Las cuestas de Ciutat Meridiana
Entidades y vecinos del barrio m¨¢s pobre de Barcelona lamentan la dejadez de la Administraci¨®n
"?Este qu¨¦, entra o sale?". Fili Bravo, presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de Ciutat Meridiana, se?ala a un hombre cargado con muebles y cajas. ?Mudanzas? Bravo esboza una sonrisa triste: seg¨²n ¨¦l, solo puede ser alguien que se marcha antes de que le desahucien o alguien que por unos 400 euros ha conseguido que le revienten la puerta de un piso vac¨ªo. El grave problema de la vivienda en Ciutat Meridiana se suma al paro y a la pobreza que ha dejado la crisis en este barrio, el que tiene la renta m¨¢s baja de Barcelona. Vecinos y entidades lamentan la dejadez de la Administraci¨®n.
Construido en los a?os sesenta en un terreno que anteriormente hab¨ªa sido descartado para un cementerio por la mala orograf¨ªa y las humedades, las principales calles de Ciutat Meridiana serpentean como los senderos de las monta?as: buscan el camino con menos pendiente, lo que los hace interminables. En medio, altos bloques de pisos, cuestas empinadas y ascensores y escaleras mec¨¢nicas que buscan facilitar la movilidad. A los lados, Collserola, el tren y una ancha autopista.
"En este barrio no notamos los cambios, no interesamos a los pol¨ªticos", lamenta Bravo, que no cree que el equipo de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sea muy diferente del anterior. "Faltan infraestructuras, dinamizar el comercio y la gente, acabar con el paro y los desahucios", enumera. Sin embargo, la relaci¨®n con las instituciones ha mejorado mucho respecto a 2014, cuando unos vecinos, despu¨¦s de parar uno de tantos desahucios, asaltaron la sede de los Servicios Sociales.
Con el paso de la crisis, Ciutat Meridiana ha perdido poblaci¨®n y ahora cuenta con algo m¨¢s de 10.000 habitantes. La tasa de desempleo (15,9%) dobla a la de Barcelona, y la inmigraci¨®n en el barrio es diez puntos superior a la media de la ciudad.
"El ambiente del barrio est¨¢ muy enrarecido, hay mucho trapicheo, calles sucias...", asegura una vecina. Culpa a los extranjeros del estado del barrio, una zona que acogi¨® a la inmigraci¨®n andaluza en los sesenta y que ahora atrae a paquistan¨ªes y ecuatorianos. "Educar en la integraci¨®n y la multiculturalidad es precisamente uno de nuestros objetivos", explica Antoni Parrilla, director del PES Cru?lla, uno de los centros sociales del barrio con proyectos educativos y de formaci¨®n profesional. La finalidad del tejido social del barrio, seg¨²n Parrilla, tiene que ser revertir la situaci¨®n mediante la educaci¨®n: "Cohesionar, mejorar la convivencia".
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