Espiral de denuncias entre Baltar y el PSOE por actos de campa?a

En la provincia de Ourense, feudo del PP controlado desde hace casi tres d¨¦cadas por los Baltar, las campa?as electorales alcanzan unos grados de tensi¨®n superiores a los del resto de Galicia. Populares y socialistas llevan enzarzados desde las ¨²ltimas generales en una espiral de denuncias ante la junta electoral por la celebraci¨®n de actos prohibidos en campa?a. De momento, como en las urnas, gana el PP este cuerpo a cuerpo, aunque el PSOE ha conseguido que el tribunal electoral haya admitido a tr¨¢mite estos d¨ªas su denuncia contra una decena de cargos del oponente encabezados por el presidente en funciones de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o y por Jos¨¦ Manuel Baltar.

Antes, en las generales del 26-J, el dirigente ourensano denunci¨® al portavoz socialista en la Diputaci¨®n y alcalde de Ribadavia, Ignacio G¨®mez, que acab¨® sancionado. ¡°Les hemos dado de su propia medicina¡±, sostiene G¨®mez. En la campa?a de las ¨²ltimas generales, los populares le pusieron al regidor dos denuncias ante la Junta Electoral de Ribadavia. Una por haber presentado en rueda de prensa, durante la precampa?a, una inversi¨®n para un parque empresarial del municipio y otra, por hacer balance de la gesti¨®n municipal ante los vecinos de Francelos.

Al d¨ªa siguiente, los socialistas denunciaron ante la Junta Electoral Provincial a la entonces ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, que ese mismo d¨ªa, a falta de cuatro para la cita con las urnas, firmaba un convenio de unas obras del AVE a su paso por Ourense por importe de m¨¢s de 100 millones de euros. Pastor no fue condenada. G¨®mez, s¨ª: por la rueda de prensa. La junta electoral provincial sancion¨® al socialista con una multa de 300 euros por vulnerar la ley electoral al informar de la obra.

En opini¨®n del juez, el regidor hizo ¡°alarde de la austeridad del grupo de gobierno y de su intachable conducta (¡­) induciendo de forma meditada a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n el sentido del voto de los electores¡±. ¡°?Pero si fue una semana antes de que empezara la campa?a y la inversi¨®n que anunciamos era con dinero de la Xunta gobernada por el PP!¡±, protesta el alcalde, que espera ahora que se resuelva el recurso que present¨® ante la Junta Electoral Central.

En el caso de Pastor, la denuncia no fue admitida a tr¨¢mite (los socialistas ped¨ªan que se anulara el convenio firmado con el Ayuntamiento de Ourense) por haber sido registrada una vez convocado el acto. Alud¨ªa el juez en su escrito a que no hab¨ªa tiempo material para la paralizaci¨®n de la firma ¡°en el supuesto de que se hubiera accedido a la petici¨®n¡±. Las broncas pol¨ªticas de G¨®mez con Baltar son antol¨®gicas. La ca¨ªda en desgracia del primero de los Baltar, condenado por enchufismo, fue consecuencia de la denuncia registrada ante la fiscal¨ªa por el grupo socialista de la Diputaci¨®n. Cuando, posteriormente, un an¨®nimo registr¨® una nueva denuncia ante la fiscal¨ªa anticorrupci¨®n -esta rechazada por ¡°poco precisa¡±- aportando documentos de un supuesto enriquecimiento patrimonial del ¡°cacique bueno¡±, su hijo-sucesor se neg¨® a comentar este hecho y amenaz¨® con actuar contra quienes difundiesen esa denuncia. ¡°Se dirimir¨¢n responsabilidades con toda contundencia¡±, advirti¨®, enervando a toda la oposici¨®n.

Pero la batalla campal qued¨® instalada en el organismo provincial cuando una mujer acus¨® al segundo de los Baltar por haberle supuestamente ofrecido un puesto en la Diputaci¨®n a cambio de sexo. Baltar, que ha sido imputado por ello, se parapet¨® de nuevo en el silencio, con el respaldo expreso de Feij¨®o, tras insistir en que la denuncia se refiere a ¡°un asunto privado¡±. La oposici¨®n consigui¨® reprobarlo. Desde entonces no hay tregua.