El b¨²ho real anida en cinco canteras de la Comunidad
Las aves colonizan los cortados artificiales que se generan en las explotaciones mineras
Las aves no huyen de las canteras y graveras; al contrario, las colonizan a pesar del impacto ecol¨®gico que supone ese tipo de negocio. Un proyecto de la Universidad de Alcal¨¢ ha detectado que los p¨¢jaros que nidifican en paredes verticales se instalan en los taludes artificiales que se crean al sacar la roca. En Madrid, ha estudiado nueve explotaciones, en cinco de las cuales cr¨ªa el b¨²ho real (especie protegida). A partir de estos datos, los investigadores piensan que los cortados se podr¨ªan mantener al restaurar las canteras al final de su vida ¨²til.
A falta de cortados naturales, los p¨¢jaros aprovechan los artificiales. En este caso, las paredes verticales que dejan tras de s¨ª las explotaciones de donde se extraen roca, arena y grava. ¡°Estamos comprobando que muchas especies rup¨ªcolas (que anidan en paredes verticales) est¨¢n presentes en ellas¡±, explica Salvador Rebollo, profesor titular de Ecolog¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢ y director del proyecto.
Las canteras se han convertido en el refugio de especies como el avi¨®n zapador, que habita en ocho de las nueve explotaciones que se han estudiado en la Comunidad de Madrid.
En total, el proyecto ha abarcado 28 aprovechamientos mineros por toda Espa?a. En su primera fase ¡ªquedan otras dos¡ª, se ha estudiado el tipo de aves y su abundancia durante el periodo reproductor. ¡°Algunas especies aparecen a cientos¡±, dice Rebollo.
El b¨²ho real se ha convertido en otro de los habitantes habituales de estos lugares. Normalmente existe una pareja por explotaci¨®n donde se descubre. En Madrid se ha detectado la especie protegida en cinco canteras. Conviven con mochuelos europeos, cern¨ªcalos, collalbas, varios tipos de gorriones, golondrinas y abejarucos, entre otros.
Detectadas 21 especies
Zoe Rohrer, t¨¦cnico del proyecto ¡ªque financia la multinacional LafargeHolcim, propietaria de canteras¡ª, indica que han aparecido en un aprovechamiento del sureste ejemplares de las 21 especies que han detectado en total en el estudio. ¡°Me ha sorprendido que sea en Madrid, puede que se deba a que tiene taludes muy altos y ambientes heterog¨¦neos¡±, comenta. Que la cantera se encuentre o no en uso ¡°no es determinante, porque como son espacios amplios, colonizan zonas donde no los molestan¡±, explica Rohrer.
Los investigadores opinan, a falta de los resultados finales, que los datos recopilados les permitir¨¢n proponer que se estudien opciones para mantener algunas de las paredes de roca creadas de forma artificial cuando se regeneran las canteras. De esta forma se favorecer¨ªa la conservaci¨®n de esos h¨¢bitats que han colonizado las aves. Hasta ahora se opta principalmente por el rellenado de los espacios mineros degradados.
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