Cervantes se convierte en Miguel de Alcal¨¢
Una exposici¨®n sobre el autor de 'El Quijote' en su localidad natal cierra los homenajes por el IV centenario de su muerte
El d¨ªa que muri¨® Miguel de Cervantes, el Ayuntamiento de su localidad natal, Alcal¨¢ de Henares, aprob¨® ¡°hacer 50 achatas de dos libras de cera para la procesi¨®n de los patrones de la villa¡±, los Santos Ni?os. Las actas de aquel 22 de abril de 1616 no tuvieron gesto alguno con el que hoy es su hijo m¨¢s ilustre. El documento es una de las joyas de la muestra Miguel de Alcal¨¢ y Cervantes Saavedra, que trata de dar a conocer diferentes elementos relacionados con el escritor. La exposici¨®n ha sido inaugurada este viernes y permanecer¨¢ abierta hasta el 30 de abril en la capilla del Oidor. Con ella, Alcal¨¢ cierra un a?o lleno de homenajes al autor de El Quijote por el IV centenario de su muerte.
En el centro de la ciudad, una imponente figura de Cervantes preside la plaza que lleva su nombre. Al fondo emerge la catedral, sobrevolada por cig¨¹e?as en esta ¨¦poca del a?o. La puerta contigua a la iglesia es la entrada a la capilla del Oidor. En el lugar donde deb¨ªan descansar los restos de un relator real del siglo XV se suceden las exposiciones de una localidad que es un museo al aire libre. ¡°La muestra es un motivo m¨¢s para venir. Es ¨²nica y valiosa porque en ella se pueden observar piezas excepcionales donadas por la Biblioteca Nacional y la Real Academia de la Lengua¡±, subraya el alcalde, Javier Rodr¨ªguez Palacios. Estas dos instituciones han cedido varias reliquias, aunque el 80% del material expuesto es de propiedad municipal. Algunas de ellas ya formaron parte de la muestra Miguel de Cervantes: de la vida al mito que organiz¨® la Biblioteca Nacional en Madrid y que fue clausurada el 29 de mayo.
Tres salas componen una exposici¨®n que se podr¨¢ visitar de martes a domingo de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 de forma gratuita. El recorrido comienza en el baptisterio de la antigua Iglesia de Santa Mar¨ªa La Mayor. En el centro, la pila en la que fue bautizado Cervantes el 9 de octubre de 1547. Realmente se trata de la reconstrucci¨®n de aquella pila, en la que se incrustan algunas de las piedras originales. Las dem¨¢s est¨¢n depositadas en la Real Academia de la Lengua y han sido tra¨ªdas para la ocasi¨®n. A escasos pasos se halla la prueba definitiva del origen del escritor: un libro sacramental abierto por la p¨¢gina 21, aquella que contiene su partida de bautismo. El documento se guarda habitualmente en dependencias municipales y, debido a su importancia, estar¨¢ custodiado. Los agentes municipales tambi¨¦n vigilar¨¢n una obra genuina: el retrato de Cervantes que realiz¨® el pintor y erudito Juan de J¨¢uregui.
El rostro del escritor
En el pr¨®logo de sus Novelas Ejemplares, Cervantes afirma que su contempor¨¢neo hizo el dibujo que, con el paso de los a?os, se ha convertido en la imagen m¨¢s famosa del autor de El Quijote. Sin embargo, ni los historiadores ni los cervantistas aceptan el rostro como aut¨¦ntico. Algunos, incluso, ponen en duda de que ambos se hubiesen conocido. El retrato decora la sala principal de la Real Academia de la Lengua y su presencia hace especialmente relevante esta exposici¨®n. El cuadro solo ha salido de la instituci¨®n en tres ocasiones anteriores: una cuando la academia cambi¨® de sede, otra para mostrarse en el Museo del Louvre de Par¨ªs y otra para la exposici¨®n sobre Cervantes del a?o pasado en Madrid.
¡°La intenci¨®n es unir el nombre de Cervantes al de la localidad y aqu¨ª disponemos de papeles, pergaminos y otros documentos que lo hacen¡±, ha enfatizado el historiador Jos¨¦ Mar¨ªa Nogales, comisario de la muestra, durante su inauguraci¨®n este viernes. En su opini¨®n, la exposici¨®n trata de poner en valor un elemento inmaterial, el esp¨ªritu cervantino. ¡°Termina el a?o, pero no el v¨ªnculo Cervantes-Alcal¨¢¡±.
La segunda de las salas (todas est¨¢n unidas por un friso que relaciona Alcal¨¢ con el escritor) descubre al visitante el arca del concejo, un ba¨²l de madera con un sofisticado sistema de tres cierres que los Reyes Cat¨®licos obligaron a construir en todas las ciudades en 1501 para guardar expedientes municipales. Uno as¨ª fue utilizado en su d¨ªa por Cervantes, que durante un tiempo trabaj¨® como recaudador de impuestos. En una especie de simbolismo, la estancia almacena ingente material sobre la vida del escritor, el pasado de su familia y la ciudad durante aquella ¨¦poca. En un pasillo repleto de espejos que lleva a la tercera sala irrumpen varios bustos del autor de El Quijote. Una vez en el recinto final, el m¨¢s iluminado, una selecci¨®n de cuadros de autores locales con tem¨¢tica cervantina decoran las paredes. A continuaci¨®n, una selecci¨®n de grabados y l¨¢minas de la Biblioteca Nacional que reproducen las ciudades donde vivi¨® Cervantes. Porque, aunque alcala¨ªno, el autor de El Quijote es un genio universal.
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