El hermano del Che Guevara: ¡°?En mi casa no se hablaba, se discut¨ªa!¡±
Juan Mart¨ªn Guevara pone fin a 50 a?os de silencio con un libro que aspira a humanizar a un icono del siglo XX
Dicen que, cuando iba a ser ejecutado en un aula de una escuela perdida al sur de Bolivia, Ernesto Che Guevara mir¨® fijamente a su verdugo y le espet¨®: "P¨®ngase sereno y apunte bien. Va a matar a un hombre". As¨ª se conjuga el mito del Che, con referencias al sentido de la ¨¦tica, de la dignidad y de la valent¨ªa que se le atribuyen al guerrillero argentino que impuls¨® la revoluci¨®n cubana y que ahora tiene el rostro estampado en millones de camisetas y chapas. Cincuenta a?os despu¨¦s del fusilamiento, su hermano Juan Mart¨ªn ha decidido romper el silencio con el que afront¨® su muerte y ha publicado un libro, Mi hermano el Che (Alianza), con el que pretende mostrar su lado m¨¢s humano y alejarlo del mito.
Sin embargo, a Juan Mart¨ªn Guevara le separaban 15 a?os con su hermano mayor. Cuando ten¨ªa diez a?os, su hermano emprendi¨® el segundo viaje por Am¨¦rica Latina, y no le volvi¨® a ver hasta 1959, ya en la Habana y con el triunfo de la Revoluci¨®n Cubana. As¨ª que no sorprende que, aunque tenga como objetivo "humanizar al Che", su mirada tambi¨¦n est¨¦ condicionada por la simbolog¨ªa que rodea al hermano, al que siempre conoci¨® empapado de pol¨ªtica: por mucho que sea un testigo de la vida privada de Ernesto Guevara, Juan Mart¨ªn habla m¨¢s del Che Guevara que de Ernestito. En los ¨²ltimos a?os, explica, su tarea ha consistido en "recopilar las m¨¢s de 3.000 p¨¢ginas que escribi¨® Ernesto, y transmitir su pensamiento".
Juan Mart¨ªn Guevara acude descamisado y con muchas ganas de hablar a la Casa Am¨¦rica de Barcelona para presentar su libro, escrito junto a la periodista francesa Armelle Vincent. Con este volumen de m¨¢s de 300 p¨¢ginas, el autor, que decidi¨® en 1967 no dar ninguna entrevista, pone luz por primera vez al aspecto m¨¢s familiar de su hermano, en un texto lleno de an¨¦cdotas de la familia Guevara. No obstante, todas est¨¢n te?idas de pol¨ªtica: "?En mi casa no se hablaba, se discut¨ªa!", explica en referencia a la importancia que tuvo sobre el Che la figura de la madre, Celia de la Serna, que, como Juan Mart¨ªn, fue a la c¨¢rcel durante la dictadura argentina.
"La vieja era muy profunda, perseverante y con un sentido de la ¨¦tica muy fuerte, y su relaci¨®n con Ernesto no era de madre e hijo, era pol¨ªtica", cuenta Guevara, que tambi¨¦n atribuye al Che algo del car¨¢cter de su padre. "Nos daba libertad absoluta, ten¨ªa mucha desfachatez y era algo oportunista": al triunfar la revoluci¨®n en Cuba, el padre se present¨® en la Habana dispuesto a hacer negocios, y su hijo tuvo que hacerle desistir de sus ambiciones.
Estas y otras an¨¦cdotas las puso Juan Mart¨ªn Guevara en el libro despu¨¦s de haberse atrevido a salir de su silencio, lo que ¨¦l llama "perfil subterr¨¢neo". Poco a poco empez¨® a aceptar su condici¨®n de "hermano del Che". Juan Mart¨ªn Guevara, que tuvo una vida pol¨ªtica muy activa, y que ingres¨® en hasta seis c¨¢rceles por ella, reconoce la influencia de su hermano: "Si no hubiese muerto, otro gallo cantar¨ªa, ¨¦l puso toda su vida al servicio de la revoluci¨®n latinoamericana". Con el libro, el autor pretende tambi¨¦n mostrar la vertiente m¨¢s filos¨®fica del l¨ªder revolucionario. "Siempre se le ve como un guerrillero, pero era m¨¢s, era el pensador que le hablaba a Fidel en la oreja sobre comunismo", ahonda. Tambi¨¦n reivindica los textos de su hermano sobre el marxismo: "Este libro solo es un escal¨®n, ?lo que hay que hacer es leer al Che!".
No solo los militantes de izquierdas perciben la influencia del Che, convertido en un mito no exento de las regiones oscuras que conllevan el r¨¦gimen castrista y la represi¨®n. "La admiraci¨®n fue creciendo y era compartida por muchos", cuenta Juan Mart¨ªn Guevara, y concluye con el recuerdo de uno de sus d¨ªas en la c¨¢rcel: "Una vez entr¨® en mi celda un penitenciario de la dictadura argentina experto en antiinsurgencia. Despu¨¦s de interrogarme, cuando ya pensaba que me dir¨ªa 'ma?ana te matamos', me dijo: '?Qu¨¦ gran tipo era tu hermano, l¨¢stima que se fuera para la zurda!'".
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