Dolores Redondo: ¡°Le¨ªa y escrib¨ªa para huir del luto¡±
La autor de la 'Trilog¨ªa de Bazt¨¢n' admite que la novela con la que ha obtenido el 65? premio Planeta, 'Todo esto te dar¨¦', est¨¢ inspirada parcialmente en un episodio familiar
Dice que ganar el 65? premio Planeta (y sus 601.000 euros) con Todo esto te dar¨¦ es ¡°la ma?ana de Navidad de un escritor, oropel, magia y fiesta¡±, dibuja Dolores Redondo (San Sebasti¨¢n, 1969). Pero ella lleva ya casi tres a?os en una nube, la de la famosa Trilog¨ªa de Bazt¨¢n: casi el mill¨®n de ejemplares vendidos s¨®lo en Espa?a y Am¨¦rica Latina, 34 idiomas y el 3 de marzo, estreno de la adaptaci¨®n de El guardi¨¢n invisible, la primera parte, convocatoria que en Facebook est¨¢ provocando que grupos de lectoras se confabulen y contraten ya canguros para poder ir ese d¨ªa al cine.
Pero para Redondo el premio es tambi¨¦n parte de su infancia: ¡°Lo miraba por la tele y me dec¨ªa que yo querr¨ªa estar ah¨ª; el Planeta para m¨ª es la imagen de Terenci Moix recogi¨¦ndolo, o la de V¨¢zquez Montalb¨¢n o Vallejo-N¨¢gera¡ Casi siempre se?ores, s¨ª¡¡±. Era una ni?a marcada por la tragedia familiar de, ella con cuatro a?os, haber visto morir a una hermana. ¡°Le¨ªa y escrib¨ªa para huir del luto: leyendo no molestaba, no hac¨ªa ruido y me escapaba de la tristeza de casa¡±. De ah¨ª que utilizara el nombre de uno de sus h¨¦roes infantiles, el Jim Hawkins de La isla del tesoro (¡°yo tambi¨¦n me ve¨ªa embarcando mar all¨¢ para escapar¡±), para presentar una novela negra en la que Manuel, escritor famoso, sospecha de la doble vida que llevaba su compa?ero sentimental a ra¨ªz de un accidente muy sospechoso en el que fallece. Un argumento demasiado simple como para que Redondo le diera vueltas desde hac¨ªa seis a?os. ¡°Es que intento reflejar en ella c¨®mo puede vivirse un amor a¨²n en contra de todos los deseos familiares¡±, desliza. Tambi¨¦n hay trasunto autobiogr¨¢fico. ¡°Mis padres tuvieron algo de Romeo y Julieta: ¨¦l era gallego y se fue por trabajo al Pa¨ªs Vasco y ah¨ª conoci¨® a mi madre; en su casa estaban contra ese matrimonio porque tem¨ªan lo que pas¨®: que no volviera; nadie de su familia fue a la boda y yo, durante a?os, no supe de mis abuelos paternos¡±.
En la vida, solemos volver donde uno, en verdad, no quiere regresar¡±
Am¨¦n de ese manantial subterr¨¢neo, por la novela corren tambi¨¦n las turbias aguas de la codicia humana, la b¨²squeda de una verdad y la lucha contra una injusticia, todo enmarcado en la familia del finado, nobleza de rancio abolengo de la Galicia profunda. ¡°Toda codicia material conlleva una de moral, vital, que vemos mucho hoy con ese deseo sinsentido de acumular experiencias que en verdad no nos aportan nada; una codicia del fingimiento, tambi¨¦n, que en el caso del muerto va acompa?ada de la carga inexorable por pertenecer a esa familia¡±. Una familia que es leitmotiv en toda la obra de Redondo y que explicar¨ªa su pasi¨®n por El padrino de Mario Puzo: ¡°Michael representa ese iluso af¨¢n de vivir aparte de lo que son, de espaldas a ellos, de pretender que est¨¢s fuera, pero ser¨¢ el m¨¢s capacitado para todo lo contrario¡±. Y tambi¨¦n la remite a dos de sus autores fetiche: S¨¢bato y Benet. ¡°Me gusta la oscuridad que destilan sus obras; en Todo esto te dar¨¦ hay similitudes con el significado oculto de Volver¨¢s a Regi¨®n: la condena impl¨ªcita de volver a donde no quieres regresar; solemos hacerlo en la vida¡±.
Admite Redondo, amante de la mitolog¨ªa vasconavarra que marca su trilog¨ªa, que el s¨¢bado no se acord¨® de la mujer que le ley¨®, siendo veintea?era, su futuro (y, al parecer, acert¨® en todo). ¡°No, la profec¨ªa la cumpl¨ª yo, claro; pero es evidente que hay gente dotada de sensibilidades especiales para captar tambi¨¦n las de los dem¨¢s y c¨®mo puede eso marcar su vida¡±. Ella, como narradora, las tiene.
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