Carmena devuelve los nombres de Max Aub y Fernando Arrabal a las salas del Matadero

El Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena, ha vuelto a colocar los nombres de Max Aub y de Fernando Arrabal en dos salas del centro cultural Matadero. Los nombres de los dramaturgos hab¨ªan sido quitados por Mateo Feij¨®o, director art¨ªstico del centro, a principios de marzo. Estos hechos provocaron una dura cr¨ªtica del sector del teatro, que acab¨® con costarle el puesto a Celia Mayer, exconcejal de Cultura de Ahora Madrid. Los nuevos carteles han sido colocados en el interior de las Naves, donde el Consistorio tambi¨¦n colocar¨¢ dos placas de homenaje a los dramaturgos.

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El redise?o de todo el centro cultural ya cuenta con carteles en el interior de las naves que hacen referencia expl¨ªcita a los dos dramaturgos. Los nombres de los dos autores se recuperar¨¢n en todos los formatos necesarios para que las dos salas de Matadero se identifique con Aub y Arrabal: "En los folletos, las carteleras exteriores, las entradas, la programaci¨®n y la p¨¢gina web en Internet, las salas han recuperado su antiguo nombre", dicen desde el Ayuntamiento.

Fuentes municipales tambi¨¦n se?alan que en el interior de las salas se colocar¨¢n dos placas de hierro de homenaje a ambos escritores. Sin embargo, estas placas ¡ªque se est¨¢n fabricando ahora¡ª no se repondr¨¢n en el exterior de las naves, tal y como estaban cuando Mateo Feij¨®o, actual director del centro, intent¨® quitar los nombres a los dos autores.

Los nombres de Max Aub y Fernando Arrabal bautizaron los escenarios de Matadero en 2015 por voluntad de quien entonces era su director, Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente. Este dimiti¨® el a?o pasado y su sustituto, tras asumir el cargo, consider¨® que las salas ten¨ªan que ser renombradas sin hacer referencias a ning¨²n autor. Adem¨¢s, abog¨® por una programaci¨®n de "artes vivas" (danza urbana, performances y disciplinas experimentales) en salas habitualmente destinadas al llamado teatro de texto.

La protesta del mundo del teatro fue tal que, en pocas semanas, no solo la concejal de Cultura, Celia Mayer, tuvo que dimitir, sino que las salas han recuperado en pocos d¨ªas la anterior nomenclatura. Carmena ya envi¨® el pasado 7 de marzo unas cartas a la Fundaci¨®n Max Aub y al dramaturgo Fernando Arrabal para comunicarles que iba a devolver a las naves del Matadero sus nombres.

La misiva ya en ese momento pareci¨® una desautorizaci¨®n de la decisi¨®n de Feij¨®o de eliminar esos nombres y sustituirlos por los que ten¨ªan cuando funcionaban como salas de despiece, Nave 10 y Nave 11, respectivamente. Fuentes del Consistorio explican que toda la se?al¨¦ctica del centro ha sido renovada ya desde mediados de marzo y que las referencias a Aub y Arrabal son ahora visibles tanto dentro de las naves como en la programaci¨®n oficial.

La oposici¨®n considera, sin embargo, que la actuaci¨®n del equipo de Carmena es inadecuada. La concejal del PSOE Mar Espinar cree que "poner una pegatina en lugar de restablecer las cosas como estaban antes, es una provocaci¨®n propia de una rabieta inmadura".

La socialista subraya la necesidad de instalar fuera de las dos naves las placas en hierro que homenajeaban a los dramaturgos. "Rectificaron, pero ahora que lo materialicen y pongan las placas a la entrada de las Naves, tal y como estaban. Nosotros queremos sacar pecho como instituci¨®n por tener salas con sus nombres", concluye Espinar.

Dos antifraquistas

Max Aub fue un destacado escritor hispano-mexicano que se exili¨® a M¨¦xico despu¨¦s de la Guerra Civil Espa?ola. Arrabal (Melilla, 1932), vive actualmente en Francia. En 1967 fue procesado bajo el r¨¦gimen franquista y encarcelado por ultraje a la naci¨®n espa?ola.

La concejal del Partido Popular responsable de cultura, Isabel Rosell, cree que "colgar unos carteles de papel en el interior" de las naves es una "burla a los madrile?os". Durante su intervenci¨®n en el pleno municipal, Rosell tambi¨¦n critic¨® la direcci¨®n art¨ªstica de Matadero, que calific¨® de "clientelista".

A las cr¨ªticas por el hecho de que las compa?¨ªas dejen de cobrar seg¨²n el n¨²mero de entradas vendidas, la portavoz municipal Rita Maestre respondi¨® que "no es el mercado quien debe gobernar la producci¨®n cultural en Madrid". La edil acus¨® al grupo municipal del PP de haberse quedado "un poco atr¨¢s" en materia de cultura, y afirm¨® que en este ¨¢mbito ese planteamiento resultaba "un poco casposo".