La justicia rectifica y deja a Falcones a un paso de juicio por fraude fiscal

La Catedral del Mar ha dado a Ildefonso Falcones lo mejor y lo peor de su carrera: un ¨¦xito editorial de alcance mundial y un tropiezo con los tribunales a prop¨®sito de los derechos de autor de la novela. El escritor parec¨ªa haber dejado atr¨¢s sus problemas con Hacienda y acaba de presentar su nueva obra, Los herederos de la tierra, continuaci¨®n de su bestseller fundacional. Pero la justicia tambi¨¦n entiende de segundas partes. La Audiencia de Barcelona ha obligado a reabrir la causa contra Falcones, archivada en febrero, y le deja ahora a un paso de sentarse en el banquillo por defraudar 1,4 millones al fisco.

En una resoluci¨®n a la que ha accedido EL PA?S, el tribunal concluye que la juez que dio carpetazo al asunto no motiv¨® ¡°suficientemente¡± su decisi¨®n y ve ¡°indicios objetivos de criminalidad¡± contra Falcones y su mujer, Carmen Rosich. La juez de Barcelona tendr¨¢ que reabrir la causa. Como se han practicado todas las pruebas, seg¨²n fuentes judiciales, deber¨¢ cerrar la instrucci¨®n y el caso se ventilar¨¢ en juicio. La Fiscal¨ªa acusa a Falcones y su mujer de tres delitos fiscales (2009, 2010 y 2011).

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La juez archiva la causa por fraude fiscal contra Ildefonso Falcones

La Fiscal¨ªa acusa a Ildefonso Falcones de defraudar 1,4 millones a Hacienda

La pregunta clave del caso Falcones es: ?Qui¨¦n posee los derechos de autor de sus obras? La tesis de la Agencia Tributaria y de la Fiscal¨ªa es que el escritor y su hermano, el fiscalista Rafael Falcones, crearon una estructura de empresas en pa¨ªses de escasa tributaci¨®n (Irlanda, Chipre, Rep¨²blica Dominicana) y ¡°simularon¡± que esas sociedades pose¨ªan los derechos sobre obras como La Catedral del Mar (seis millones de ejemplares vendidos en 43 pa¨ªses desde su publicaci¨®n, en 2006) o la tambi¨¦n exitosa La mano de F¨¢tima. El objetivo era ocultar al verdadero beneficiario: Falcones.

En noviembre de 2004, Falcones buscaba editor para El Bastaixo, t¨ªtulo inicial de La Catedral del Mar. El escritor cedi¨®, por 3.000 euros, los derechos de autor a Bufete Falcones, el despacho de su hermano Rafael. Al d¨ªa siguiente, el bufete firm¨® un contrato con Random House, que se compromet¨ªa a publicar la obra en diez meses por 5.000 euros.

En las fechas est¨¢ la baza que el abogado de Falcones, el penalista Emilio Zegr¨ª, supo jugar. Con ellas logr¨® que la juez de Barcelona archivara la causa. El contrato se firm¨® ¡°dos a?os antes de iniciarse el ¨¦xito editorial¡± de La Catedral del Mar (a partir del Sant Jordi de 2006), lo que ¡°no concuerda con una maniobra intencionada para defraudar¡±, recoge el auto de archivo. Seg¨²n la defensa, desde ese momento, Falcones ya no fue titular de los derechos de autor de sus obras. Pero la Fiscal¨ªa, y con ella, ahora, la Audiencia de Barcelona, rechaza de plano esa tesis: el escritor era el titular y debi¨® haber incluido en su declaraci¨®n de IRPF los beneficios obtenidos en ese periodo, que ascendieron a 4,4 millones de euros.

Las declaraciones de los trabajadores que reformaron la casa familiar y las de los responsables de su editorial, Random House, han acabado convenciendo a los magistrados de que el caso merece ir a juicio.

La casa familiar

Mezzanine es una de las empresas que forma parte de esa estructura simulada. En 2011, adquiri¨® una casa en Tres Torres, un barrio privilegiado de la ciudad y distante del Raval, escenario de las peripecias de Los herederos de la tierra. Mezzanine se nutr¨ªa de los fondos de Kurmon, la empresa irlandesa que percib¨ªa los ingresos por la explotaci¨®n de los s¨²perventas al ser, formalmente, titular de esos derechos. Tras adquirir la vivienda por 1,9 millones de euros, Mezzanine alquil¨® la casa a Bufete Falcones. Y el despacho, a su vez, la entreg¨® a Carmen Rosich como ¡°pago en especie¡± por su labor en el bufete. Pero ¡°los testigos de las obras¡± ejecutadas en la casa ¡°se refieren siempre al matrimonio como titular de la vivienda¡± y eran las personas con las que ¡°contactaban¡±, se?ala el auto.

Penguin Random House Grupo Editorial publica las obras (en castellano y catal¨¢n) de Falcones y es agente literario de las ediciones en lengua extranjera. En la inspecci¨®n de Hacienda, el representante del grupo editorial sostuvo que las negociaciones eran ¡°siempre con el autor¡± y su hermano y en ning¨²n caso con las empresas en el extranjero.

Pagos para ¡°compensar¡±

La investigaci¨®n del fraude fiscal la posibilit¨® un movimiento dado por Falcones y su mujer. En noviembre de 2012, ambos se acogieron a la amnist¨ªa fiscal, que permit¨ªa declarar bienes en el extranjero evitando intereses o recargos. Afloraron 390.230 euros que ten¨ªan depositados en el Banco Spirito Santo de Miami. La persona que entonces representaba a Falcones ante Hacienda dijo, seg¨²n fuentes judiciales, que probablemente ese dinero proced¨ªa de los ingresos por derechos de autor.

Pero si los derechos de autor estaban en manos de empresas, ?c¨®mo es posible que Falcones declarara tales cantidades?, se pregunt¨® la Agencia Tributaria, que tir¨® del hilo. En su declaraci¨®n como imputado, el escritor matiz¨® despu¨¦s que el dinero era, en realidad, una ¡°compensaci¨®n¡± de su hermano por haberse quedado Bufete Falcones (y m¨¢s tarde, la red de empresas en el extranjero, tambi¨¦n controladas por ¨¦l) los derechos sobre sus novelas. En la misma l¨ªnea se expres¨® ante la juez Rafael Falcones: se ¡°sent¨ªa mal¡± porque su hermano era generaba dinero escribiendo y por eso ¨¦l le ¡°compensaba¡±. El autor se mostr¨® conforme con la situaci¨®n.