Junts pel S¨ª pierde una votaci¨®n cada tres d¨ªas por la CUP
Los diez diputados de la CUP se fueron de vacaciones tras provocar al grupo que integran Converg¨¨ncia y Esquerra 108 derrotas en menos de 300 d¨ªas de legislatura
Los diez diputados de la CUP se est¨¢n demostrando letales a la hora de dejar en evidencia a los 62 de Junts pel S¨ª. Ya sea en las comisiones o en el pleno del Parlament, los anticapitalistas, pese a ser los supuestos aliados de la coalici¨®n que gobierna Catalu?a, se fueron de vacaciones tras provocar al grupo que integran Converg¨¨ncia y Esquerra 108 derrotas en diferentes votaciones en menos de 300 d¨ªas de legislatura. La CUP le lleva la contraria una vez cada tres d¨ªas.
Junts pel S¨ª y la CUP estrenaron la legislatura catalana votando conjuntamente la declaraci¨®n independentista del 9-N y se han ido de vacaciones tras dar el visto bueno a un proceso de desconexi¨®n que tiene en cuenta un mecanismo unilateral de independencia. Mientras que la primera votaci¨®n pretend¨ªa asegurar la investidura de Artur Mas (o de alguien de Converg¨¨ncia), lo que se juega ahora Junts pel S¨ª es que Carles Puigdemont pueda afrontar en condiciones la cuesti¨®n de confianza del pr¨®ximo 28 de septiembre.
Ya sea en las comisiones o en el pleno. Ya sea votando mociones o leyes. Los anticapitalistas apenas son fieles en lo que incumbe al proceso independentista y siempre y cuando se asuman sus propuestas. Adem¨¢s de los dos grandes desaf¨ªos al Constitucional, Junts pel S¨ª y la CUP han ido de la mano sin ning¨²n tipo de problemas en las dos ponencias sobre leyes de desconexi¨®n que se han aprobado hasta ahora: la que ha de servir de base para redactar en comisi¨®n la ley de la prevista Agencia de Protecci¨®n Social y la que dar¨ªa vida a la Hacienda de una hipot¨¦tica Rep¨²blica catalana. En el resto de materias van a la suya.
Recuperar leyes vetadas
A sus parlamentarios no les tembl¨® el pulso para negarle al Gobierno la ley m¨¢s importante que un Ejecutivo presenta en el Parlamento cada a?o: los Presupuestos. Fue la demostraci¨®n definitiva de que el pacto de estabilidad sellado en enero no era una garant¨ªa de nada y el desencadenante de que Puigdemont apostara por la cuesti¨®n de confianza.
Con ese paso el presidente catal¨¢n pasaba buena parte de la presi¨®n a la CUP, a la que se le ha acusado de evitar unos Presupuestos de car¨¢cter social e imprescindibles para la transici¨®n hacia la ansiada secesi¨®n del bloque independentista. Con el veto de junio pasado, tambi¨¦n ca¨ªa la Ley de Medidas Fiscales y Financieras (tambi¨¦n conocida como Ley de Acompa?amiento de los Presupuestos), que el Gobierno est¨¢ recuperando de forma troceada, a trav¨¦s de decretos y leyes. Ahora Junts pel S¨ª quiere que la renovaci¨®n de su acuerdo con la CUP, que pasa por dejar continuar a Puigdemont y evitar una nueva convocatoria electoral, comprometa su apoyo a la aprobaci¨®n de los Presupuestos de 2017. De momento, esa cuesti¨®n est¨¢ encallada.
El partido asambleario ha puesto en evidencia las diferencias de ¨ªndole social que mantiene con Junts pel S¨ª, sobre todo con el Partit Dem¨°crata Catal¨¤. Ha sucedido especialmente en materias de sanidad y educaci¨®n, en las que en muchas ocasiones no ha tenido problema en alinearse junto al Partido Popular y Ciudadanos, situados en el ala opuesta del espectro pol¨ªtico. Lo han hecho para reclamar desde m¨¢s plazas de odont¨®logos para centros de atenci¨®n primaria o m¨¢s plazas p¨²blicas de guarder¨ªas.
Incluso la CUP apost¨® por presionar a Junts pel S¨ª en una moci¨®n que instaba a reducir los cargos de confianza del Ejecutivo catal¨¢n a un n¨²mero inferior de los existentes cuando se inici¨® la legislatura. Y utiliz¨® otra moci¨®n para revisar los criterios utilizados para otorgar subvenciones a medios de comunicaci¨®n catalanes.
Los problemas de la acci¨®n parlamentaria no solo llegan de la mano de la CUP. El Partit Dem¨°crata y ERC tambi¨¦n han puesto de manifiesto sus diferencias en la c¨¢mara catalana, en la que en ocasiones han llegado a votar de forma opuesta, como fue el caso de unas mociones que pretend¨ªan acabar con los conciertos de escuelas ultracat¨®licas que segregan a os alumnos por sexos. Esquerra se abstuvo mientras que los convergentes se opusieron.
Esquerra tambi¨¦n se neg¨® a votar favorablemente una moci¨®n que abogaba por subcontratar a centros privados actividad sanitaria p¨²blica. De igual forma optaron por dar un voto diferente a la petici¨®n para derogar la reforma laboral, a la que los convergentes se opusieron tras haber contribuido a su aprobaci¨®n.
La pol¨¦mica sobre el monumento franquista de Tortosa tambi¨¦n dividi¨® a los diputados de Junts pel S¨ª, que llegaron a utilizar las tres opciones posibles: s¨ª, no, abstenci¨®n. La moci¨®n para instar al Ayuntamiento de Tortosa a retirar la pilastra del r¨ªo Ebro gan¨® gracias a los votos de PSC, Catalunya S¨ª que Es Pot, CUP y Esquerra. El Ayuntamiento convoc¨® una consulta que opt¨® por mantenerlo.
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