El acueducto Arrimadas
Con el hundimiento de Converg¨¨ncia y la aparici¨®n de una izquierda populista y antisistema, Catalu?a se ha quedado sin centro. Es una oportunidad para Ciutadans

In¨¦s Arrimadas va a llegar pronto a los escollos del dilema que en Ciudadanos de Catalu?a pueden marcar una divisoria entre el presente y su futuro, con las tensiones de naturaleza varia que van a explayarse en el pr¨®ximo debate congresual. ?Debe Ciudadanos atenerse de modo estricto a su entidad fundacional o m¨¢s le conviene al mismo tiempo ampliar sus caladeros? Encauzar la sem¨¢ntica pol¨ªtica de ese debate puede ser fundamental para que, si se propugna de forma consistente y clara, el partido consiga menguar las tensiones internas y marcarse objetivos.
Factores de mucho peso se sumaron para que Ciudadanos emergiera como partido y ahora sea en el parlamento de Catalu?a el principal partido de la oposici¨®n. Desde el nacionalismo ya expl¨ªcitamente secesionista, las acusaciones de neofalangismo o lerrouxismo han sido tan intensas como carentes de argumentaci¨®n, al tiempo que a Ciudadanos se le negaba espacio medi¨¢tico. Indudablemente, el partido tiene en sus or¨ªgenes un componente reactivo, como era de esperar en una sociedad en la que mientras que el pujolismo ahondaba en su hegemon¨ªa patrimonial, el PSC desconcertaba por su sumisi¨®n y acomplejamientos. Ahora estamos en una suerte de pos-casi todo. En el menos malo de los casos, poscatalanismo.
Con el hundimiento de Converg¨¨ncia y la aparici¨®n de una izquierda populista y antisistema ¡ªcon incomparecencia del PPC¡ª, el panorama pol¨ªtico de Catalu?a se ha quedado sin centro. Sin un centro capaz de atraer los votos del pujolismo, muchos de ellos hist¨®ricamente procedentes de la UCD de Adolfo Su¨¢rez, el mapa pol¨ªtico de Catalu?a es una anomal¨ªa desestabilizadora. Seg¨²n parece, ah¨ª es donde pretende incidir In¨¦s Arrimadas, trazando un acueducto que no tergiverse los or¨ªgenes de Ciudadanos y a la vez permita expandir sus flancos para una maniobra envolvente de captaci¨®n del voto de centro que en estos momentos anda perdido y que la met¨¢stasis p¨²trida de la corrupci¨®n puede tanto convocar a otra tendencia de voto como a abstenerse de modo masivo.
Al menos a primera vista, los partidarios de concentrarse en los principios fundacionales temen una desnaturalizaci¨®n que llevar¨ªa a un abandono de la voluntad inicial para entrar en sendas cripto-nacionalistas o cripto-convergentes. En cambio, quienes optar¨ªan por atraer a las franjas electorales de centro consideran que esa es la oportunidad para convertirse en el eje de un constitucionalismo de anchura que alcanzara a ser clara alternativa de gobierno. Ambas posturas tienen sus razones. El acueducto de In¨¦s Arrimadas consistir¨ªa en que ambas estrategias fuesen compatibles y no antag¨®nicas. Eso es pol¨ªtica de la de verdad. Ampliar los flancos no es renegar de los valores centrales si se hace bien pero ?c¨®mo se hace?
Existe un n¨²cleo conceptual que para Ciudadanos es irrenunciable: constitucionalismo, defensa del pluralismo cr¨ªtico, oposici¨®n a la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, Catalu?a como parte de Espa?a, una Catalu?a biling¨¹e, desarticulaci¨®n de la hegemon¨ªa del lenguaje nacionalista, resistencia frontal a la falacia de la ¡°democracia por encima de la ley¡±.
A partir de ah¨ª, hay margen para remarcar ese espacio, desde ¨¢ngulos que no por distintos son contrapuestos. En paralelo, tambi¨¦n es cierto que la redefinici¨®n de Ciudadanos como partido liberal frente a los que apostaban por la definici¨®n socialdem¨®crata a?ade complicaci¨®n para el trazado del acueducto. Exist¨ªa la v¨ªa con acento de centrismo constitucional ¡ªde naturalidad autonomista¡ª, pero la opci¨®n liberal ya parece asumida estatutariamente.
Sea como sea, para Arrimadas, el dilema marca la estrategia de futuro. Su consistencia sem¨¢ntica ser¨ªa imprescindible para definir nuevas prioridades complementarias y nuevas adhesiones. ?Es eso el poscatalanismo? Esa es m¨¢s bien una de las piezas del mecano, entre otras tantas. No se trata de solicitar o asumir que bloques procedentes de partidos catalanistas se sumen a Ciudadanos sino de ir hacia una integraci¨®n individualizada e inclusiva de modos de entender la vida p¨²blica de Catalu?a. Ser¨ªa un posible trazado del acueducto Arrimadas.
Pudieran poder coexistir la fidelidad a los or¨ªgenes y una idea catalanista que se renueve y adecue, sin ser sustituta de lo que quiso ser el partido de Arrimadas sino un complemento, una de cuyas interconexiones es la integridad constitucional y la adaptaci¨®n del catalanismo cl¨¢sico ¡ªposibilista, pactista e hisp¨¢nico¡ª. En muy buena parte, dejando aparte victimismos, la Constituci¨®n de 1978 satisface de pleno las aspiraciones de aquel catalanismo, hasta el punto de que pierde raz¨®n de ser como bloque pol¨ªtico y coge m¨¢s aliento centrista. No es una suma f¨¢cil. Ocurre con los acueductos.
Valent¨ª Puig es escritor.
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