Whisky, humo y Gloria (Fuertes)
Una muestra en el Centro Cultural de la Villa celebra el centenario del nacimiento de la poeta madrile?a
Sus genuinos versos, plagados de animales, funcionaron mejor que la leche de crecimiento para varias generaciones. Conocimos, principalmente, a la Gloria Fuertes que la posguerra, el franquismo y la Transici¨®n quisieron ense?arnos. Pero fuera, en Estados Unidos, por ejemplo, la historia era otra: beca Fullbright en mano, esta joven escritora nacida en Lavapi¨¦s, cruz¨® el Atl¨¢ntico para impartir clase en la Universidad de Bucknell. ¡°Nadie quiere borrar a la Gloria Fuertes dedicada a los ni?os¡±, explica la comisaria de Gloria Fuertes, centenario, Paloma Porpetta, ¡°pero se muri¨® con el deseo de que conoci¨¦ramos a las dos; ella escrib¨ªa para todos, de cero a 99 a?os¡±.Poeta, desgarradora escritora de cotidianidades, pacifista, feminista, valiente, bisexual... ¡°Ella amaba, mucho, sin importar el g¨¦nero¡±, apunta Porpetta. Todo esto era Fuertes, aunque haya hecho falta que se cumplieran cien a?os de su nacimiento para leer todo lo que nunca le le¨ªmos: met¨¢foras y aliteraciones, diarios, cartas y art¨ªculos in¨¦ditos o publicados fuera de Espa?a. Gran parte de su obra desconocida est¨¢ expuesta, como un pasaporte al pasado, hasta el 14 de mayo en el Centro Cultural de la Villa.
Un viaje que acaba con una sala de colores, donde ¡°quien quiere ver, ve¡±, cuenta el dise?ador del montaje, Jos¨¦ Luis Paulete, en referencia al gui?o a la bandera LGTBI de esa estancia. Pero que comienza con negros, azules y rojos ¡ªtonos tristes, m¨¢s tr¨¢gicos¡ª y con m¨²sica de la resistencia republicana. ¡°A los catorce me pill¨® la guerra y a los quince muri¨® mi madre, se fue cuando m¨¢s falta me hac¨ªa¡±, escribi¨® Fuertes.
¡°Es una etapa triste, con el horizonte de Lavapi¨¦s como inspiraci¨®n, que era una arrabal entonces¡±, apunta Paulete. Y sigue Gloria, en las paredes: ¡°En Madrid llov¨ªa metralla, llov¨ªan muertos¡±; ¡°Aquello era un cementerio, con muertos al aire libre¡±. Quiso y cuid¨® a sus amigos (entre los que estaban Paco Nieva), que eran m¨¢s que su familia. Y am¨® tanto... ¡°Me matas, majo¡±, le dedic¨® a su enamorado durante la contienda, Manolo, una de las conquistas que anot¨® en su cuaderno. Porque ella lo apuntaba todo: desde 1930, su vida est¨¢ documentada en libretas.
Escrib¨ªa en Madrid, en su mesita de brasero, que puede verse en la exposici¨®n, con su m¨¢quina de escribir: ¡°Mi primer juguete (...) alquilada¡±. Escrib¨ªa y montaba en bicicleta, y en moto, y viajaba a M¨¢laga a ver el mar, y sub¨ªa a la sierra ¡ªque echaba en falta en Nueva York¡ª, donde recitaba, como en la radio, junto a su amada Phyllis Turnbull, cuya muerte la destroz¨®. ¡°Se queda destruida, pero literariamente es imparable¡±, explica la comisaria. La muerte de Phyllis en 1971, deja a la poeta ahogada en whisky y humo de tabaco, pero, al mismo tiempo, gan¨® reconocimiento. ¡°E hizo una fortuna con los cuentos para ni?os¡±, apunta Porpetta.
A Gloria Fuertes hay que contextualizarla, en el Madrid de los a?os veinte, por eso vive y escribe as¨ª. Fue una escritora ¡°borrada de todas las antolog¨ªas; son m¨¢s expertos investigando sobre ella fuera que en Espa?a¡±, a?ade la comisaria.
En esta muestra, Fuertes no solo es protagonista, sino casi anfitriona ausente. As¨ª se siente: est¨¢ en las vitrinas; en las paredes; en las actividades que su ciudad natal le dedica este a?o. Se la revive en fotos, en libros, suspendidos en el aire, ajenos al paso del tiempo.
Cuando el viajero termina de recorrer la exposici¨®n, se reencuentra con esa autora. Esa que un d¨ªa crey¨® conocer. ¡°Ella siempre tiene un verso ¨²ltimo que te da la vuelta al poema y te obliga a volver a leerla¡±, cierra la comisaria, delante de un gran cuadro donde Gloria Fuertes aparece como la recordamos: sonriente, paciente, gris y grande.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Gloria Fuertes
- Zona Lavapi¨¦s
- Poetas
- Centenarios
- Poes¨ªa
- Aniversarios
- Literatura
- Cultura
- Eventos
- Sociedad
- Barrio Embajadores
- Distrito Centro
- Madrid
- Distritos municipales
- Comunidad de Madrid
- Espa?a
- Ayuntamiento Madrid
- Ayuntamientos
- Gobierno municipal
- Administraci¨®n local
- Pol¨ªtica municipal
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica