Carmena recupera la cabalgata m¨¢s tradicional tras las duras cr¨ªticas del a?o pasado
Un fuerte dispositivo policial extrema la seguridad en el centro de la ciudad
Un mar de ni?os, como gnomos con sus gorritos, ha brotado esta tarde entre un mar de cabezas. Sus progenitores soportaban, estoicos, el peso en las primeras filas de Cibeles desde el comienzo de la Cabalgata de los Reyes Magos. La ilusi¨®n de los ni?os es, definitivamente, m¨¢gica y contagiosa. Si no, no se entiende. Porque caminar o moverse por la Cibeles, familias incluidas con carritos es como atravesar un laberinto kafkiano. Y pese a que se iba llenando con cuentagotas no se palp¨® el cacareado blindaje policial. Si acaso, el ¡®tacataca¡¯ del helic¨®ptero surcando el cielo.
Las c¨¢maras de fotos y los tel¨¦fonos tambi¨¦n han sido protagonistas. Selfies sin parar y palos alargadores para hacerse fotos grupales: las redes sociales echando humo. Y el Ayuntamiento cambiando de color su iluminaci¨®n mientras sonaba Kashmir de Led Zeppelin o Love and Young de Lana del Rey para amenizar la espera de las carrozas de marras. La temperatura ha sido de ocho grados. Menos mal que es una de la noches m¨¢s m¨¢gicas del a?o.
Ser ni?o implica so?ar con la ilusi¨®n de una noche como hoy. Lo atestiguan sus creencias, sus gestos, sus caras, sus rabietas y su irracionalidad. En Cibeles a algunos casi se les salen los ojos de las cuencas de la expectaci¨®n. Otros han estado sobreexcitados. Alguno, m¨¢s tranquilo, observa con la boca abierta. Y otros han mostrado cara de sue?o. Los ni?os son los reyes de la noche de reyes. Son los amos. Y los padres, los sumisos corderitos que una vez al a?o conceden todos sus deseos. Porque solo los cr¨ªos barajan en su interior una mezcla de ilusi¨®n y adrenalina que erupciona por la ma?ana cuando madrugan y corren al sal¨®n a buscar los regalos. Los m¨¢gicos monarcas reparten presentes a diestro y siniestro y algo de carb¨®n. Y ojo, tambi¨¦n recolectan los v¨ªveres que cada familia les deje en su sal¨®n para repostar.
Y venga a lanzar caramelos. Y madres y padres recogi¨¦ndolos como si los Reyes estuvieran lanzando sus hipotecas pagadas. La est¨¦tica de la cabalgata roz¨® lo punki. Por la est¨¦tica era el steampunk, esa ambientaci¨®n un poco demod¨¦,?y que inspir¨® la ambientaci¨®n de las carrozas. Pero bien. Original. ¡°Mira Celia, globos¡±. ¡°Mira los ya viene los Reyes¡±. Cuando m¨¢s cansados estaban los ni?os, m¨¢s ilusi¨®n pon¨ªan los padres. Tras los bomberos y una espectacular acr¨®bata subida a un globo, han llegado las carrozas; con un ¨¢guila imperial, una espectacular que imitaba el mar y otra que parec¨ªa homenajear a Julio Verne. Y la gran novedad han sido los int¨¦rpretes de lenguaje de signos que han sido incluidos por primera vez en la cabalgata.?
¡°Melchoooor, Gaspaaaar, Baltasaaaaar¡±. Todo se han dejado la voz cuando llegaron sus majestades que este a?o han vuelto a sus atuendos m¨¢s tradicionales. Los tres monarcas han llegado acompa?ados de humo y confeti mientras los pajes les ha jaleado como si fueran sus groupis. Y Baltasar era negro. Realmente negro. Ha sido la guinda del pastel antes de la alcadesa Manuela Carmena les haya dado la bienvenida a los Reyes sobre el escenario dispuesto para la ocasi¨®n frente al Ayuntamiento y les haya pedido que no se olvidaran de ning¨²n ni?o, ni ning¨²n ni?o de Madrid.
¡°Hemos recibido vuestras cartas y hemos hecho todo lo posible por atender a vuetras peticiones¡±, ha aclarado el Rey Melchor. El regalo ¡°m¨¢s maravilloso que os podemos traer es la curiosidad. Nunca perd¨¢is esa cualidad¡±, ha se?alado el Mago, que ha terminado recordando la importancia de la empat¨ªa y la solidaridad y ha recordado a los ni?os que se acostaran pronto para descubrir por la ma?ana las sorpresas que les han tra¨ªdo.
El espect¨¢culo ha terminado con un espectacular castillo de fuegos artificiales lanzados desde el Palacio de Comunicaciones, sede del Ayuntamiento de Madrid, que ha levantado m¨¢s de una ovaci¨®n por parte de los asistentes. El Samur realiz¨® 25 intervenciones, de las que solo cuatro han requerido traslados a centros hospitalarios. Todas ellas fueron de car¨¢cter leve, seg¨²n Emergencias Madrid.
Mar¨ªa Jes¨²s, madrile?a, que ha venido con su familia: "Este a?o los reyes han estado mejor. Han sido guays. La ¨²nica pega es que la gente es muy indisciplinada, se pone de pie y no nos dejaron ver bien, habiendo llegado tres horas antes". Una sucesi¨®n de impresionantes fuegos artificiales despidieron a los Reyes este a?o. Solo queda esperar a la ma?ana del 6 de enero: los ni?os m¨¢s inquietos madrugar¨¢n para despertar a sus padres y darse un atrac¨®n de regalos; los m¨¢s malos, carb¨®n.
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