Diez a?os a la espera de que se haga justicia
La viuda de un trabajador que muri¨® en un accidente laboral en julio de 2006 est¨¢ todav¨ªa pendiente de que se celebre el juicio contra los responsables de la obra
Julita Wrona mira al infinito. Esta mujer de origen polaco piensa mucho las palabras antes de hablar. Le cuesta expresarse. Pero al final contesta: ¡°Para m¨ª lo m¨¢s importante es encontrar a los culpables y paguen por todo lo que pas¨®¡±. Han pasado casi diez a?os desde que su marido muri¨® en el derrumbe de una obra en Alcobendas y desde entonces est¨¢ a la espera que se celebre el juicio por homicidio imprudente. ¡°Aquel d¨ªa se me vino abajo todo, mi vida entera, porque para m¨ª ¨¦l lo era todo¡±, a?ade con gran entereza.
Su marido Robert Tomart Wrone, de 32 a?os y tambi¨¦n de origen polaco, estaba trabajando el 13 de julio de 2006 en las obras de un complejo de oficinas de 40.000 metros cuadrados en el kil¨®metro 3,500 de la M-603 (Alcobendas-Fuencarral). Pul¨ªa cemento junto con otros siete operarios entre la cuarta y la ¨²ltima plantas. El piso se vino abajo posiblemente por un error en el apuntalamiento de las vigas del pen¨²ltimo piso. El resultado fue que murieron Tomart y su compa?ero Pl¨¢cido Oviedo, de 44 a?os, tras quedar atrapados en el derrumbe. Los otros seis lograron saltar a tiempo, pero resultaron heridos de diversa consideraci¨®n.
¡°Aquella ma?ana entraba m¨¢s tarde a trabajar y estuvimos desayunando con nuestro hijo. Le prometi¨® que iba a regresar pronto para jugar con ¨¦l¡±, recuerda Wrona. Pero todo se trunc¨® a las 16.30, cuando la mujer recibi¨® una llamada. Era de la compa?¨ªa en la que trabajaba su marido. Hab¨ªa ocurrido un accidente, pero su marido estaba bien, le dijeron. La realidad era muy distinta. No sab¨ªan cu¨¢l era su estado, ya que hab¨ªa quedado atrapado por el derrumbe. ¡°Nos pusieron unas tiendas de campa?a atendida por personal de la Cruz Roja. Yo cada vez estaba m¨¢s nerviosa. Encima empez¨® a llover y los bomberos no pod¨ªan llegar a rescatar a mi marido y a su compa?ero¡±, relata cabizbaja. Al poco le confirmaron que ambos hab¨ªan fallecido.
Durante los d¨ªas siguientes a la tragedia, la empresa para la que trabajaba su marido y sus compa?eros estuvieron pendientes de ella, pero conforme pas¨® el tiempo este inter¨¦s se fue desvaneciendo. Tras hacerle la autopsia, el cuerpo de Tomart fue trasladado a su Polonia natal donde recibi¨® sepultura. ¡°Lo ¨²nico que o¨ª en aquellas semanas es que tuviera mucha, mucha paciencia. Me insist¨ªa todo el mundo en que no se pueden hacer las cosas antes¡±, se queja Wrona.
Le ofrecieron hasta 150.000 euros para que no iniciara acciones legales
La viuda tard¨® varios meses hasta que contrat¨® a un abogado para personarse en la causa: ¡°Me ven¨ªan muchas ofertas y mucha gente quer¨ªa coger el caso porque ve¨ªan que hab¨ªa dinero para ganar, pero yo no quer¨ªa o¨ªr ni hablar de ese tema¡±. Al final, se decant¨® por un letrado, Pedro Rinc¨®n, que le ha llevado el proceso desde el principio.
¡°Me ofrecieron 150.000 euros como indemnizaci¨®n con la condici¨®n de que no iniciara acciones legales, pero lo rechac¨¦ de plano. Quiero que se haga justicia y que alguien sea responsable de lo que pas¨® aquella tarde. O sea, que se haga justicia¡±, afirma la mujer. Delante, est¨¢n las fotos de su marido montado en moto. Su parecido con el exfubolista franc¨¦s Zinedine Zidane es sorprendente.
Pero la justicia es la que ha roto todas las esperanzas de justicia de la mujer. Solo los peritajes realizados a instancia del juzgado se prolongaron m¨¢s de un a?o. A partir de ah¨ª, todo fueron dificultades y problemas. La empresa constructora hab¨ªa subcontratado a su vez con varias compa?¨ªas. Aparte, se investiga si el arquitecto municipal tuvo alguna responsabilidad en las muertes. Puede enfrentarse, al igual que otros imputados, a un delito de homicidio por imprudencia y a varios de lesiones por imprudencia. El caso podr¨ªa ser juzgado en la Audiencia Provincial.
Los imputados?se enfrentan?a un homicidio?por imprudencia
El abogado de Wrona lo tiene claro: ¡°Al haber 13 partes personadas m¨¢s la fiscal¨ªa, cada paso dura meses y meses. A ello se ha unido que el proceso estuvo pr¨¢cticamente parado dos a?os y medio hasta que los heridos recibieron el alta m¨¦dica y se pudo valorar sus lesiones¡±. El proceso ocupa ya 12 tomos.
Wrona muestra su enfado: ¡°Me parece un esc¨¢ndalo tener que esperar tanto tiempo. Durante un tiempo tuve la intenci¨®n de regresar a Polonia, pero ahora no quiero. Mi hijo est¨¢ estudiando y tiene muchos planes de futuro¡±.
Un juzgado desdoblado
Otro problema a?adido es que el juzgado de primera instancia e instrucci¨®n de Alcobendas se dividi¨® en la parte civil (primera instrucci¨®n) y penal (instrucci¨®n) durante la investigaci¨®n. Este caso le cay¨® por reparto a otra magistrada, concretamente a la parte civil pese a ser un caso penal. ¡°Las partes, en especial sobre las que puede recaer m¨¢s responsabilidad, han recurrido todo y han dilatado el proceso¡±, reconoce el abogado. Su intenci¨®n parece clara: conseguir una reducci¨®n de la eventual condena cuando se dicte sentencia al aplicar la atenuante de dilaci¨®n indebida en la instrucci¨®n. Una jugada procesal.
La juez ha dictado ahora el auto de conclusi¨®n de la instrucci¨®n y de apertura del juicio oral. Por supuesto, ha sido recurrido por algunas partes ante la Audiencia Provincial de Madrid. Esto demorar¨¢ de nuevo meses el avance del caso. ¡°Estuve mucho tiempo sin tocar las cosas de mi marido, hasta que reun¨ª el valor para recogerlas. Ahora, con el paso de tanto tiempo, me siento un poco ignorada y abandonada. Siento que estoy atrapada aqu¨ª, pese a que quiero cerrar esa etapa¡±, protesta Wrona, que ha pensado incluso en hacer una huelga de hambre para que se acelere todo el proceso.
¡°No quiero dar pena, pero hubo varios heridos y no oigo a nadie que quiera que se juzgue esto ya¡±, concluye la mujer, mientras no deja de mirar las fotos de su marido. De su Zidane.
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