Un fiscal en la cumbre
Emilio S¨¢nchez Ulled, delegado de Anticorrupci¨®n en Catalu?a, ha logrado en un mes la condena a Mas por el 9-N y la confesi¨®n sobre la financiaci¨®n de CDC
Una abogada del caso Palau quiso invitar a Emilio S¨¢nchez Ulled a un caf¨¦ en una pausa del juicio. El fiscal se resisti¨®. ¡°A ver si van a pensar que recibo algo de Converg¨¨ncia. Cuidadito¡±. Bromeaba. O tal vez no: S¨¢nchez Ulled (Lleida, 51 a?os) sabe que no basta con ser imparcial: hay que parecerlo. Poco dado a compadreos, se ha labrado una fama de fiscal duro, meticuloso y ¡ªpese a los tiempos que corren en el ministerio p¨²blico¡ª independiente.
Si hoy hay un fiscal feliz en Espa?a, es S¨¢nchez Ulled. Cuando la abogada le invitaba a caf¨¦, el saqueador F¨¨lix Millet acababa de confesar la financiaci¨®n ilegal de Converg¨¨ncia. A ese proceso se suma otro en el que se ha apuntado una medalla: la condena al expresident Artur Mas por el 9-N. Son dos juicios hist¨®ricos que se han emitido en directo. Esa exposici¨®n p¨²blica ha descubierto a un fiscal de colmillo, capaz de cargar dos horas contra Mas sin mirar un papel (el expresidente catal¨¢n reconoci¨® su ¡°profesionalidad¡±) y dotado para la iron¨ªa y el humor.
Por preservar su imparcialidad, no quiere que le paguen ni un caf¨¦
Su iron¨ªa no es gratuita, sino un recurso para desarmar a un testigo o para dejar en evidencia a un acusado. En una escena de patio de instituto, el diputado Francesc Homs se acerc¨® al fiscal tras el juicio a Mas. Le reproch¨® que no le hab¨ªa preguntado nada. ¡°Hombre, puedes llamar a Madrid para que me asciendan a m¨ª y pueda preguntarte en tu juicio en el Supremo¡±, le respondi¨®. Homs, por cierto, est¨¢ acusado en el 9-N por culpa de la meticulosidad del fiscal, que hall¨® una carta firmada por ¨¦l en una monta?a de documentos. Otra intervenci¨®n, casi inocente, en el interrogatorio a Jordi Montull, dio pie a un momento memorable del caso Palau. Montull explic¨® que las mordidas pasaron del 3% al 4%. ¡°?Por el coste de la vida?¡±, pregunt¨® el fiscal.
¡°Est¨¢ suelto¡±
¡°Siempre ha sido as¨ª, mordaz... Pero es verdad que est¨¢ suelto¡±, explica un penalista de Barcelona cuyos clientes topan a menudo con ¨¦l. S¨¢nchez Ulled es, desde 2005, delegado de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n en Barcelona. Tras un primer paso por fiscal¨ªas del cintur¨®n rojo, empez¨® a investigar delitos econ¨®micos de la mano de Jos¨¦ Mar¨ªa Mena, entonces fiscal superior de Catalu?a y a quien considera su mentor.
S¨¢nchez Ulled estudi¨® Derecho, pero no quiso ser abogado. Su relaci¨®n con los letrados ¡ªa menudo mejor pagados que ¨¦l¡ª es competitiva. Concibe la sala de vistas como un desaf¨ªo intelectual. Y quiere ganar: con mejores argumentos e ideas m¨¢s brillantes, con discursos mejor labrados.
Esa ambici¨®n intelectual se refleja en la lectura, una de sus pasiones junto a la m¨²sica: S¨¢nchez Ulled devora libros en el autob¨²s, y cada semana llega a la Ciudad Judicial con uno distinto. Prefiere la claridad expositiva de los autores anglosajones, tanto en novela (un Cormac McCarthy, un Philip Roth) como en ensayo (le fascina la historia del pensamiento).
En los juicios saca toda su artiller¨ªa, que pasa por una iron¨ªa mordaz
Libera el estr¨¦s de la lucha contra la corrupci¨®n corriendo por la avenida Diagonal, donde se ha topado con acusados (como Mas). Pero donde est¨¢ su mundo de libertad ¡ªal margen de su familia: est¨¢ casado y tiene tres hijos¡ª es en la monta?a. Se escapa cuando puede a escalar, aunque ahora, con los casos Palau y 9-N, ha coronado ya una cima profesional. La suya, por cierto, es una carrera de fondo: algunos casos con los que empez¨® en Anticorrupci¨®n (Adigsa, Uni¨®) se juzgan ahora.
De izquierdas ¡ªpresidi¨® la Uni¨®n Progresista de Fiscales¡ª, a S¨¢nchez Ulled le han atribuido todo tipo de etiquetas. ?l ha seguido a lo suyo, sin hacer caso a los cantos de sirena. Ni, por supuesto, a las cloacas del Estado, que tambi¨¦n llamaron a su puerta. En 2012, el comisario Marcelino Mart¨ªn Blas intent¨® hacerse con el caso Palau insinu¨¢ndole que ten¨ªa nuevas pruebas. El fiscal vio que no hab¨ªa nada y le invit¨® a salir del despacho. Esa voluntad f¨¦rrea de mantenerse al margen del fango y de las turbulencias ha hecho que reciba acusaciones por tibio, por demasiado prudente. Pero S¨¢nchez Ulled no es un ¡°fiscal de metralleta¡± (la expresi¨®n es de Mena) y no entra en tromba sin pruebas s¨®lidas.
Su independencia es su obsesi¨®n. Por eso no permite que nadie le pague nada. Un a?o, los Mossos d¡¯Esquadra quisieron condecorarle (como ya hab¨ªan hecho Polic¨ªa y Guardia Civil). Rehus¨® educadamente porque, por esas fechas, solicit¨® la absoluci¨®n de unos mossos investigados por presunta corrupci¨®n. Un premio en esas condiciones podr¨ªa interpretarse de forma equivocada.
Su trayectoria internacional es amplia: trabaj¨® dos a?os en la oficina de la OLAF en Varsovia. Y viaja cada a?o, como experto independiente para la Comisi¨®n Europea, a Rumania y Bulgaria. Esas salidas le permiten airearse de los juicios dom¨¦sticos. Como el dur¨ªsimo del caso Hacienda, que acab¨® con la condena del constructor y expresidente del Bar?a Josep Llu¨ªs N¨²?ez. En la vista, S¨¢nchez Ulled se puso como una moto cuando un exinspector reconvertido en abogado cambi¨® de parecer: ¡°Cuando le pag¨¢bamos todos los espa?oles pensaba una cosa; y cuando le paga solo uno, piensa otra¡±. Puro S¨¢nchez Ulled. Sobre la mesa de su despacho, por cierto, reposa ahora un nuevo libro: Esperando a los b¨¢rbaros, de J. M. Coetzee.
Ni de la confianza ni amigo de nadie
A S¨¢nchez Ulled le han salido muchas novias. Tantas como enemigos. Todos han intentado saber de qu¨¦ pie cojea. Se le atribuy¨® (err¨®neamente) ser el "fiscal de confianza" de la exl¨ªder del PP catal¨¢n, Alicia S¨¢nchez Camacho. En su conversaci¨®n con Victoria ?lvarez, la exdiputada dijo que ten¨ªa a un fiscal amigo "en el caso Palau". El nombre de S¨¢nchez Ulled son¨® para sustituir al magistrado Daniel de Alfonso al frente de la Oficina Antifraude de Catalu?a. El cargo lo nombra el Parlament. No lo logr¨®: la investigaci¨®n de la financiaci¨®n irregular no le convierte, precisamente, en un amigo de Converg¨¨ncia. El fiscal compareci¨® en una comisi¨®n parlamentaria para estudiar medidas contra la corrupci¨®n y dio un rapapolvo a los pol¨ªticos. ?Qui¨¦n le felicit¨®? Nada menos que David Fern¨¢ndez, independentista y anticapitalista de la CUP.
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