El abrupto fin del sue?o de Desir¨¦e Vila, acr¨®bata de ¨¦lite de 16 a?os
La amputaci¨®n de una de sus piernas acab¨® en un juicio contra el traumat¨®logo que la atendi¨® en Vigo
¡°Solo notaba que mi pie estaba fr¨ªo y era consciente de que no estaban haciendo nada para remediarlo, incluso se lo coment¨¦ a mis padres y a los enfermeros¡±, declar¨® la gimnasta acr¨®bata Desir¨¦e Vila ante el tribunal que esta semana juzg¨® en Vigo al traumat¨®logo Pedro Larrauri que le atendi¨® en el centro m¨¦dico El Castro antes de que a la deportista le acabaran amputando una pierna en el hospital de Povisa.
El 26 de febrero de 2015, Desir¨¦e, que entonces ten¨ªa 16 a?os, se lesion¨® la rodilla al hacer un salto mortal en una cama el¨¢stica cuando entrenaba en su club deportivo. Acababa de participar en la competici¨®n mundial de 2014 y se estaba entrenando para las pruebas europeas. Mientras afronta su futuro con ayuda psicol¨®gica, la joven gimnasta todav¨ªa est¨¢ aprendiendo a caminar con una pr¨®tesis e intenta reconducir su vida en torno al deporte.
Las claves de su fat¨ªdico final se centraron en los cuatro d¨ªas siguientes al accidente, cuando su pierna se agrav¨® por una lesi¨®n arterial que result¨® irreversible y en los que la falta de informes m¨¦dicos ha a?adido m¨¢s interrogantes al caso. Despu¨¦s de escuchar a peritos y testigos, tanto a favor como en contra del traumat¨®logo, el ¨²nico procesado en la causa se declar¨® inocente: ¡°Nunca pens¨¦ que esta lesi¨®n iba a acabar as¨ª, el primer sorprendido y entristecido fui yo, le deseo lo mejor a Desir¨¦e¡±, dijo Pedro Larrauri al tribunal.
Pero el Ministerio Fiscal no cambi¨® un ¨¢pice su escrito de acusaci¨®n y pidi¨® para ¨¦l dos a?os de prisi¨®n, cuatro de inhabilitaci¨®n para el ejercicio de la profesi¨®n y el pago de una indemnizaci¨®n de m¨¢s de dos millones de euros. En l¨ªnea con los principales argumentos de la fiscal¨ªa, la acusaci¨®n particular solo elev¨® un a?o m¨¢s la pena de c¨¢rcel para el m¨¦dico.
El fiscal interrog¨® al m¨¦dico sobre los primeros momentos del ingreso de la paciente y le pregunt¨® por qu¨¦ no hab¨ªa ido inmediatamente a verla cuando estaba de guardia y lo hizo al d¨ªa siguiente a pesar de la lesi¨®n y los s¨ªntomas que se hab¨ªan presentado. Larrauri contest¨® que aunque no se encontraba en aquellos momentos en el hospital s¨ª estaba localizable. ¡°Si el m¨¦dico de guardia hubiese visto s¨ªntomas de isquemia me lo habr¨ªa dicho y yo hubiese ido corriendo¡±, asegur¨®.
En aquellos momentos se constat¨® que hab¨ªa pulso de circulaci¨®n sangu¨ªnea en la pierna, aunque no abundante debido al gran hematoma en la rodilla. Pero hubo una segunda llamada del m¨¦dico de guardia para alertar a Larrauri que la paciente no mov¨ªa los dedos y ten¨ªa poca sensibilidad, pero tampoco esta vez el acusado acudi¨® al hospital. ¡°No tuve ninguna sospecha de que ella tuviese isquemia ni lesi¨®n arterial y las pruebas m¨¢s espec¨ªficas no se pidieron para no molestar a la paciente si no hab¨ªa riesgo¡±, aclar¨® el acusado.
Sin embargo, la versi¨®n del m¨¦dico fue desmontada por una enfermera cuando declar¨® que antes de que el m¨¦dico visitara a la gimnasta detect¨® que su pulso era muy d¨¦bil. El acusado no solo se defendi¨® diciendo que ¡°la medici¨®n de la enfermera no era fiable¡± sino que afirm¨® que ¡°el doctor de Povisa tuvo que amputar y me culp¨® a m¨ª de ello¡±.
Las acusaciones concluyeron que la demora en hacer un diagn¨®stico por parte del doctor Larrauri fue un fallo vital. Ante una posible lesi¨®n de la arteria popl¨ªtea, si a la ni?a la hubiesen derivado a tiempo al servicio de cirug¨ªa vascular, le habr¨ªa salvado la pierna ¡°porque la amputaci¨®n era perfectamente previsible y evitable con un adecuado diagn¨®stico primero y terap¨¦utico despu¨¦s", ha sostenido el abogado de la acusaci¨®n particular.
El m¨¦dico Pedro Larrauri afirm¨® que la paciente estaba mejorando y la pierna no corr¨ªa peligro cuando fue trasladada a Povisa. Adem¨¢s aleg¨® que una falta de oxigenaci¨®n en la pierna obligar¨ªa a cortarla en seis horas y, sin embargo, pasaron seis d¨ªas, dos de ellos en otro hospital donde la amputaron al confundir una lesi¨®n neurol¨®gica con isquemia.¡±
Mientas la defensa del acusado reproch¨® al tribunal que no fuese citado como testigo al cirujano de Povisa que tuvo que amputar la pierna de Desir¨¦e y denunciando que el historial de este hospital no estaba claro, para el fiscal la actuaci¨®n por parte de la cl¨ªnica El Castro plantea serios interrogantes. "Fue de todo menos transparente y se demostr¨® que ocultaron informaci¨®n m¨¦dica", asegur¨®.
Record¨® el fiscal que durante la instrucci¨®n del caso, cuando se solicitaron datos al centro m¨¦dico donde ingres¨® la paciente, un perito se percat¨® de que se hab¨ªa manipulado la base de datos con el borrado de unos documentos y la rectificaci¨®n de otros, dando lugar a la apertura de nuevas diligencias por el juzgado.
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