Contra toda discriminaci¨®n
El alcalde de Alcorc¨®n, David P¨¦rez, contesta a una tribuna del presidente de la FLGTB
He le¨ªdo la carta publicada en este diario por el presidente de la Federaci¨®n Estatal LGTB, Jes¨²s Generelo, y deseo dar respuesta a sus afirmaciones. Este se?or comienza por justificar una acusaci¨®n tan grave como la homofobia asegurando que yo debo aguantar la cr¨ªtica, para despu¨¦s reprocharme tambi¨¦n que vaya a denunciar a quienes me calumnian as¨ª, puesto que jam¨¢s he sido ni ser¨¦ nunca hom¨®fobo. Es decir, en un solo p¨¢rrafo se confunde insulto con cr¨ªtica, se justifica una grave acusaci¨®n, se me niega la libertad de expresi¨®n y adem¨¢s se me pretende negar el derecho a defenderme de estas calumnias. Un comienzo muy democr¨¢tico y revelador de esta ideolog¨ªa de g¨¦nero que impulsa sus pol¨ªticas de presi¨®n con un innegable poder¨ªo.
Pero es que adem¨¢s todo se apoya en una mentira. Detesto la homofobia y toda mi vida he profesado y defendido la tolerancia y la libertad como fundamentos de la convivencia y la democracia. Siempre he combatido cualquier forma de desigualdad o discriminaci¨®n, de injusticia o violaci¨®n de cualquier derecho humano.
Por todo ello, no puedo permitir que un grupo de inter¨¦s me acuse de practicar la homofobia, algo que me repugna profundamente y que considero que debe ser objeto del m¨¢s duro tratamiento penal. Debo a?adir que tambi¨¦n he recibido innumerables mensajes de apoyo de personas homosexuales indignadas por esta campa?a injuriosa.
Dicho esto, quiero referirme a uno de los motivos de esta pol¨¦mica: la exhibici¨®n de la bandera arco¨ªris en el balc¨®n del Ayuntamiento que tengo el honor de presidir. En Espa?a y en el mundo existen muchas organizaciones solidarias, ecologistas, culturales o relacionadas con la salud, que todos los a?os conmemoran su D¨ªa internacional. Pues bien, ninguna de estas organizaciones obliga a las administraciones ni a los dirigentes pol¨ªticos a asumir sus emblemas, acatar sus lemas o exhibir sus s¨ªmbolos, sino que se limitan a ofrecer su colaboraci¨®n para que todos contribuyamos a difundir su mensaje y sensibilizar a la sociedad sobre sus necesidades y preocupaciones. En cambio, otros no se limitan a pedir esa colaboraci¨®n, sino que exigen que todos secundemos sus directrices, bajo la pena del escarnio p¨²blico y la acusaci¨®n de homofobia. No se debe avasallar as¨ª, no se puede.
Finalmente, quiero se?alar que todos los balcones de todos los Ayuntamientos de nuestro pa¨ªs est¨¢n presididos por la bandera de Espa?a, que simboliza ejemplarmente los valores constitucionales, del respeto a la igualdad y el rechazo a toda discriminaci¨®n. Ello engloba la causa que nos ocupa y todas las dem¨¢s, que no son menos dignas por tener menos poder o influencia.
Por ello, acabo reiterando mi profundo rechazo a cualquier tipo de discriminaci¨®n, y en esa lucha me encontrar¨¢n siempre quienes sufran la injusticia, pero apelo a los sentimientos democr¨¢ticos de todos para reflexionar juntos sobre si determinados modos, apoyados en esa innegable capacidad de influencia, son admisibles contra el que piensa diferente, como es mi caso, que llevo recibidos miles de mensajes de personas inducidas al odio precisamente por quienes van acusando a los dem¨¢s de homofobia, odio a la homosexualidad, sentimiento que yo jam¨¢s he sentido ni consentido.
David P¨¦rez es alcalde de Alcorc¨®n y diputado del PP en la Asamblea de Madrid.
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