Vistazo a una Barcelona singular
Un libro destaca puntos de inter¨¦s arquitect¨®nicos y culturales de la ciudad que escapan a los lugares comunes tur¨ªsticos
De inter¨¦s para el barcelon¨¦s que quiere conocer m¨¢s, pero tambi¨¦n para el turista que despu¨¦s de pasear por los lugares comunes que aconsejan las gu¨ªas tur¨ªsticas ¡ªel universo gaudiniano y el modernismo de m¨¢s renombre, amen del g¨®tico, el verdadero y el fabricado a finales del siglo XIX y principios del pasado¡ª le queda curiosidad por saber m¨¢s cosas. Como, por ejemplo, que la Torre del Rellotge, del Moll de Pescadors, se llam¨® la Torre de la Llanterna en 1772, cuando se construy¨® como faro del puerto de Barcelona. Y que tuvo un papel en el dise?o de la trama del Eixample porque en ella se hubieran encontrado la avenida del Paral¡¤lel y la Meridiana si se hubiesen prolongado.
El libro Barcelona espais singulars (Comanegra) del arquitecto Josep Maria Montaner ¡ªactualmente concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona¡ª y la antrop¨®loga Isabel Aparici destaca lugares de Barcelona por su arquitectura y por su actividad que escapan a los t¨®picos que pesan sobre la ciudad.
Una voluntad ya manifiesta en la introducci¨®n que critica la ¡°visi¨®n simplificada que el turista, de la mano de los touroperadores especialmente, se lleva de Barcelona y que, por desgracia, est¨¢n incorporando los propios barceloneses¡±. El libro, profusamente ilustrado por im¨¢genes del fot¨®grafo Pepe Navarro, no es un inventario de edificios, sino m¨¢s bien una explicaci¨®n con fotograf¨ªas y los textos que las contextualizan de diferentes claves de la ciudad y de su evoluci¨®n y, sobre todo, de la realidad y las actividades que han desarrollado sus habitantes. Quiere huir de ¡°la ciudad bulliciosa y masificada¡± y busca lugares m¨¢s tranquilos. Aunque no soslaya algunos de esos lugares del topten tur¨ªstico, como la casa Batll¨® o La Pedrera, aunque los aborda para explicar el paso del neoclasicismo ¡ªde los grandes palacios como el de la LLotja o los Porxos d¡¯en Xifr¨¦¡ª a la exuberancia del modernismo.
Con una voluntad tambi¨¦n manifiesta de evitar poner el foco en la Barcelona ¡°m¨¢s glamurosa y burguesa¡± y dar espacio a la m¨¢s ¡°popular, obrera e ¨ªntima¡±. Como la que se puede apreciar en los safarejos d¡¯Horta, en la calle de Aiguafreda, que tuvieron plena actividad hasta la aparici¨®n de la lavadora ¡ªmitades del siglo pasado ¡ªporque all¨ª las mujeres se ganaban la vida lavando la ropa de decenas de familias acomodadas de Barcelona a donde ¡°bajaban¡± una vez a la semana a recoger la ropa. Todav¨ªa quedan en pie algunos de aquellos pasajes formados por las casas y los lavaderos.
Desde la ciudad romana, la medieval, la transici¨®n desde el renacimiento ¡ªcon la construcci¨®n de importantes edificios p¨²blicos e institucionales como el hospital de Sant Pau o el cementerio de Poblenou¡ª hasta la ciudad neocl¨¢sica, la modernista, la Barcelona industrial y la actual. El libro aborda la ciudad que se explica por su cultura y por la aportaci¨®n de escritores, artistas, arquitectos y dise?adores, especialmente desde finales del siglo XIX hasta la segunda Rep¨²blica y con el periodo que se inici¨® con la democracia. O la que es el resultado del impacto de la evoluci¨®n de la sanidad y las ciencias.
Est¨¢ dividido en 12 cap¨ªtulos que se adentran en esa mirada singular en los que se pueden encontrar lugares y elementos urbanos conocidos y otros no tanto. Como la placeta de Milans, que se proyect¨® en 1853 por el arquitecto Francesc Daniel Molina cuando se reform¨® el antiguo Palau Reial Menor, en el actual barrio G¨®tic, que tiene forma circular y cuya singularidad se descubre al mirar hacia el cielo. O el peso que tuvieron los diferentes gremios de la ciudad hace siglos como lo evidencia algunos edificios que casi milagrosamente han llegado hasta la actualidad. Como es el caso de la antigua casa del Gremi de Velers que se construy¨® a mediados del siglo XVIII y estuvo a punto de sucumbir a la piqueta en las obras de la apertura de Via Laietana ¡°porque los responsables del Orfe¨® Catal¨¤ quer¨ªan eliminarlo para que el Palau de la M¨²sica tuviera m¨¢s visibilidad¡±, apunta el libro.
O de que los primeros ensayos de las viviendas del Eixample fueron las ¡°casas de vecinos¡± que se construyeron a mediados del siglo XIX en medio de Ciutat Vella, exactamente detr¨¢s de la plaza de Sant Miquel, dentro de una operaci¨®n que tuvo como promotor a la condesa de Sobradiel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.