El traje que te hace viejo
El Hospital de Getafe adquiere dos simuladores que permiten a los m¨¦dicos entender c¨®mo se sienten los ancianos y mejorar su comprensi¨®n del paso del tiempo
¡°La vejez no se puede explicar con mol¨¦culas, hay que sentirla¡±, sostiene Stefan Walter, investigador en el Hospital Universitario de Getafe. Solo as¨ª se puede comprender a la octogenaria que no logra cruzar el sem¨¢foro mientras est¨¢ en verde. O al anciano que va a pagar en la caja del supermercado, busca monedas en su bolsillo ante la impaciencia general y, al encontrarlas, se le caen al suelo. El centro ha adquirido dos trajes que simulan las dificultades a las que se enfrentan los ancianos en su d¨ªa a d¨ªa. Con ellos investigan la forma de ralentizar los efectos del envejecimiento. La otra finalidad es que la sociedad conozca c¨®mo se siente una persona mayor y as¨ª favorecer la empat¨ªa y h¨¢bitos de vida saludables.
¡°Ninguna persona con 30 a?os se puede imaginar lo que es tener 70 y sufrir problemas de visi¨®n, de equilibrio o de audici¨®n¡±, manifiesta Walter. Gracias a este simulador, ahora s¨ª es posible. El traje est¨¢ formado por diversos elementos. Cada uno de ellos posibilita experimentar las limitaciones de un anciano. Un juego de gafas especiales altera la percepci¨®n del color, restringe el campo visual o causa borrosidad. Unas orejeras disminuyen la audici¨®n y un collar¨ªn limita la movilidad de la cabeza. Por culpa de un chaleco que pesa entre dos y cuatro kilos se curva la columna. Caminar genera inestabilidad y cualquier desplazamiento necesita de un mayor esfuerzo f¨ªsico. ¡°Me siento cansado, agotado, como si en el desplazamiento de 150 metros hubiese hecho seis o siete kil¨®metros¡±, afirma Rodrigo P¨¦rez.
Rodrigo tiene 62 a?os y asegura haberse sentido como una persona con 90. ¡°He tenido una limitaci¨®n continua¡±. Mientras portaba el traje, ha querido tomar un caf¨¦ y le ha sido casi imposible: ¡°No pod¨ªa mover las manos¡±. Eva L¨®pez tambi¨¦n ha examinado el simulador: ¡°He tenido una sensaci¨®n de agobio tremenda. Estoy acostumbrada a andar deprisa y no pod¨ªa. Cuando lo hac¨ªa, me mareaba, me iba para los lados. No ten¨ªa estabilidad y caminaba con mucha inseguridad¡±. Eva, de 48 a?os, afirma haber aprendido algo con la experiencia. ¡°Tengo muy poca paciencia con las personas mayores. Acabo de darme cuenta de que si no hacen las cosas no es porque no quieran, sino porque est¨¢n muy limitadas¡±. Y eso que a¨²n no hab¨ªa probado los guantes que, mediante unas peque?as descargas el¨¦ctricas, simulan temblor de manos y dificulta coger objetos.
Achaques de la edad
¡°Los dolores y las dificultades son situaciones sobrevenidas con la edad, pero podemos intentar que ocurran m¨¢s tarde¡±, revela Walter. La intenci¨®n es reducir el espacio en el que se vive con limitaciones. ¡°La esperanza de vida en Espa?a es de 85 a?os, pero de qu¨¦ te sirve si los ¨²ltimos 15 lo est¨¢s pasando mal porque no puedes salir de casa¡±, incide. La geriatra Marta Checa explica que al cumplir a?os los cambios fisiol¨®gicos son naturales, pero advierte de que se puede llegar en distinta situaci¨®n a los 80. ¡°Tenemos que intentar ser independientes el mayor tiempo de vida posible. Cuando la dependencia se ha establecido, lleva a una cascada inevitable hasta la muerte¡±.
El aumento del envejecimiento de la poblaci¨®n en los pa¨ªses desarrollados est¨¢ obligando a cambiar la percepci¨®n de la vida. El segmento de mayor edad concentra cada d¨ªa m¨¢s atenciones. Solo en la Comunidad de Madrid existen 1,1 millones de personas con m¨¢s de 65 a?os, el 17,5% de la poblaci¨®n. Con frecuencia, la vejez est¨¢ asociada a la enfermedad, pero esto no tiene porqu¨¦ ser as¨ª. ¡°Envejecer no significa estar en una silla y ser dependiente. Se puede envejecer bien y con calidad de vida. Para eso tenemos que ser conscientes y actuar¡±, revela Checa, miembro del equipo de investigaci¨®n del doctor Locadio Rodr¨ªguez Ma?as. Propone cambiar los h¨¢bitos de vida, tener una buena alimentaci¨®n pero, sobre todo, hacer ejercicio. ¡°Hay que individualizar las pautas, porque no hay unos patrones generales¡±.
As¨ª fue c¨®mo naci¨® Midfrail, un estudio europeo que trata de medir la efectividad de los programas de ejercicio f¨ªsico y estudiar qu¨¦ pautas hay que desarrollar para mejorar la vida de los ancianos. Es solo uno de los cuatro proyectos europeos de investigaci¨®n que lidera el equipo de geriatr¨ªa del hospital de Getafe, con un montante total de 25 millones de euros. Los dos trajes de simulaci¨®n han llegado desde Alemania, apenas hay ocho en Espa?a (todos vinculados a la universidad o a la empresa privada) y han costado 4.500 euros. La partida ha sido cargada al programa Frailomic, que intenta esclarecer los factores y criterios de diagn¨®stico de la fragilidad en personas mayores.
Criterios de la fragilidad
¡°Desde 2001 hay unos criterios establecidos para detectar esa fragilidad. Nos hemos dado cuenta de que probablemente no sean suficientes. Queremos ver qu¨¦ otras cosas son importantes, tanto a nivel f¨ªsico como anal¨ªtico, porque este s¨ªndrome no se detecta, no hay una anal¨ªtica que lo revele¡±, insiste Checa. Su compa?ero Walter da un paso m¨¢s: ¡°Los genes siempre est¨¢n, pero no son determinantes. Tratamos de identificar los factores gen¨¦ticos que generan m¨¢s riesgo, pero tambi¨¦n hay otros capaces de recuperar la fragilidad, que se puede revertir, algo que resulta imposible con la discapacidad¡±.
La escritora francesa Simone de Beauvoir present¨® en sus obras la vejez como un problema de marginaci¨®n. Los ancianos conmueven porque comparten demasiadas cosas con la muerte, est¨¢n vivos, pero para la gran mayor¨ªa ya no est¨¢n en este mundo, son las afueras. Con frecuencia, se ha asociado vejez con enfermedad, lo que para los expertos es una falacia. ¡°La fragilidad solo es un s¨ªndrome de vulnerabilidad. Con cambios en los h¨¢bitos de vida y con ejercicio, el paciente puede mejorar¡±, afirma la doctora Checa. Relata que su equipo ha conseguido en dos o tres meses mejoras notables con pacientes que antes no pod¨ªan ducharse solos y que ahora vuelven a hacerlo. ¡°Es solo un ejemplo de lo que se puede conseguir porque, de momento, no existe una pastilla para evitar la fragilidad¡±.
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