Barcelona destruye casi 100.000 metros de oficinas en tres a?os

Barcelona retom¨® en 2012 la tendencia de la d¨¦cada pasada, cuando antiguas sedes empresariales que hab¨ªa en la tradicional zona de negocios de la ciudad, el paseo de Gr¨¤cia y la Diagonal y las calles adyacentes, dejaron paso a hoteles y viviendas. En total, entre 2002 y 2007 cambiaron de uso inmuebles que sumaban m¨¢s de 400.000 metros cuadrados. La diferencia es que, en esa ¨¦poca, los nuevos proyectos ¡ªcomo el 22@, en Barcelona, o la plaza de Europa, en L¡¯Hospitalet¡ª compensaban de sobra esa p¨¦rdida.

Seg¨²n la consultora, entre 2008 y 2012 se detuvo esa tendencia, puesto que apenas hubo transformaciones. Pero en 2013 regres¨®. El director de la oficina de Barcelona de C&W, Oriol Barrachina, explica que a partir de ese a?o hubo una destrucci¨®n neta de oficinas: por un lado, 167.500 metros cuadrados cambiaron de uso, y por el otro, solo se incorporaron 72.000 nuevos al mercado. Es decir, se perdieron casi 95.500 metros cuadrados de espacios empresariales.

A pesar de que no est¨¢ en el centro de la ciudad, un ejemplo de edificio que cambi¨® de uso es el del Deutsche Bank, que pasar¨¢ de albergar los despachos de los abogados de Cuatrecasas a tener apartamentos de lujo. Fuera del coraz¨®n de la capital catalana, el otro gran proyecto es la Torre Agbar, que dej¨® de ser la sede corporativa del grupo de aguas para convertirse en un hotel que gestionar¨¢ Grand Hyatt.

La mala noticia, para Barrachina, es la insuficiencia de edificios de oficinas disponibles en la ciudad. Seg¨²n C&W, para los pr¨®ximos a?os hay prevista la edificaci¨®n de 247.000 metros de inmuebles de oficinas, de los cuales 142.295 metros est¨¢n ya prealquilados, de modo que solo saldr¨¢n al mercado poco m¨¢s de 100.000. Esa nueva oferta, sostiene, es insuficiente para una ciudad que cada a?o tiene una demanda de entre 300.000 y 350.000 metros cuadrados de oficinas.

Eso supone, a?ade, que las empresas que quieren grandes espacios tengan que salir de Barcelona y L¡¯Hospitalet o bien repartir sus dependencias en varios inmuebles. ¡°La situaci¨®n actual entra?a riesgos. Uno es que el aumento de la demanda haga crecer m¨¢s las rentas. El segundo, por ejemplo, es que la ciudad pueda perder proyectos. Por ejemplo, un organismo que quiera trasladarse a Barcelona por el Brexit tendr¨ªa dif¨ªcil hallar espacio¡±, remacha Barrachina.