Una librer¨ªa ¡®vertical¡¯
Libros ordenados por editoriales, propuestas cambiantes y cita previa para atenci¨®n personalizada, la apuesta de la nueva Malpaso
Novedades tienen, como cualquier librer¨ªa, pero no las acoger¨¢n todas y en su caso, adem¨¢s, hay que buscarlas por quien las ha publicado, porque la tienda est¨¢ ordenada por sellos editoriales, no por g¨¦neros o autores como es al uso. Tampoco est¨¢n en las mesas centrales porque ¨¦stas, m¨®viles, est¨¢n destinadas a selecciones tem¨¢ticas que cambiar¨¢n con frecuencia. Pero eso s¨ª, quien entre saldr¨¢ con un libro seguro y que le gustar¨¢ porque la prescripci¨®n a los clientes ser¨¢ total: pueden incluso pedir cita previa y, cuando acudan, tendr¨¢n ya una preselecci¨®n de t¨ªtulos escogidos seg¨²n sus gustos. As¨ª de diferente es la flamante librer¨ªa Malpaso, vinculada al grupo editorial hom¨®nimo, inaugurada ayer y f¨¢cil de ver en la calle Diputaci¨®n 331 de Barcelona: a trav¨¦s de su gran escaparate se observa que sus estanter¨ªas trepan hacia el techo. Explicaci¨®n: como la tienda es peque?a (140 metros cuadrados, solo 100 ¨²tiles para exposici¨®n y venta), los estantes m¨¢s altos cumplen la funci¨®n de almac¨¦n. Una librer¨ªa vertical frente a la cl¨¢sica horizontal. Diferente, a todas luces.
¡°Tendremos el ¨²ltimo Ruiz Zaf¨®n como tenemos ya el ¨²ltimo Falcones, pero nuestra apuesta es un doble respeto al trabajo de colecci¨®n de un editor y de un lector que es fiel a unos autores y sellos; porque cuesta, s¨ª, pero los cat¨¢logos de las editoriales espa?olas tienen cierta coherencia si la buscas¡±, sostiene Bernat Colomer, el librero de Malpaso, barcelon¨¦s de 30 a?os, curtido en las librer¨ªas de FNAC, Casa del Llibre y la reinventada Gigamesh. Esa voluntad de recuperar fondo editorial le permite hablar de ¡°una librer¨ªa de rescate¡± y ¡°huir de la dictadura de la novedad; se trata de tener m¨¢s a Ed Bunker que a James Ellroy, o a Etgar Keret que a Quim Monz¨®¡±, ejemplifica. Las cifras lo remachan: la filosof¨ªa es que los t¨ªtulos m¨¢s rabiosos sean apenas el 15% de la oferta.
La apuesta comporta dos condiciones. La primera, una selecci¨®n espartana por parte de la librer¨ªa de lo que entra o no en ella. Hoy hay unos 8.000 vol¨²menes, que responden a solo unos pocos m¨¢s de tres mil t¨ªtulos. Muy pocos comparados con los 80.181 publicados en Espa?a en 2015. Los sellos editoriales no alcanzan los sesenta. La selecci¨®n no la har¨¢n solo los dos libreros sino que contar¨¢n con colaboradores externos, algunos de los cuales quiz¨¢ formar¨¢n parte de los prescriptores que, una vez cada mes y medio o dos, propondr¨¢n y montar¨¢n las mutantes mesas tem¨¢ticas. La otra condici¨®n est¨¢ en el cliente: en la librer¨ªa Malpaso (a tocar de la propia editorial y del restaurante que poseen) esperan a ¡°ese lector que lee por encima de sus posibilidades, que adquiere 30 libros pero que en realidad lee una quincena al a?o; esos son los que aguantan las librer¨ªas en Espa?a¡±. ?Por qu¨¦ acudir¨¢ a su librer¨ªa y dejar¨¢ otras hist¨®ricas de la ciudad o las florecidas en los ¨²ltimos a?os con marcada personalidad cultural? ¡°Por el tipo de orden, el cambio constante de la oferta y esa prescripci¨®n: haremos fichas de los clientes y les construiremos propuestas a medida; hoy las nuevas tecnolog¨ªas permiten esa atenci¨®n directa y especializada¡±.
Compra del sello de c¨®mics Dibbuks
"No vamos de caza, pero s¨ª estamos abiertos a sellos con los que podamos compartir cat¨¢logos o llegar a acuerdos que refuercen o complementen nuestra oferta", asegur¨® hace justo un mes a este diario Malcom Otero Barral, uno de los editores de Malpaso, tras el anuncio de que ¨¦sta adquir¨ªa Los libros del lince. Dicho y hecho. Ahora, ha sido el turno de Dibbuks, editorial de novelas ilustradas, c¨®mics y libros infantiles, fundada en 2004, de la que Malpaso acaba de adquirir el 70%. Spirou, el botones de verde caqui (de la serie Spirou & Fantasio) y El fantasma de Gaud¨ª, ambos premiados en el ¨²ltimo Sal¨®n del C¨®mic de Barcelona, forman parte de un cat¨¢logo de m¨¢s de 300 referencias que crece con 40 novedades al a?o y que seguir¨¢ pilotando Ricardo Esteban, fundador de Dibbuks.
La filosof¨ªa de la librer¨ªa tiene su traducci¨®n est¨¦tica: en las altas paredes blancas, escalan por las n¨ªveas estanter¨ªas las editoriales y sus colecciones por orden alfab¨¦tico, donde ¡°Malpaso est¨¢ bien representada, pero ni domina ni abusar¨¢¡±, matiza Colomer, que no cree mucho en que una editorial cree su propia librer¨ªa solo para potenciar su sello. La verdad es que el sello Malpaso deja m¨¢s huella en las l¨ªneas generales de la tienda, que trabaja sobre todo la vertiente literaria, el ensayo con compromiso social y el mundo de la m¨²sica. En el centro van las mesas tem¨¢ticas; ahora mismo con cinco muy sugerentes: libros sobre la Barcelona pre-Cobi (desde V¨¢zquez Montalb¨¢n a Casavella o el cat¨¢logo de la exposici¨®n del fot¨®grafo Miserachs), una de poes¨ªa, otra sobre feminismo, una cuarta con ¡°adicciones diversas: desde el mundo de la droga al de la m¨²sica¡± y una quinta, apodada ¡°la de los ochomiles, con novelones, por extensi¨®n y tem¨¢tica, indispensables: del 2666 de Bola?o a Guerra y paz, de Tolstoi, pasando por La casa de hojas, de Danielewski, o Jota Erre de Gaddis¡±.
En la ruptura continua, la librer¨ªa Malpaso reserva, como ¨²nica concesi¨®n a la papeler¨ªa, un espacio de venta f¨ªsica para una firma de libretas y agendas artesanales que hasta ahora solo se vend¨ªa en internet y, en el altillo, otro dedicado a propuestas editoriales (ahora, lo ocupa una selecci¨®n de libros de arte de Phaidon), ¨¢mbitos que barajan alquilar m¨¢s adelante. Un peque?o ¨¢mbito de exposiciones y una media de un par de actividades a la semana completan una oferta que quiere convertir la tienda en ¡°una librer¨ªa de destino, que el lector inquieto necesite visitar al menos una vez al mes¡±. Ayudar¨¢ esa sensaci¨®n de cambio continuo, de que no paren de pasar cosas. ¡°No hacemos nada distinto de otros sectores comerciales, por ejemplo, Sephora, que clasifica sus perfumes por marcas, o las cambiantes mesas de novedades fashion de Zara¡±, comenta Colomer, que trabaj¨® en un hipermercado. ¡°Todo es fruto de la atomizaci¨®n del sector del libro: las absorciones de los grandes grupos han dejado hueco a las nuevas editoriales independientes, como la crisis y los modelos de grandes librer¨ªas han dejado espacio a esta eclosi¨®n de las independientes; veremos cu¨¢nto tiempo es todo esto sostenible¡±, apunta Colomer mientras personaliza una de las bolsas de compra con una de las 12 im¨¢genes que, con sellos, pueden estamparse los clientes. Ellos tienen dos a?os para hacerlo viable.
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