Juicio a un guardia civil por colaborar con distribuidores de droga
El agente, que afronta 13 a?os de prisi¨®n, supuestamente particip¨® en la venta de estupefacientes y pasaba informaci¨®n confidencial al grupo
La secci¨®n sexta de la Audiencia de Santiago juzgar¨¢ a partir de este lunes a un guardia civil del puesto de Santa Comba (A Coru?a), R.M.G., acusado de integraci¨®n en una red de vendedores de drogas de dise?o (MDMA), coca¨ªna y hach¨ªs que operaba en este provincia, adem¨¢s de facilitar informaci¨®n confidencial al grupo para dificultar la investigaci¨®n que realizaba la polic¨ªa contra el tr¨¢fico de estupefacientes.
El agente, cabo primero cuando sucedieron los hechos, se enfrenta a una condena de 13 a?os de prisi¨®n y otros tantos de inhabilitaci¨®n especial que solicita el Ministerio Fiscal por los delitos contra la salud p¨²blica, revelaci¨®n de secretos y falsificaci¨®n de documentos oficiales, adem¨¢s de casi 21.000 euros en concepto de multas.
El guardia, que resid¨ªa en Santiago, particip¨® junto a otros 11 acusados en supuestas entregas de estupefacientes que de forma coordinada distribu¨ªan entre compradores habituales de la banda, seg¨²n la acusaci¨®n. La Fiscal¨ªa pide para ellos condenas de entre cuatro y siete a?os de prisi¨®n y multas que suman los 200.000 euros.
En noviembre de 2011 se descubri¨® la implicaci¨®n del guardia civil cuando pas¨® a otro de los acusados en este proceso una bolsa con estupefacientes en una gasolinera cerca de Santa Comba y mantuvo reuniones con los cabecillas del grupo en Santiago. Adem¨¢s, el agente redact¨® unas diligencias policiales falsas sobre un accidente de circulaci¨®n que supuestamente hab¨ªa sufrido uno de los traficantes por la interrupci¨®n en la v¨ªa de un jabal¨ª. Dicho documento fue presentado por el acusado, J. A.C.V., en la oficina del INEM de Fonti?as, en Santiago, para justificar su incomparecencia en dicho organismo y paralizar la imposici¨®n de la sanci¨®n de cese en el pago de la prestaci¨®n por desempleo que estaba percibiendo.
Dos meses despu¨¦s, el agente accedi¨® desde el terminal inform¨¢tico de su lugar de trabajo a las bases de datos informatizadas de la Secci¨®n Tr¨¢fico de la Guardia Civil. La consulta ten¨ªa por objeto averiguar la titularidad de los dos veh¨ªculos que utilizaban los funcionarios de la polic¨ªa nacional para realizar seguimientos y vigilancias al grupo en los alrededores de Santiago.
El cabo inform¨® al principal cabecilla de la banda, D.V.F., de las matr¨ªculas de los coches y que ¡°dichos veh¨ªculos eran utilizados por la Secretaria de Estado para la Seguridad, dificultando con ello las labores de investigaci¨®n¡±, afirma el fiscal en su escrito de acusaci¨®n. El agente lleg¨® a facilitar informaci¨®n a la red de hasta cuatro veh¨ªculos que empleaba la brigada antidroga de la polic¨ªa y los d¨ªas concretos que hab¨ªan realizado seguimientos a los acusados.
La polic¨ªa comenz¨® a realizar seguimientos a la red en abril de 2011 cuando descubri¨® que D.V.F., al que se le intervino un arma, hab¨ªa comprado 10 kilogramos de piperonal para la elaboraci¨®n de drogas de dise?o a una empresa de Santiago que suministraba material cl¨ªnico a centros hospitalarios y laboratorios. Para ello utilizaba a una persona interpuesta que desconoc¨ªa la finalidad del medicamento.
D¨ªas despu¨¦s, D.V.F. encarg¨® a la misma empresa de Santiago 500 kilogramos de borohidruro de sodio y nitroetano. Todas las sustancias eran almacenadas en el domicilio familiar del presunto traficante en la localidad coru?esa de Bri¨®n desde donde se preparaban los estupefacientes para su venta.
Desde entonces, el grupo realiz¨® m¨²ltiples entregas de coca¨ªna que eran vendidas principalmente en locales de ocio de A Coru?a, aunque se constat¨® que ten¨ªa contactos con redes de traficantes de Arousa para proveerse de mercanc¨ªa. All¨ª uno de sus contactos era un individuo que hac¨ªa las entregas de hach¨ªs en la localidad de Catoira.
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