El mundo en el a?o 2100

Si las cosas siguen evolucionando como hasta ahora, durante el siglo XXI la poblaci¨®n del planeta crecer¨¢ hasta l¨ªmites insostenibles y se concentrar¨¢ en enormes megaciudades, al modo de Blade Runner, situadas en las costas. Se generar¨¢n grandes desequilibrios entre los recursos y la demanda del consumo, acelerada por la obsolescencia tecnol¨®gica. Se esquilmar¨¢n las fuentes de energ¨ªa f¨®siles y el cambio clim¨¢tico producir¨¢ eventos catastr¨®ficos en todo el planeta. Todos estos posibles escenarios se exploran en la exposici¨®n Experimento 2.100, que se puede ver hasta febrero de 2017 en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa (Muncyt; calle Pintor Vel¨¢zquez, s/n, Alcobendas).

En la muestra se trata de imaginar c¨®mo ser¨¢ el mundo al t¨¦rmino del corriente siglo: por ejemplo, la ciudad de Barcelona sumergida en la mitad de su territorio por la subida del nivel del mar. El panorama suena apocal¨ªptico, pero la exposici¨®n ¡ªproducida por la Fundaci¨®n La Caixa y comisariada por los cient¨ªficos Miquel Barcel¨® y Josep Perell¨®¡ª pone el foco en estas cuestiones para concienciar y hacer a los ciudadanos conscientes de su responsabilidad. ¡°Aqu¨ª se presenta un futuro posible, pero ese futuro no depende de la evoluci¨®n de la ciencia y la tecnolog¨ªa, sino de las personas. Nosotros, la sociedad, somos los protagonistas y est¨¢ en nuestra mano conseguir un futuro m¨¢s justo, equilibrado y sostenible¡±, dice Mari¨¢n del Egido, directora del Muncyt. El futuro no est¨¢ escrito.

La exposici¨®n se vertebra en torno a cuatro tendencias: la superpoblaci¨®n, las megaciudades, los recursos naturales y la tecnolog¨ªa en la sociedad del conocimiento. En este ¨²ltimo ¨¢mbito se explica la aceleraci¨®n tecnol¨®gica seg¨²n la Ley de Moore, que dice algo as¨ª como que cada dos a?os se duplica la potencia de la tecnolog¨ªa mientras que disminuye su precio y su tama?o. Para ilustrarla se muestra la impresionante evoluci¨®n de los ordenadores y gadgets tecnol¨®gicos en las ¨²ltimas d¨¦cadas.

Adem¨¢s, se introducen cuatro campos cient¨ªficos que est¨¢n revolucionando el mundo: la bioingenier¨ªa, la nanotecnolog¨ªa, el Internet de la Cosas y las energ¨ªas renovables (algunas de las disciplinas que, seg¨²n expertos, se unir¨¢n en la llamada Singularidad Tecnol¨®gica y nos llevar¨¢n a un nuevo estadio de la Humanidad).

?C¨®mo se predice el futuro? ¡°M¨¢s que predecirlo, se trata de plantear posibles escenarios bas¨¢ndonos en la situaci¨®n actual, en los datos disponibles, de forma cient¨ªfica¡±, cuentan desde la instituci¨®n. El resultado no es exacto, claro est¨¢: hay infinidad de variables que pueden cambiar el curso de la historia. Pero esta forma de echar la mirada hacia delante es lo que se denomina prospectiva.

Hay otras formas de especular con el futuro que tambi¨¦n tienen cabida en la muestra a modo de contraste, como las supercher¨ªas seudocient¨ªficas (el Tarot o las profec¨ªas de Nostradamus) o la ciencia ficci¨®n (Verne, Asimov, H. G. Wells, Stanislav Lem). Esta ¨²ltima, sin pretender acertar, muchas veces acert¨® o, al menos, sirvi¨® de inspiraci¨®n a los cient¨ªficos. Los visitantes tambi¨¦n podr¨¢n especular, votando durante la exposici¨®n, sobre c¨®mo ser¨¢ el futuro al final del siglo XXI. Aunque nadie seguir¨¢ aqu¨ª para comprobarlo. ?O s¨ª?