Los errores de un arist¨®crata
Alfonso de Vilallonga lleva al Teatre Lliure ¡®La note d'¨¤ c?t¨¦¡¯, un retrato musical sobre el Bar¨®n de Mald¨¤
Ocurre a veces, casi sin querer, que cuando un m¨²sico desliza la mano por el teclado de un piano, toca la tecla equivocada. El artista en cuesti¨®n se sabe al dedillo la melod¨ªa, vislumbra el pentagrama correcto en su cabeza, pero en un descuido acaba errando la partitura. Es un acto impulsivo, casi reflejo. Una sinraz¨®n. Algo similar ocurre en la vida. Por mucho que alguien tenga pensado un plan, en ocasiones sin querer se desmarca de la vereda trazada. Sucede en asuntos profesionales, familiares...Pero los errores tambi¨¦n pueden ser felices. Sobre ello reflexiona Alfonso de Vilallonga en La note d'¨¤ c?t¨¦, un retrato musical del Bar¨®n de Mald¨¤ que se representa en el Teatre Lliure hasta el d¨ªa 16.
El arist¨®crata indaga en clave de comedia en los motivos por los que tanto en la m¨²sica como en la vida muchas personas terminan en escenarios no previstos. La obra est¨¢ protagonizada por Vilallonga, que ha creado el texto y la m¨²sica de la obra, as¨ª como Antoni Comas, M¨®nica L¨®pez y Elsa Rovayo ¡°La Shica¡±. Esta ¨²ltima acaba de instalarse de nuevo en Espa?a tras dos a?os viviendo en Latinoam¨¦rica.
¡°Me doy cuenta de que no solo en el piano, sino en la vida, siempre he buscado de manera inconsciente la nota de al lado. Por poca traza, por rebeld¨ªa, por hacerme notar, por ganas de aventura¡±, explica Vilallonga. En la realidad, ¨¦l ostenta ahora el t¨ªtulo de Bar¨®n de Mald¨¤ y en el espect¨¢culo aparecen personajes que van desentra?ando los motivos que se esconden tras las decisiones del arist¨®crata, el cual se siente como ¡°una rama bastarda de su ¨¢rbol geneal¨®gico¡±. ¡°No es una biograf¨ªa, pero todo lo que creo es bastante autobiogr¨¢fico¡±, avisa Vilallonga.
Entre los personajes de La note d'¨¤ c?te se encuentra uno de sus ancestros, el Bar¨® de Mald¨¤ original, quien escribi¨® desde 1769 y durante medio siglo el diario Calaix de Sastre. ¡°Siempre quise hacer un montaje sobre el Bar¨®n de Mald¨¤, pero no quer¨ªa situarlo en el siglo XVIII porque me aburr¨ªa. He unido diferentes conceptos con los que estaba jugando ¨²ltimamente. Por ejemplo hace poco hice un espect¨¢culo con canciones porno¡±, desgrana Vilallonga.
Entre melod¨ªas y alg¨²n baile, en un ambiente cabaretero, aparecen la psic¨®loga de Vilallonga, la criada de casa de sus abuelos, o un matrimonio a punto de separarse en un restaurante. ¡°Podr¨ªan ser mis padres¡±, dice de estos ¨²ltimos Vilallonga. Ernesto Collado dirige la direcci¨®n esc¨¦nica del espect¨¢culo, narrado en varias lenguas, que pudo verse por primera vez este verano en el Festival Grec.
¡°Hay una mirada tierna sobre el error, porque por muy inteligente que seas todos la fastidiamos alguna vez. Pero la obra es divertida, sales del teatro con ganas de reir y de beber alcohol¡±, relata La Shica. Sobre el escenario dominan los tonos fucsia y verde esmeralda. Hay una barra de bar en escena, adem¨¢s de m¨²sica ¡°ecl¨¦ctica¡± con viol¨ªn, guitarra y acorde¨®n. ¡°A veces me he equivocado y me ha gustado m¨¢s que lo previsto. El error te abre una ventana inesperada¡±, concluye Vilallonga.
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