Los Mossos revientan por error de madrugada la puerta de dos octogenarios

¡°Sent¨ª pum pum, y la puerta abajo, tirando cohetes. Yo no s¨¦ qu¨¦ llevaban, pero una humareda¡­ Primero pens¨¦ que me hab¨ªan entrado a robar. No les vi la cara, porque ven¨ªan todos encapuchados. Les dije: ??Qu¨¦ pasa aqu¨ª!? Y ¨¦l me dijo: ?Que se calle usted! Me puso la pistola en la barriga, me peg¨® un empuj¨®n y me ech¨® al sof¨¢. Y le dije al polic¨ªa, ?no te da verg¨¹enza achucharme con la edad que tengo? ?Y mi mujer que tiene ochenta y tantos, all¨ª acostada? ?O no lo ve?¡±. Antonio L¨®pez, de 88 a?os (en diciembre cumple los 89) cuenta de retah¨ªla como los GEI, la unidad de ¨¦lite de los Mossos d¡¯Esquadra, reventaron por error a las seis de la madrugada del mi¨¦rcoles la puerta de su casa de toda la vida, un primer piso en el barrio de Fondo de Santa Coloma de Gramenet.

¡°Yo tomo Sintrom. ?Y si me da un infarto y me muero aqu¨ª?¡±, sigue, muy enfadado. Su mujer, Dolores Criado, de la misma edad, como no oye muy bien, sali¨® de la habitaci¨®n cuando hab¨ªa pasado la peor parte. ¡°No paraba de llorar¡±, dice escueta, sentada en la butaca de su casa. Cuando se enter¨® de lo ocurrido, la nieta del matrimonio avis¨® a la televisi¨®n 8TV. Quer¨ªa que sus abuelos pudieran quejarse y hacer p¨²blico el que seguramente ha sido el susto de su vida.

Conscientes de su error, los GEI bajaron al entresuelo, un piso menos, y all¨ª detuvieron a la persona que buscaban, seg¨²n fuentes policiales. Es un hombre dominicano, acusado de un delito de lesiones con arma de fuego, vinculado presuntamente a la guerra entre bandas dominicanas, e investigado por la pelea en una discoteca de Barcelona en la que mataron a otro dominicano a tiros. Una persona peligrosa, motivo por el que estaba justificada esa forma de entrar, de haber sido el piso correcto.

¡°Luego subi¨® uno, se hinc¨® de rodillas, y me pidi¨® perd¨®n¡±, contin¨²a Antonio. Pero ¨¦l no est¨¢ por la labor de conced¨¦rselo. ¡°Se pueden cometer errores, pero esas cosas hay que mirarlas bien¡±, dice, con el susto a¨²n en el cuerpo, y la puerta rota. Tiene de forma provisional unos pestillos, y los Mossos se han hecho cargo de todo: el papeleo, de pagar la puerta¡­ ¡°Y nos enviaron un m¨¦dico para ver que est¨¢bamos bien los dos¡±, explica. La polic¨ªa catalana admite el error, que asegura que es excepcional. No hay cuerpo policial que pueda decir que nunca le ha pasado algo as¨ª.

Despu¨¦s del incidente dos mossas de Santa Coloma de Gramenet estuvieron con Antonio y Dolores hasta que finalmente les pusieron el seguro en la puerta. Les acompa?aron hasta las cinco de la tarde. Una hija del matrimonio ha intentado convencerles para que se fuesen con ellas al menos esa primera noche. Pero ellos no quieren, se valen por s¨ª mismos. Su ¨²nico engorro es que sin puerta no pueden salir porque se abre por dentro, pero no por fuera.

El vecindario est¨¢ al corriente de lo sucedido, y muchos han ido a visitar al matrimonio. Antonio le ha dado alguna vuelta a la posibilidad de denunciar a los Mossos, pero su prioridad es que le cambien ya la puerta. Y es pensar de nuevo en lo que pas¨® y enfadarse otra vez: ¡°Esto no tiene perd¨®n¡±.