La Xunta tramita la legalizaci¨®n de nueve naves de cr¨ªa de visones

El pasado marzo, una sentencia del Tribunal Supremo dinamitaba las esperanzas de negocio que hab¨ªan puesto en Espa?a, y sobre todo en Galicia, los empresarios extranjeros del vis¨®n americano en cuyos pa¨ªses se hab¨ªa prohibido la cr¨ªa. La justicia zanjaba definitivamente el debate, atend¨ªa el recurso de varios grupos ecologistas contra?el laxo decreto que regulaba el Cat¨¢logo de Especies Ex¨®ticas Invasoras del Ministerio de Medio Ambiente, y prohib¨ªa la instalaci¨®n de nuevas granjas y la ampliaci¨®n de las existentes apoyado en informes del CSIC que alertaban de la amenaza del must¨¦lido para la fauna aut¨®ctona. Las granjas ya montadas no tendr¨ªan que cerrar, pero se augur¨® entonces que las explotaciones gallegas, cerca de 40 empresas que concentran el 80% de la producci¨®n espa?ola, iban a tener que afrontar una fuerte inversi¨®n para modernizar y adaptar sus instalaciones a la leyes. En medio de este proceso, un grupo ecologista con el que habitualmente (m¨¢s de un centenar de veces al a?o) consulta la Xunta cuando se trata de sacar adelante informes y evaluaciones de impacto ambiental, ha recibido la documentaci¨®n de una granja que construy¨® a lo largo del tiempo nueve naves para ampliar la capacidad de las dos con las que empez¨®, "las ¨²nicas para las que obtuvo licencia municipal en 1991".

La superficie pendiente de legalizaci¨®n, tal y como denuncia la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), se acerca a los 2.800 metros cuadrados construidos. El grupo ecologista revela, despu¨¦s de repasar la evoluci¨®n de las fotos a¨¦reas, que "al menos en 2002-2003 la granja ubicada en A Ba?a contaba ya con cuatro naves" y que en 2014 ya se aprecian "las obras de explanaci¨®n en marcha en el resto de la parcela". La solicitud de licencia municipal se empez¨® a tramitar en febrero de 2015, destaca la SGHN, despu¨¦s de esta "segunda ampliaci¨®n de cuatro a 11 naves" y "con posterioridad a la adquisici¨®n" de la explotaci¨®n por parte de capital for¨¢neo.

En 2014, la granja cambi¨® de manos y en ese a?o, destaca el colectivo de defensa ambiental, se produjo la m¨¢s ambiciosa ampliaci¨®n (sin licencia) del recinto que ahora se busca regularizar. La nueva empresa propietaria, constituida en septiembre de 2013, es Matomba Mink Farm, SL, de la que es administrador ¨²nico Petrus Gerardus Raijmakers y apoderada una abogada que tambi¨¦n figura con el mismo cargo en media docena de firmas especializadas en la cr¨ªa de vis¨®n americano (Neovison vison) en Galicia, en las que igualmente ocupan puestos directivos diversos empresarios extranjeros, la mayor¨ªa de nombre holand¨¦s.

La SGHN conoci¨® la situaci¨®n de esta granja cuando recibi¨® la consulta de la Secretar¨ªa Xeral de Calidade y Evaluaci¨®n Ambiental, ante la que la empresa ha presentado su "proyecto de adecuaci¨®n, modernizaci¨®n, reforma y legalizaci¨®n de instalaciones" con el objetivo de lograr el visto bueno de la Xunta, imprescindible para regularizar su actividad. La respuesta entregada antes de Navidad por los ecologistas en la Conseller¨ªa de Medio Ambiente es rotunda.

El presidente de la SGHN, el miembro del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas Seraf¨ªn Gonz¨¢lez, advierte a la Xunta de que "el proyecto debe someterse a evaluaci¨®n de impacto ambiental al poder afectar de manera apreciable a espacios protegidos de la Red Natura". La granja, recuerda, "se encuentra a 1,3 kil¨®metros del Tambre, aguas arriba de su Zona de Especial Conservaci¨®n" y "constituye una infracci¨®n grave el inicio de la ejecuci¨®n de un proyecto" con estos condicionantes "sin haber obtenido previamente el informe de impacto".

"En la ortofoto de 2014, extraordinariamente oportuna, se ven las cuatro naves viejas en la parte este de la parcela y las obras de explanaci¨®n en marcha en el resto, con las soleras de hormig¨®n reci¨¦n hechas para otras tres naves y con la maquinaria pesada trabajando en las restantes" instalaciones de esta finca protegida con altos muros. Para Gonz¨¢lez Prieto, tal y como expone en su respuesta a la Xunta, "resulta incre¨ªble, inaceptable y bochornoso" que una granja de esta "especie ex¨®tica, extraordinariamente invasora y peligrosa para la biodiversidad" haya estado funcionando durante a?os con una capacidad superior a la que ten¨ªa autorizada (dos naves en 1991). ?"Qu¨¦ suceder¨ªa si un ciudadano gallego hiciese lo mismo en Holanda?", pregunta el cient¨ªfico, "?d¨®nde estaban todos estos a?os el Ayuntamiento de A Ba?a, las conseller¨ªas de la Xunta con competencias y obligaciones legales, el Seprona y Hacienda?".

"En la documentaci¨®n recibida no se indica el n¨²mero de animales que se cr¨ªan o pretenden criar en la granja", resalta tambi¨¦n para el informe que tramita Medio Ambiente el colectivo ecologista. La cifra "hay que deducirla de los datos de animales que mueren" (y que s¨ª aparecen reflejados en el documento que ha presentado Matomba Mink):? si se dice que "mueren unos 600 animales en cada campa?a" y que eso "representa una mortalidad del 5% del total", "cabe suponer que la explotaci¨®n tiene capacidad para 12.000 visones".