El sorprendente caso Vidal
El Estado catal¨¢n independiente que quieren construir Vidal y los suyos no es democr¨¢tico ni Estado de derecho; es totalitario
Las afirmaciones del juez Santiago Vidal en sus recientes actos de agitaci¨®n y propaganda por pueblos y ciudades de Catalu?a, dadas a conocer la semana pasada por este peri¨®dico en un caso ejemplar de buen periodismo, han dado lugar a un gran revuelo. En los sectores no independentistas las reacciones han sido diversas, variando desde la incredulidad hasta la estupefacci¨®n. ?Ad¨®nde hemos llegado?, se preguntan muchos. Pero las reacciones m¨¢s curiosas han sido las del mundo independentista, donde la indignaci¨®n contra el juez ha sido muy visible, no sabemos si porque ha revelado, de forma imprudente, toda una conjura en marcha que se deb¨ªa mantener en secreto o porque jugaba de farol para animar a un personal crecientemente deca¨ªdo que desconf¨ªa cada vez m¨¢s de las promesas de sus l¨ªderes.
Yo m¨¢s bien me inclino por esto ¨²ltimo. Vidal se cree una vedette, tiene el ego muy subido y le ha encontrado gusto en hacer ver, ante un p¨²blico entregado, que ¨¦l conoce el meollo oculto de los procedimientos para alcanzar la independencia. ¡°Todo est¨¢ perfectamente pensado y preparado, la independencia ser¨¢ una paso f¨¢cil porque el mundo ¡ªmundial¡ª la est¨¢ esperando con anhelo¡±, ha venido a decirles Vidal a sus oyentes. ¡°Es cosa de meses, de muy pocos meses¡±, ha a?adido con la vanidad del que quiere aparentar que est¨¢ en la intr¨ªngulis de la conspiraci¨®n.
Lo m¨¢s probable es que algunas de sus afirmaciones sean ciertas y otras no, quiz¨¢s algunas se han intentado, o han pasado por la imaginaci¨®n de alguien, pero no pueden afirmarse como verdades de la manera tan rotunda como hace el juez en las intervenciones p¨²blicas que hoy pueden verse en las redes sociales. Como escrib¨ªa gr¨¢ficamente en su art¨ªculo del lunes Llu¨ªs Bassets, no es lo mismo hablar con el Mossad que con Pilar Rahola, aunque quiz¨¢s algo tengan que ver. Sea como fuere, el asunto est¨¢ en manos de la Fiscal¨ªa y esperemos que se practiquen todas las averiguaciones necesarias para aclararlo. No obstante, mientras el fiscal act¨²a, son pertinentes tres consideraciones.
En primer lugar, Vidal no es el primero, ni el m¨¢s importante, que miente ¡ªen el caso de que as¨ª sea¡ª en todo ese proceso independentista. Desde el principio se han prodigado las mentiras. Quiz¨¢s la m¨¢s importante, el mal c¨¢lculo de las llamadas balanzas fiscales que condujo a aquella palanca del odio a Espa?a y a los espa?oles que se resumi¨® en el eslogan ¡°Espa?a nos roba¡±.
Ya no se habla de aquello porque era falso, lo admiti¨® al final de su mandato el conseller Mas Collell. Pero tuvo que ser un equipo dirigido por el economista ?ngel de la Fuente quien desvel¨® tal falsedad de forma incontrovertible. Las posverdades no son una moda actual, siempre las ha habido, y aquella fue una de ellas. Aunque hubo muchas otras, empezando por los historiadores empe?ados en mantener que Catalu?a fue un Estado soberano hasta 1714 y que all¨ª empez¨® su decadencia.
En segundo lugar, Vidal ha demostrado con sus peroratas lo dif¨ªcil que es acceder a la independencia. Se necesitan pr¨¦stamos en cantidades incalculables, importantes apoyos de pa¨ªses extranjeros, el acuerdo de la OTAN y de la UE, datos fiscales de todos los ciudadanos de Catalu?a¡ Es decir, todo lo que confesaba que hac¨ªan a espaldas del Estado para que ¨¦ste no se enterara. Por tanto, de f¨¢cil y r¨¢pido nada de nada, extraordinariamente dif¨ªcil. Pero no dec¨ªa que toda esta extra?a conspiraci¨®n al margen de la ley no servir¨ªa para el objetivo buscado porque ning¨²n Estado extranjero reconocer¨ªa a quienes tan arteramente, al margen de las reglas m¨¢s elementales del derecho, se comportan. Si lo que dec¨ªa fuera verdad, y quiz¨¢s lo es, la independencia es imposible.
Finalmente, el Estado catal¨¢n independiente que quieren construir Vidal y los suyos, aquellos que le escuchaban y callaban al o¨ªr tales barbaridades, no es un Estado democr¨¢tico ni un Estado de derecho: jueces y funcionarios previamente seleccionados en funci¨®n de ser adeptos al nuevo r¨¦gimen, y expulsi¨®n de los restantes, configuran un Estado totalitario. Vidal no es un independentista cualquiera sino hasta ahora uno de los m¨¢s significados y, adem¨¢s, juez de profesi¨®n. ¡°Los tenemos a todos controlados, sabemos su nombres¡±.
Da miedo pensar en que ¨¦l o personas como ¨¦l puedan llegar al poder y regir nuestras vidas. Lo que mal empieza mal acaba.
Francesc de Carreras es profesor de Derecho Constitucional.
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