El discurso del ¡®president¡¯
L¡¯electe de Ramon Madaula opta por un camino ligero, amable y seguro que los psicodramas de Albert Boadella
Un presidente de la Generalitat y un profesional de la psiquiatr¨ªa. S¨®lo con estos someros datos L¡¯electe de Ramon Madaula ¡ªsu debut como autor¡ª podr¨ªa presentarse como heredero natural de los psicodramas que en 1981 y 1995 el augur Albert Boadella mont¨® a costa de la figura de Jordi Pujol y su amplio espectro psicosom¨¢tico. Pero esta comedia, que en alg¨²n momento de su encrucijada creativa pudo contemplar la posibilidad de adentrarse en el terreno de la s¨¢tira pol¨ªtica m¨¢s corrosiva, opta por otro camino m¨¢s ligero, amable y seguro.
L¡¯ELECTE
De Ramon Madaula. Direcci¨®n: Jordi Casanovas. Int¨¦rpretes: Roger Coma y Ramon Madaula. Sala Muntaner. Barcelona, 30 de marzo.
La senda elegida lleva por nombre El discurso del rey, el premiado drama hist¨®rico de Tom Hooper. Sustituimos al fonoaudi¨®logo por un psiquiatra, la tartamudez severa por un picor insoportable en la nariz, y a un rey reci¨¦n entronizado por un presidente electo y al final tendremos la misma historia de relaciones personales entre un paciente remiso y un especialista reclutado de urgencia ¡ªen la obra, horas¡ª para evitar que el personaje no sucumba ante la historia en su primer y trascendental discurso. Una funci¨®n que, igual que la pel¨ªcula, es un relato de la conquista de la confianza, de los basculantes equilibrios de poder, de la ca¨ªda de las murallas del subconsciente y de la confesi¨®n ¨²ltima del protagonista: una profunda inseguridad. No estar preparado para la alta misi¨®n que el destino le tiene encomendado.
Buen ritmo
Jordi Casanovas est¨¢ muy atento como director a que el tono de la comedia ¡ªcon buen ritmo y excelente sinton¨ªa entre los actores¡ª no se desborde del todo hacia el bulevar, que el fino marco institucional est¨¦ presente y condicione sutilmente la situaci¨®n, que el contexto pol¨ªtico no quede orillado por el humor coloquial de los di¨¢logos. Aunque Roger Coma (el presidente) y Ramon Madaula (el psiquiatra) se divierten con espor¨¢dicas salidas de caricato, ambos mantienen la dignidad que se espera de sus personajes. La necesaria para divertirnos y entretenernos con la deconstrucci¨®n del sujeto central. Coma tampoco facilita con su interpretaci¨®n jugar con los espectadores al Cluedo con otros insignes presidentes pasados o actuales. Por edad y biso?ez podr¨ªa recordar al president presente, pero es suficiente con que el ojo se le escape una sola vez en un tic incontrolable, el rostro mude en mueca grotesca y una mano parapete una tos nerviosa para que la m¨¢scara del Honorable se apodere de la imaginaci¨®n del p¨²blico. Demasiados a?os conviviendo con Ub¨².
Una buena comedia con las aspiraciones claras ¡ªgustar al p¨²blico¡ª que en una arriesgada pirueta de interpretaci¨®n metateatral podr¨ªa contemplarse incluso como una met¨¢fora del temblor existencial que socava a una determinada idea de la Catalu?a futura, quiz¨¢ tambi¨¦n aterrada por sentirse en falso ante el devenir. Pero eso ser¨ªa ir muy lejos. Mejor re¨ªrse aqu¨ª y ahora con los tics.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.