica de hechos consumados ser¨ªa hacerse un flaco favor. Estamos obligados a ser responsables. Y a garantizar la calidad de las pr¨¢cticas.
P. La Cat¨®lica tambi¨¦n ha dicho que si no tiene pr¨¢cticas suficientes en la sanidad privada utilizar¨¢ otras formas ¡°imaginativas¡± con el fin de mantener 120 plazas en Medicina.
R. Los estudiantes necesitan pr¨¢cticas homologables y vamos a exigirlas. Las pr¨¢cticas que afectan a Ciencias de la Salud est¨¢n reguladas. Es como las farmacias. Usted no encuentra en una calle 200 farmacias a pesar de que todos tuvieran la vocaci¨®n de ser farmac¨¦uticos y tener su local. Hay una regulaci¨®n y nadie plantea que contraviene la libertad de una persona. Es como el c¨®digo de circulaci¨®n, no pueden ir cuatro coches por el mismo carril.
P. La decisi¨®n llevar¨¢ entonces a una reducci¨®n de las universidades privadas. La sanidad privada y las concesiones no pueden absorber todas las pr¨¢cticas que ahora se realizan en la p¨²blica.
R. No s¨¦ c¨®mo ser¨¢. Al final quiz¨¢ los n¨²meros no son tan diferentes. Pero como comunidad aut¨®noma tenemos la obligaci¨®n de ofrecer la mejor formaci¨®n universitaria a nuestros estudiantes. Y mantener la situaci¨®n de caos era problem¨¢tico. Tambi¨¦n hay que pensar que ahora en Espa?a hay 7.000 egresados (licenciados) de Medicina cada a?o para solo 6.000 plazas de residentes. Con lo cual hay cerca de 1.000 alumnos que al acabar o se van al paro o se van al extranjero. Y formar m¨¦dicos y otros sanitarios cuesta mucho en recursos y esfuerzo personal.
P. El PP y Ciudadanos censuran la pol¨ªtica educativa de la Generalitat tanto respecto a la escuela concertada, que se ha movilizado, como de las pr¨¢cticas en hospitales. ?Est¨¢ el Gobierno valenciano atacando a la ense?anza privada y concertada?
R. No. No hay ning¨²n ataque ni ninguna discriminaci¨®n. Se puede discrepar, pero no calificar de ataque una medida que se adec¨²a a la legislaci¨®n. No porque algo se hiciera durante mucho tiempo fuera del marco legal hay que consentirlo. Y todas las acciones de la direcci¨®n general incluyen a las universidades privadas. En las ayudas de investigaci¨®n se han aumentado las partidas, como las que se dan a grupos de investigaci¨®n, predoctorales y a congresos. Y han sido convocadas a participar en las iniciativas que ponemos en marcha, como la primavera educativa.
P. Pero han retirado las becas para los estudiantes de las universidades privadas. ?C¨®mo encaja eso con su discurso?
R. Las becas son una acci¨®n destinada a reducir las desigualdades que sufren determinados colectivos desfavorecidos. Los recursos que tenemos en estos momentos son limitados. Y la consejer¨ªa decidi¨® destinarlos a los colectivos que m¨¢s dif¨ªcil lo tienen para acceder a la universidad. En los tres cursos las universidades p¨²blicas han perdido m¨¢s de 10.000 alumnos, un 11% del total. Y las privadas los han aumentado en un 4%. Esto indica que la clientela de las privadas es inmune a la crisis. Y la reducci¨®n en las p¨²blicas se debe en parte al precio de las tasas universitarias y al endurecimiento de las becas. La matr¨ªcula de primer curso de Medicina en la Universidad Cat¨®lica de Valencia cuesta casi 10.000 euros. En la Cardenal-Herrera CEU, 16.000 euros. Cuando en la p¨²blica est¨¢ entre 1.100 y 1.400 euros. Una beca de 300 euros sobre un tipo u otro de matr¨ªcula tiene un efecto diferente. Los presupuestos p¨²blicos no se reparten como las herencias, se distribuyen seg¨²n las necesidades. Es cierto que hay estudiantes que piden un pr¨¦stamo a la familia para estudiar en las privadas, pero hay personas que no tienen ni esa opci¨®n.
P. ?Las amenazas denunciadas por el presidente de la Generalitat Ximo Puig y al consejero Vicent Marz¨¤, que supuestamente provienen de una persona vinculada a la escuela concertada, son solo una an¨¦cdota?
R. No s¨¦ si es mejor o peor darle publicidad o importancia. Son momentos muy dif¨ªciles para la sociedad y para ejercer cualquier cargo p¨²blico. La discrepancia argumentativa es enriquecedora, es positiva y permite avanzar. La coacci¨®n, la amenaza y la irracionalidad nos convierten en sociedades primitivas.
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