A los Castellers de Vilafranca no les tose nadie
Un excelente e hist¨®rico '4 de 10 amb folre y manilles' da la victoria a los verdes por octavo concurso consecutivo
Els Castellers de Vilafranca lograron imponerse en el XXVI Concurs de Castells disputado ayer en la T¨¤rraco Arena Pla?a despu¨¦s de firmar la mejor actuaci¨®n de la historia, descargando un 3 de 10 amb folre i manilles y el 4 de 10 con f+m y la torre de 8 sin folre. Suman ya once triunfos desde que se disputa el torneo y ocho victorias consecutivas en este siglo, sin que nadie sea capaz de toser a los verdes, y sin que al tiempo, nadie les demuestre el m¨¢s m¨ªnimo afecto. ¡°Un gran concurso, un gran pa¨ªs¡±, dijo el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, v¨ªa Twitter, que acudi¨® a la jornada, hist¨®rica y que abarrot¨® la plaza de toros de Tarragona.
La victoria de la colla de Vilafranca volvi¨® a imponer su hegem¨®nica superioridad en el mundo casteller. ¡°Ha de ser muy triste ser el mejor y que nadie te quiera¡±, resum¨ªa con l¨¢grimas en los ojos un miembro de la Colla Jove dels Xiquets de Tarragona, que ayer qued¨® segunda, feliz por su ¨¦xito y consciente de que hay ¨¦xitos que no te se?alan como campe¨®n, aunque ganes y te lleves una pir¨¢mide de recuerdo. Si los verdes fueron pitados de nuevo los de la la colla lila de Tarragona, o las camisas rosas de Valls recibieron m¨¢s abrazos que nadie. Ser¨¢ por algo que? no tiene que ver con los puntos, y si con la actitud con la que se levantan los castillos, o con la manera en que los de Sants se comen bocadillos sentados en un bordillo celebrando su gran concurs, por ejemplo.
Fue tan tensa la jornada que en segunda ronda de doce intentos de castillos solo se descargaron 5, y fue tan grande para la historia que quedaron detalles, como el enorme 3 de 9 con agulla de la Jove de Tarragona, o la canalla de la vella, en el 4 de 100 espectacular de la Vella de Valls cuando l¡¯enxaneta lleg¨® antes que l¡¯acotxadora y la ech¨® una mano, cosas de castillos. Lo que vio el pa¨ªs es que gan¨® la verde, que lleg¨® sin pancarta y se fue tan feliz, pero sin muchos aplausos. ¡°Que se lo hagan mirar¡±, escup¨ªa por la grada una se?ora con camisa azul, dels Capgrossos, que acudi¨® a consolar a un amigo, veterano, de la colla de Valls, que en el ¨²ltimo castillo se jug¨® a victoria contra la colla del Pened¨¦s. Fueron los mejores los de Vilafranca, Siguen mandando los marcianos y por algo ser¨¢ que no les tumba nadie. Son los mejores.? Marina, la enxaneta de la Vella, trep¨® buscando el cielo, y no coron¨® el 3 de 9 limpio, que hubiera sido enorme. Solo faltaba por subir el acotxador, y ella, la enxaneta. Y se derrumb¨® el sue?o y el castillo. ¡°Cinco segundos¡±, lament¨® Jordi de Haro, de la Jove de Valls, de los rojos, con un bocata en la mano, cuando ya todo hab¨ªa terminado. ¡°Casi lo ten¨ªan cargado, pero por algo le llaman la bestiola. Cinco segundos, un mundo¡±. ¡°Todo acab¨® antes, en el 3 de 10¡± lloraba Laura, camisa vieja, consciente de que en ese castillo no desmontado se les fue el concurso.
Por llorar, llor¨® el Pepins, el Parera y Guillem y llor¨® su hermana Marta porque en Tarragona gan¨® Vilafranca y perdi¨® la Vella.Y la Vella es tradici¨®n.? Vilafranca lo hizo de cine: Dos veces subi¨® el 2 de ocho,? dos castillos limpios, y otro impresionante, un 3 de 10 descargado con folre y manilles, y sum¨® el monstruoso 4 de 10 con folre y manilles, un hito de magn¨ªfico un canto a la memoria de los castillos vestido de verde. Jam¨¢s, nunca, nadie, hab¨ªa descargado dos de 10 en una diada de estas caracter¨ªsticas. Pero ni as¨ª, no hay quien les quiera.
No les pasa como a la Colle Jove dels Xiquets de Tarragona, que qued¨® segunda, porque rozaron los cielos con tres castillos: 5 de 9 con folre descargado, 3 de 9 con folre y pilar descargado, y el 9 de 8 descargado. Tremendo. Y a celebrar. O a la Vella de Valls que arriesgaron valientes como lo es Manel Urbano, de Brafim, su cap de colla, en busca de un ¨²ltimo castillo que les diera el triunfo, arropados por una plaza que celebr¨® su derrota como una victoria, aunque sus l¨¢grimas dijeran lo contrario. Buscaron el castillo ¨¦pico que les diera los puntos necesarios y quedaron terceros. Pero as¨ª es la vida y lo saben. Unos ganan y nadie les quiere. Otros lo 8ntentan siempre y se van de la plaza llorando. Como Marina y su camisa rosa.
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