Musicales que cambian teatros
El Coliseum, en la Gran V¨ªa, ha sido adquirido por la empresa Stage y reformado para albergar musicales
Suelen ser las obras teatrales las que se adec¨²an como pueden a los espacios en los que se representan, pero, en ocasiones, sucede lo contrario: son los espacios los que se reforman para albergar las obras. Esto es la norma, pero en la Gran V¨ªa madrile?a ha sucedido al menos en un par de ocasiones. En 2011, el Teatro Lope de Vega fue remodelado para acoger al musical El Rey Le¨®n, que a¨²n sigue rugiendo sobre sus tablas. M¨¢s recientemente, el Teatro Coliseum ha sido reformado por la misma empresa, Stage Entertainment, especializada en musicales, para dar mejor cabida a este g¨¦nero. El primero que llega tras la reforma es Mamma m¨ªa!, actualmente en cartel.
¡°El musical es un g¨¦nero muy particular porque requiere un espacio donde albergar mucho p¨²blico y lugares con capacidad para hacer un gran espect¨¢culo, con orquesta, mucho elenco, una gran escenograf¨ªa, etc¨¦tera¡±, explica Mois¨¦s Robles, jefe t¨¦cnico de Stage, ¡°nos juntamos hasta cien personas trabajando en una funci¨®n¡±. El Coliseum se construy¨® a principios de los a?os treinta bajo el proyecto de los arquitectos Casto Fern¨¢ndez Shaw y Pedro Muguruza. Aunque ideado como teatro, durante gran parte de su vida ejerci¨® como cine: se inaugur¨® en 1932 con la proyecci¨®n de la pel¨ªcula The champ. Ahora, tras un par de a?os de abandono tras albergar el musical Hoy no me puedo levantar, ha sido comprado a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por Stage y la gestora de fondos Rockspring, junto con el Lope de Vega: han pagado por ambos teatros 58 millones de euros.
¡°Hemos hecho un teatro a la medida de lo que necesita un musical¡±, dice Robles. Entre las reformas est¨¢ el implementar la infraestructura t¨¦cnica necesaria ¡ªmuchas veces hab¨ªa que traerla de fuera, como quien monta un concierto en una plaza¡ª, cambiar el peine y las varas, rehabilitar el elevador, poner unas butacas m¨¢s teatrales (los sillares que hab¨ªa eran similares a los de los cines), cambiar distribuciones o moquetas, o eliminar el pasillo central y llenarlo con localidades. ¡°Ah¨ª es donde hay una mejor visibilidad y hay que aprovecharla¡±, apunta el arquitecto implicado en el proyecto Pedro Rodr¨ªguez Miranda.
El vest¨ªbulo tiene una particularidad propia de la empresa Stage que probablemente sea lo que m¨¢s llama la atenci¨®n a los espectadores: se exhiben valiosas obras de arte contempor¨¢neo, por ejemplo, de Joan Mir¨®. En el Lope de Vega se ven originales de Andy Warhol o Frida Kahlo. La due?a de Stage es coleccionista de arte y gusta de mostrarlo por los teatros que tiene por Europa. Debido a la protecci¨®n del patrimonio, buena parte de la reforma ha consistido en sacar y dar brillo a lo que ya hab¨ªa. ¡°Este es un local con nivel de protecci¨®n 1, el m¨¢s alto¡±, dice el arquitecto, ¡°estas salas teatrales de Gran V¨ªa est¨¢n en realidad en los patios y se accede pasando por debajo de los edificios. Muchos no pueden crecer hacia detr¨¢s porque hay calles¡±.
Ese problema se dio, por ejemplo, en la reforma del Lope de Vega, en la que Rodr¨ªguez Miranda tambi¨¦n particip¨®: ¡°Como no hab¨ªa espacio para guardar el gran elefante y otros enseres que se utilizan en El Rey Le¨®n decidimos guardarlos hacia arriba, colg¨¢ndolos. Si entras en los laterales del escenario de ese teatro ver¨¢s a todos esos animales colgando¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.