Entre el miedo y la esperanza
La pol¨ªtica neoliberal es la trampa perfecta: erosiona a la izquierda, alimenta a la ultraderecha y permite que la derecha contin¨²e en el poder como mal menor
Que Europa haya respirado aliviada porque en Holanda ha ganado las elecciones un partido liberal y muy conservador Mark Rutte en lugar del ultraderechista Geert Wilders refleja bien la paradoja paralizante que vive Europa. Ahora resulta que hemos de estar contentos porque ha ganado el partido cuyas pol¨ªticas econ¨®micas neoliberales han llevado a que una parte importante de Europa se sienta m¨¢s vulnerable y menos protegida; las pol¨ªticas responsables de que el miedo se haya convertido en el sentimiento predominante de buena parte del electorado. Es la trampa perfecta: erosiona a la izquierda, alimenta a la ultraderecha racista y xen¨®foba y permite que la derecha liberal contin¨²e en el poder como mal menor. La misma trampa que se cierne ahora sobre las elecciones francesas.
En un interesante cap¨ªtulo del libro ?D¨®nde vas, Europa? (Herder), la soci¨®loga Eva Illouz sostiene que Europa est¨¢ pasando de una crisis de esperanza a una crisis de miedo. Y es cierto, ya no lo vemos, pero la idea de la Uni¨®n y su materializaci¨®n ha sido la m¨¢s fabulosa expresi¨®n de esperanza que la pol¨ªtica haya sido capaz de alumbrar. Unirse con la esperanza de acabar con siglos de conflictos y guerras devastadoras. Pero esa esperanza parece agotada. Tras el Brexit, ¡°el desencanto est¨¢ dando paso poco a poco a un sentimiento de crisis a gran escala, una crisis de miedo¡± dice Illouz. Miedo al futuro, miedo al extra?o, miedo a la desintegraci¨®n, miedo a perder la identidad, y no menos importante, a perder las seguridades b¨¢sicas de la vida protegidas por el Estado de bienestar.
Quienes busquen un diagn¨®stico para la zozobra que nos invade encontrar¨¢n en el libro, coordinado por Miquel Segur¨® y Daniel Innerarity, mucho y buen material de reflexi¨®n porque re¨²ne a 18 fil¨®sofos, pensadores, soci¨®logos y pol¨ªticos llamados a pensar sobre qu¨¦ le pasa a Europa. ¡°La capacidad de generar esperanza es crucial para la pol¨ªtica¡±, dice Illouz. Pero cuando la esperanza da paso al temor, aparecen los monstruos. El triunfo de Obama se debi¨® a que supo generar ilusi¨®n y esperanza. En cambio Trump ha ganado por el voto del miedo. Entre esos dos sentimientos bascula nuestro mundo de hoy. Y aunque la esperanza se imponga en algunos casos, como en las recientes elecciones de Austria, no est¨¢ claro que el miedo no vaya a ganar.
Las fuerzas pol¨ªticas que tratan de capitalizar este estado emocional paralizante tienden a presentar problemas complejos y dif¨ªciles de manejar como una cuesti¨®n de supervivencia. En la sociedad del miedo, problemas como la globalizaci¨®n, la desregulaci¨®n financiera, la desprotecci¨®n social o las migraciones son percibidos como una amenaza. Poco importa que Europa siga siendo percibida como la tierra prometida por los miles de migrantes que huyen de la guerra o del hambre y que est¨¢n dispuestos a poner en riesgo su vida para llegar a ella. Incapaces de convertir los desaf¨ªos del presente en fortalezas para el futuro, los europeos est¨¢n permitiendo que los gestores del miedo dominen el discurso p¨²blico y arrastren al resto de fuerzas pol¨ªticas a los postulados del cierre identitario, las murallas y la seguridad a cualquier precio. Hasta el punto de poner en peligro la propia democracia con la apelaci¨®n a soluciones autoritarias, como advert¨ªa Ulrick Beck en sus ¨²ltimos art¨ªculos.
Si queremos salvar Europa tenemos que recuperar la esperanza. Pero eso exige revocar las pol¨ªticas que, como las que han gobernado Holanda, la mayor parte de Europa y la propia Uni¨®n, al aumentar la desigualdad y la inseguridad, han acabado minando la legitimaci¨®n social del proyecto europeo. Como dice Innerarity, ¡°no hay ninguna raz¨®n para que el avance de la Uni¨®n Europea tenga que seguir una l¨®gica de desregulaci¨®n neoliberal¡±. ¡°En un momento en que tenemos una econom¨ªa desbocada y una pol¨ªtica impotente, la ¨²nica fuente de legitimidad funcional que le queda a Europa es la recuperaci¨®n del equilibrio entre lo pol¨ªtico, lo social y lo econ¨®mico, el rattrapage pol¨ªtico de la econom¨ªa¡±, a?ade. Esta es la receta que se desprende del libro: reforzar el papel de la pol¨ªtica mediante una profundizaci¨®n democr¨¢tica, embridar la econom¨ªa y construir un nuevo Estado de bienestar postnacional y comunitario. Pero para eso es preciso recuperar el esp¨ªritu europeo fundacional tal como lo defini¨® Robert Shuman en 1949: ¡°ser consciente de pertenecer a una familia cultural y tener la voluntad de servir a la comunidad con un esp¨ªritu de mutualidad total, sin motivos ocultos de hegemon¨ªa o de explotaci¨®n ego¨ªsta de los dem¨¢s¡±. Es decir, mutualizar el riesgo en lugar de explotar el miedo.
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