Tatuarse a Ildefonso Falcones, comerse dos ¡®Big Mac¡¯
Las grandes marcas aprovechan Sant Jordi para llamar la atenci¨®n de potenciales clientes
Sant Jordi degener¨® hace tiempo en una bacanal de consumo de masas en la que las letras y el amor son una excusa para hacer caja. Las rosas se venden en todo tipo de formato ¨Cde perfume que huele como el ambientador del coche a pastelito de supermercado¨C y los libros se facturan a espuertas, aunque eso no quiere decir que se trate de literatura: Jordi Cruz lo pet¨® ayer con el libro de recetas Tapas con rock n roll. Las grandes empresas se apuntan al carro de Sant Jordi aunque se trate de fidelizar al cliente tatu¨¢ndole citas de Paulo Coelho.
Amazon, el mister Marshall del momento ¨Cest¨¢ invirtiendo una millonada en centros log¨ªsticos en Catalu?a¨C, ocup¨® una esquina de los jardines del Palau Robert con un tenderete en el que dos tatuadores imprim¨ªan en tu piel tu cita favorita de la literatura. La cosa ten¨ªa sus notas a pie de p¨¢gina. Nota 1: el tatuaje no era perenne, desaparec¨ªa en cinco d¨ªas; nota 2: para agilizar la cola, la organizaci¨®n suger¨ªa que eligieras tu cita/tatuaje de una compilaci¨®n preparada para la ocasi¨®n. Anabel, una joven de Alicante, opt¨® por una frase en catal¨¢n de la novela de Ildefonso Falcones Los herederos de la tierra: ¡°Hi havia una mar brava i un cel gris plom¡±. Anabel admiti¨® que no hab¨ªa le¨ªdo el libro pero que el mensaje le recordaba a El holand¨¦s errante, la ¨®pera que ser¨¢ representada en mayo en el Liceo, donde ella trabaja. Tras Anabel consult¨® el cat¨¢logo Carlos, un colombiano residente en Madrid que estaba en Barcelona para celebrar su 36 aniversario. Tras pens¨¢rselo mucho, Carlos descart¨® a Cort¨¢zar y eligi¨® una frase de El se?or de los anillos: ¡°No todos aquellos que viajan sin rumbo est¨¢n perdidos¡±.
A escasos metros del Palau Robert, la marca de agua mineral Viladrau triunfaba con el Tequier¨®metro, una especie de m¨¢quina de feria de pueblo que evaluaba a las parejas que se somet¨ªan a sus preguntas: ¡°?Qu¨¦ significa para vosotros amar?¡±. Posibles respuestas: compartir, conectar o vibrar. ¡°?Qu¨¦ sent¨ªs al abrazaros?¡± Hogar, paz o vitalidad. Tras responder, la m¨¢quina extend¨ªa un t¨ªquet informando del tipo de pareja que hab¨ªa pasado el test y el n¨²mero de ¡°te quiero¡± que deb¨ªan decirse por semana. El invento ha sido dise?ado por un grupo de psic¨®logos y terapeutas que fund¨® hace dos meses la Escuela Neurocient¨ªfica del Amor, y que se presenta como ¡°la escuela l¨ªder en coaching de sinapsis¡±.
Los McDonald's del centro se han decorado con globos rojos y amarillos ¨Cse supone que por los colores de la se?era¨C y hab¨ªan distribuido a una legi¨®n de empleados para repartir vales promocionales para celebrar la fiesta: 2x1 en hamburguesas Big Mac y un helado. Los descuentos de hamburguesas compet¨ªan en presencia con la campa?a de firmas del Pacto Nacional por el Refer¨¦ndum. Lejos del Ensanche, en el F¨®rum, no hab¨ªa ni de lo uno ni de lo otro. Tampoco hab¨ªa paradas de libros o de rosas. El espacio de ocio infantil de Lego en el centro comercial Diagonal Mar hab¨ªa anunciado una actividad especial para Sant Jordi: ¡°Ay¨²danos a construir un libro gigante con piezas de Lego¡±. A las dos de la tarde el espacio ya hab¨ªa cerrado y no volv¨ªa a abrir hasta las cinco. En el centro comercial no se ve¨ªan rosas, ni se?eras ni nada que indicara que era una jornada especial. En la pizzer¨ªa Margherita alcanzo a o¨ªr a una chica de unos 30 a?os que explica a su novio que no le compre ning¨²n libro porque todav¨ªa est¨¢ con El c¨®digo Da Vinci. ?l a?ade, comprensivo, que ¡°eso es una cosa seria, y largo¡±. Si el a?o que viene lo ha terminado, los tatuadores de Amazon la esperan para no olvidar la gesta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.