El Casas m¨¢s polifac¨¦tico
La exposici¨®n central del a?o que conmemora el 150 aniversario del nacimiento del pintor modernista arranca en Sitges para viajar a Madrid y Palma
Ramon Casas, el de los retratos de su primera ¨¦poca, cuando viaj¨® a Par¨ªs con apenas 17 a?os; el que pintaba las multitudes de Barcelona de manifestaciones de finales del siglo XIX, el que contrapon¨ªa la visi¨®n m¨¢s cosmopolita con la tem¨¢tica popular de las majas con mant¨®n, el bohemio que se revelaba contra los valores academicistas, el que ten¨ªa una visi¨®n ambivalente de la mujer, la que respond¨ªa al t¨®pico decimon¨®nico o la moderna que lee y conduce; o el que la desnuda¡. Son algunas de las muchas miradas que refleja la exposici¨®n Ramon Casas. La modernidad anhelada en el Museu Maricel de Sitges. Se trata de la exposici¨®n central del A?o Ramon Casas que celebra el 150 aniversario del nacimiento pintor modernista. Una muestra que se realiza despu¨¦s de un a?o intensivo con otras exposiciones muy significativas? -Ramon Casas. La vida moderna, en el Museo del Modernisme? o la de J¨²lia,el deseo, del C¨ªrculo del Liceo - que han ayudado a conocer m¨¢s a un pintor y personaje singular que le toc¨® vivir a caballo de la Barcelona de finales del XIX y el primer tercio del pasado.
El que siempre ha sido un referente de la corriente que explosion¨® a finales del siglo XIX pero que, a juzgar por el propio t¨ªtulo de la muestra, no lo fue del todo. ¡°Lo cierto es que nunca lo fue por completo. De ah¨ª el t¨ªtulo de la exposici¨®n porque Casas no lleg¨® a culminar ese camino. Probablemente por una clientela refractaria a una visi¨®n m¨¢s moderna. Seguro que en otras circunstancias, Casas hubiera despuntado en esa corriente¡±, razonaba Francesc Qu¨ªlez, uno de los dos comisarios de la exposici¨®n que se puede contemplar en un encuadre maravilloso, junto al mar, y al lado del Museo de Cau Ferrat, los museos donde expusieron el propio Casas y Santiago Rusi?ol.
Ser¨¢ una exposici¨®n viajera, como lo fue el propio pintor catal¨¢n, ya que despu¨¦s de cerrar en Sitges (el 19 de febrero pr¨®ximo) viajar¨¢ al CaixaForum de Madrid (del 7 de marzo al 11 de junio) y recalar¨¢ en la misma instituci¨®n cultural en Palma, desde el 5 de julio hasta el 22 de octubre. ¡°No hemos querido hacer una exposici¨®n cl¨¢sica, antol¨®gica. Lo que pretend¨ªamos era buscar obras poco conocidas y algunas nunca vistas que representaran las m¨²ltiples facetas del artista¡±, comentaba Ignasi Dom¨¨nech, responsable de las colecciones de los Museos de Sitges.
La muestra ofrece una selecci¨®n de 178 obras ¨C¨®leos, dibujos y carteles- que han sido cedidas por particulares y de fondos de varias instituciones culturales del pa¨ªs, entre ellos el MNAC, la Colecci¨®n Carmen Thyssen, el Prado, el Museo Sorolla, adem¨¢s del Cau Ferrat, por citar unos cuantos.
Un paseo por las salas del reci¨¦n rehabilitado Palau de Maricel dan una aproximaci¨®n de los m¨²ltiples registros de Casas. Hijo de la alta burgues¨ªa de Barcelona no logr¨® desasirse nunca de ese origen aunque reneg¨® en su etapa m¨¢s bohemia. La exposici¨®n se divide en cinco ¨¢mbitos y arranca con los inicios de su carrera art¨ªstica en su primer viaje a Par¨ªs, donde es muy permeable a las corrientes francesas. De esa ¨¦poca es su primer Autoretrato (1883) y otra obra muy singular, Retratant-se en realidad un lienzo pintado entre los dos artistas que aparencen en ¨¦l : el propio Casas y Santiago Rusi?ol ¡°en un intento de desmontar la idea de la individualidad del artista¡±, comentaba uno de los comisarios.
La po¨¦tica de la multitud es el segundo ¨¢mbito y es en el que llama poderosamente la atenci¨®n los cuadros de Casas que reflejan grandes concentraciones de personas en Barcelona, como la de la procesi¨®n del Corpus de 1896 o la multitud rodeando una ejecuci¨®n a garrote vil de 1894, obras que se inspiran en fotograf¨ªas. ¡°No es que las tome de modelo, es que se inspira en la t¨¦cnica fotogr¨¢fica tomando los enfoques y los encuadres de los fot¨®grafos¡±, apuntaba Qu¨ªlez. La paradoja del artista moderno, el tercer ¨¢mbito, es el que confronta al Casas cosmopolita con el gusto del pintor por las expresiones populares m¨¢s cl¨¢sicas, especialmente los toros y las mujeres con mant¨®n: ¡°es la veta brava del pintor¡±. A?ad¨ªa Dom¨¨nech.
Ya a finales del siglo XIX, en el que fue el tercer viaje de Casas a Paris es donde se encuadra la etapa m¨¢s bohemia? con cuadros como El Pati (1990) que muestra la parte fea y nada glamurosa de un edificio de Paris que se entiende perfectamente al lado del Cementiri de Montmatre, de Santiago Rusi?ol. Como en ese caso, los comisarios han situado en paralelo las obras de otros artistas, como Sorolla o Picasso para evidenciar la influencia de las corrientes y de estilos en Casas. Y es su mirada sobre las mujeres la que cierra la exposici¨®n, un ¨¢mbito en el que destacan tres desnudos ¨Csiguiendo el aire de varias fotograf¨ªas de la revista L¡¯Etude Academique- que se alejan del modelo acad¨¦mico, con posiciones y ¨¢ngulos nada habituales. ¡°Casas quiere romper con la imagen tradicional del desnudo femenino y hace algo completamente diferente¡±, razona Qu¨ªlez.
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