Una sucesi¨®n de negligencias
Un breve resumen de lo acontecido aquella fat¨ªdica noche en la que murieron cinco j¨®venes, seg¨²n los hechos probados por la Audiencia Provincial
T¨¦cnicos que no comprobaron, polic¨ªas que sobrentendieron, controles que se relajaron, decisiones improvisadas... La sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid sobre la fiesta del Madrid Arena en 2012 establece, entre las contradicciones de los acusados, los angustiosos testimonios de los asistentes y las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad, unos hechos probados que describen la sucesi¨®n de ¡°acciones y omisiones¡± que acabaron en tragedia. El siguiente es un relato de lo que, seg¨²n el fallo, ocurri¨® la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre.

Los preparativos. 21.30- 23.30. Los responsables de la empresa promotora de la fiesta, Diviertt, los t¨¦cnicos de la firma p¨²blica municipal gestora del pabell¨®n, Madridec, e, incluso, agentes de la Polic¨ªa Nacional revisaron el montaje de la fiesta. Todos dieron cosas por hechas ¡ªpor ejemplo, que lo que estaba montado se correspond¨ªa con lo descrito en los planos de los permisos¡ª o que determinada comprobaci¨®n le correspond¨ªa a otra persona. A los polic¨ªas les coment¨® un miembro de la organizaci¨®n que ¡°ten¨ªan vendidas unas 10.000 entradas, aunque en la orden de servicio ven¨ªa un aforo de aproximadamente 7.000 personas¡±. Pero el agente crey¨® que ¡°el aforo de la orden de servicio es una previsi¨®n que se pasa d¨ªas antes del evento¡±, as¨ª que consider¨® ¡°normal que en los d¨ªas siguientes¡± variara. A las 23.30 se abrieron las puertas.
La Llegada. 23.30-1.45. A partir de ese momento, comenz¨® la entrada de asistentes por la puerta principal del recinto. Los primeros controles los hac¨ªan los trabajadores de Seguriber y, seg¨²n se acercaban al interior, el acceso lo regulaban los de Kontrol 34. Dentro no hab¨ªa control por plantas, pese a que el aforo m¨¢ximo se establec¨ªa para cada una de ellas. Adem¨¢s, ¡°para proteger las dependencias utilizadas¡± por la promotora, ¡°se imped¨ªa o dificultaba la circulaci¨®n del p¨²blico¡±, con lo que ¡°muchos vomitorios estuvieron cerrados durante todo o parte del tiempo que dur¨® el evento¡±. ¡°Los acusados lo supieron y quienes pod¨ªan hacer algo para evitarlo lo consintieron¡±, dice el fallo.
La avalancha. 1.45- 4.00. A medida que se acercaba la actuaci¨®n estelar de la noche, la del DJ Steve Aoki, el p¨²blico empez¨® a aglomerarse en la planta cero, la del escenario principal. Fuera, mucha gente que hab¨ªa estado esperando ¡ªal menos una parte haciendo botell¨®n, aunque no eso influy¨® en el resultado de la tragedia, seg¨²n las magistradas¡ª se comenz¨® a arremolinar en la entrada, formando una gran cola. Para facilitar su entrada, sobre las 2.00 los controles de acceso (comprobaci¨®n de entrada y contenido de las mochilas) se empezaron a relajar y a las 2.30 desaparecieron casi por completo. Y m¨¢s o menos a esa hora, se abrieron dos puertas de emergencia, por las que entraron en menos de una hora unas 3.000 personas que quer¨ªan acceder a una pista central que ya estaba abarrotada. As¨ª, como ¡°la mayor¨ªa de los vomitorios se encontraban cerrados¡±, se produjeron ¡°peque?as avalanchas previas que deber¨ªan haber puesto en aviso a los responsables de lo que se estaba produciendo¡±. No fue as¨ª y, sobre las 3.35 se produjo la aglomeraci¨®n en la que murieron cinco j¨®venes.
El rescate. 4.00-6.00. La evacuaci¨®n de las personas atrapadas en la avalancha se realiz¨®, durante al menos 20 minutos, de manera descoordinada. Nadie avis¨® a los vigilantes de Seguriber para que participaran en el auxilio y muchos de los testigos asistentes aseguran que intentaron ayudar a sacar a la gente de la avalancha, pero que ¡°los chalecos amarillos se lo impidieron¡±. Dos trabajadores de la empresa de seguridad Kontrol 24 intervinieron en el auxilio ¡°actuando por propio instinto¡±. Pese a la situaci¨®n, no se pusieron en contacto con el Samur ni con nadie de la organizaci¨®n. Dos amigas de Teresa Alonso, una de las cinco v¨ªctimas mortales de la tragedia, consiguieron sacar a esta del vomitorio y pedir ayuda el Samur. Las testigos afirman que, de manera sorprendente, la persona que recibi¨® la llamada de emergencia, pese a que le manifestaron que su amiga se estaba muriendo, les dijo que ten¨ªan que ir andando hasta Paseo de Extremadura para atenderla. Finalmente, lleg¨® una ambulancia del Samur que la traslad¨® a la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz. Un polic¨ªa municipal fuera de servicio, Mario Garc¨ªa Cepa, rescat¨® a Bel¨¦n Langdon, sobre las 3.30, y le hizo una respiraci¨®n sobre una de las barras de la pista para intentar reanimarla. M¨¢s tarde, lleg¨® el Samur y la trasladaron al Hospital 12 de Octubre.
El Tribunal considera que las cinco j¨®venes ¡ªTeresa Alonso, Bel¨¦n Langdon, Cristina Arce, Roc¨ªo O?a, y Katia Esteban¡ª fallecieron como consecuencia de las lesiones sufridas. En cuanto a la asistencia de las tres ¨²ltimas por parte de los doctores Vi?als, la sentencia afirma que ¡°se desentendieron de la asistencia que deb¨ªan prestar como responsables del servicio m¨¦dico a Katia Esteban, no realizaron un correcto diagn¨®stico de la parada en la que se encontraban a ninguna de las tres j¨®venes, ni les practicaron una adecuada reanimaci¨®n¡±. Hubo m¨¢s de 31 lesionados, y el evento continu¨® hasta las 6.00.
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