Las retenciones en los accesos a Barcelona crecen un 26,4% en un a?o
Los expertos temen repetir los niveles de colapso de antes de la crisis
No hay ma?ana sin prisas ni prisas sin su correspondiente atasco. El tr¨¢fico en Barcelona sufre un embotellamiento perenne y los datos analizados por los servicios de movilidad hacen prever que, lejos de avanzar hacia la fluidez, la ciudad transita hacia una congesti¨®n cr¨®nica. En un a?o la intensidad media diaria de veh¨ªculos en los accesos a la gran ciudad ha crecido un 2,5% pero las retenciones lo han hecho un 26,4%. La situaci¨®n es sofocante para los conductores pero hay margen de empeoramiento. Un estudio del Reial Autom¨°bil Club de Catalunya (RACC) pone de relieve que los atascos afectan a diario a unas 200.000 personas, trabajadores en su inmensa mayor¨ªa, que viajan a bordo de un coche particular o de un autob¨²s.
Barcelona luce como segunda mejor smart city del mundo, solo superada por Singapore, en el r¨¢nking que elabora anualmente la consultora brit¨¢nica Juniper Research. La capital catalana destaca por delante de ciudades como San Francisco u Oslo en una clasificaci¨®n que dice atender a par¨¢metros como el desarrollo tecnol¨®gico y la movilidad urbana. Otro listado, en este caso el que confecciona la escuela de negocios IESE, sit¨²a a Barcelona dentro de las 10 mejores ciudades del mundo en cuanto a transporte. Sin embargo, a diario la realidad se encarga de poner en entredicho estos t¨ªtulos ya que la ciudad padece espesos colapsos de tr¨¢fico en todos sus accesos.
El Servicio Catal¨¢n de Tr¨¢fico (SCT) analiza el minuto a minuto de la circulaci¨®n en las carreteras catalanas. En los puntuales boletos informativos, el SCT subraya cada congesti¨®n que las c¨¢maras y los sensores hayan detectado a lo largo de la red viaria. Sin embargo, en lo que refiere a las entradas a la capital catalana, se evita desglosar todos los puntos de conflicto y se sintetiza la cr¨®nica con la f¨®rmula ¡°los accesos a Barcelona registran los colapsos habituales¡±.
La temida C-58, que acude a Barcelona desde Sabadell y Terrassa, es un suplicio para los conductores que circulan pendientes del reloj. Los acercamientos por la C-31 desde Badalona son otro martirio. El p¨®ker del atasco lo completan la autov¨ªa A-2 a la altura de Pallej¨¤ (Baix Llobregat) y la AP-7 a su paso por Barber¨¤ del Vall¨¨s. Una vez se ha logrado poner una rueda en el ¨¢rea urbana, las rondas, cualquiera de ellas y en el sentido que sea, devienen otra ratonera. El SCT reporta que el incremento de tr¨¢fico en los accesos a la gran ciudad es notable. En un sentido u otro, 907.119 veh¨ªculos circulan de media en los viales que dan entrada y salida a Barcelona. Son 22.000 veh¨ªculos m¨¢s de lo que se registraba el a?o pasado a estas alturas. A partir de un indicador que se conoce como ¡°factor retenci¨®n¡± y que cifra la gravedad del tap¨®n en funci¨®n de la longitud de la cola de veh¨ªculos y del tiempo de duraci¨®n de la par¨¢lisis, el SCT concluye que el grado de retenci¨®n actual es de un 24,8%. Ha habido tiempos peores pero en solo un a?o el aumento ha sido del 26,4%.
El estudio del RACC se?ala que el 62% de la congesti¨®n diaria se concentra en una franja cr¨ªtica de seis horas. De siete a diez de la ma?ana y de cinco a ocho de la tarde. Los que acceden a la ciudad en plena hora punta matinal, entre las ocho y las nueve, pierden, seg¨²n el estudio, 80 minutos semanales en atascos. El RACC pone precio al tiempo gastado al volante y lo cifra en 685 euros anuales por cada perjudicado.
¡°Barcelona no es de las ciudades m¨¢s congestionadas de Europa porque Par¨ªs, Londres o Bruselas est¨¢n peor¡±, se?ala Lluis Puerto, director t¨¦cnico de la Fundaci¨®n RACC. ¡°Pero Barcelona s¨ª es la que presenta mayores niveles de crecimiento de la congesti¨®n¡±. Puerto avecina que no m¨¢s all¨¢ del 2018 se habr¨¢ llegado a los niveles de colapso que hab¨ªa en 2007, antes del estallido de la crisis. ¡°Se hace dif¨ªcil clavar la previsi¨®n pero es evidente que si el PIB mejora, hay m¨¢s movilidad de mercanc¨ªas y de trabajadores¡±. Puerto lamenta que, a pesar de las evidencias, ¡°no se hace nada para cambiar la din¨¢mica¡±.
Ole Thorson, ingeniero especializado en movilidad y seguridad vial, discrepa sensiblemente del t¨¦cnico del RACC. ¡°Desde el 2004 hac¨ªa aqu¨ª, todos los planes de movilidad prev¨¦n incentivar la reducci¨®n de los kil¨®metros del coche particular para beneficiar al transporte p¨²blico y al peat¨®n¡±, se?ala. ¡°Nos hemos quedado a medio hacer¡±, concede.
La recesi¨®n econ¨®mica tuvo un efecto directo sobre el esponjamiento de veh¨ªculos en la ciudad. Se produjo una ca¨ªda de casi el 10% menos de coches circulando y ayud¨® a reducir el tr¨¢fico. ¡°El gran error ha sido no aprovechar la crisis para reforzar esa tendencia¡±, se?ala el ingeniero. La soluci¨®n no parece pasar por un incremento de la infraestructura. ¡°Los coches y los conductores son como un l¨ªquido, ocupan todo el espacio que encuentran su paso¡±, explica Ole Thorson, y exige ¡°priorizar¡± al peat¨®n. El RACC y el SCT tambi¨¦n coinciden en que no hace falta m¨¢s cemento sino que hay que exprimir el potencial del transporte p¨²blico. ¡°Es lamentable el sistema de trenes de Rodalies¡±, denuncia Puerto.
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