Robert Manrique: ¡°Interior banaliza a las v¨ªctimas¡±

Este domingo es el aniversario del terrible atentado de Hipercor, otro aniversario, justo cuando la violencia sacude el mundo por todas partes, una violencia insidiosa e in¨²til, siempre injusta, que ahonda todav¨ªa m¨¢s el recuerdo de aquellos que vieron como su mundo ¨Cun mundo concreto, alegre y normal-- volaba por los aires ahora hace casi 30 a?os. Es dif¨ªcil describir c¨®mo una bomba te rompe en pedazos la vida. Robert Manrique era carnicero del centro comercial. ¡°Cuando entr¨¦ en la UCI mi hijo gateaba; cuando sal¨ª del hospital ya corr¨ªa. Un d¨ªa se fue a la cama de su madre, la abraz¨® y le dijo: no sufras, ahora el papa soy yo. Hoy es un tiarr¨®n de 1'80 y me dice: que ning¨²n otro ni?o pase por lo que yo viv¨ª. Por eso me muevo¡±, explica.?

Manrique fue presidente de la Associaci¨® Catalana de V¨ªctimes d¡¯Organitzacions Terroristes, un nombre que esquiva la tentaci¨®n pol¨ªtica de centrar el problema en la ETA. Ha dejado el cargo pero sigue en la brecha. No ir¨¢ al pie del monumento de Hipercor este domingo. ¡°Tampoco me han invitado, pero eso es lo de menos. No me gusta que se utilice el dolor para fines pol¨ªticos. Nadie puede hablar en nombre de las v¨ªctimas. Yo no tengo por qu¨¦ saber qu¨¦ vota cada v¨ªctima. A la v¨ªctima la elige el azar, as¨ª que por fuerza es un grupo plural¡±, afirma. ¡°El Ministerio del Interior banaliza a las v¨ªctimas cuando las utiliza¡±, remacha. ¡°Hay una indemnizaci¨®n, no la de oficio, otra, de Hipercor que todav¨ªa no se ha cobrado. Pero si vas al Ministerio a reclamar, a pedir orientaci¨®n o a cualquier otra cosa, te encuentras una pared. Nada, cero.¡±?

Lo ilustra diciendo que falta localizar 280 v¨ªctimas, que ¨¦l sabe que existen, pero que no se sabe qui¨¦nes son. V¨ªctimas de atentados de peque?as organizaciones, de izquierdas o de extrema derecha, de hace a?os. ¡°Llev¨¦ el dossier al Ministerio. Qu¨¦ currada, me dijeron. Y lo dejaron sobre la mesa. ?No vais a hacer nada? No, que vengan ellos. As¨ª funciona¡±. La descripci¨®n que Manrique hace como gestor de la reparaci¨®n de centenares de v¨ªctimas es desalentadora. No es cierto que se las atienda con el respeto que se merecen. Aunque hay otras maneras de resta?ar heridas. Manrique se entrevist¨® con ¡°su¡± etarra, Rafael Caride. Pregunto si el hombre lo mir¨® a los ojos. ¡°No¡±, responde.

¡°Era una sala grande, con un ventanal que daba a un paisaje de monta?as, con todos los colores del verde, como canta Raimon. ?l estaba de espaldas, con las manos detr¨¢s. Al o¨ªr que yo entraba se volvi¨® y me dijo buenos d¨ªas. Nos sentamos. Yo necesitaba un poco m¨¢s de distancia f¨ªsica, as¨ª que me apart¨¦. ?l se sent¨® con las manos y los ojos entre las piernas. Era un hombre grandote, fuerte, y parec¨ªa un gusanito de esos que si los tocas se hacen una bolita¡±. Ese es el relato. ¡°Me dijo que era ateo y que el perd¨®n religioso no le val¨ªa¡±. Pero su caso no le parece m¨¢s relevante que aquellos que me narra de discriminaciones, de olvidos, de injusticia en definitiva, una injusticia hacia las mismas v¨ªctimas que el gobierno homenajea a trav¨¦s de los representantes oficiales, muchos de ellos militantes del partido que manda. ¡°Hace tres a?os que el ministro Fern¨¢ndez D¨ªaz me dijo oye, nos tenemos que sentar a hablar, y todav¨ªa espero¡±.

No le gust¨® que el Parlament catal¨¢n recibiera a Otegi. ¡°Pero, ?y qu¨¦? Es mi opini¨®n. No es rencor. Nada de rencor, l¨ªmites s¨ª. Yo he ido a una Herrico-Taberna y al ver que falta una foto de aquellas de sus ¡°h¨¦roes¡±, gente que ha matado gente, me dicen: no, este se ha reinsertado, ya no es de los nuestros. Cuando el gobierno dice que ETA no est¨¢ derrotada, yo digo que hay que darles tiempo, joder. Lo importante es que no maten¡±.

Barcelona tard¨® trece a?os en poner el monumento sobre la Meridiana, en Vic se va a hacer ahora. ¡°Aqu¨ª me han reconocido que miraban hacia otro lado. S¨ª, es complicado ser v¨ªctima. Nadie te dice qu¨¦ es lo tienes que hacer. Te crees lo que dicen los que mandan y si los que mandan no hacen nada, est¨¢s perdido. El abandono del Estado tambi¨¦n es dolor¡±. Manrique cuenta muchas cosas y calla muchas tambi¨¦n. Ahora escribe. Una memoria de todo esto. ¡°Empieza el d¨ªa que Samaranch proclama que Barcelona har¨¢ los Juegos Ol¨ªmpicos y ETA se friega las manos¡­¡±