Catalu?a necesita al PP para que Sant Jordi sea reconocido por la Unesco
Las comunidades escogen, de forma un¨¢nime, la candidatura que se presenta cada vez
¡°Si conseguimos el reconocimiento de la Unesco para esta fiesta no ser¨¢ gracias a los herederos pol¨ªticos de los que persiguieron el catal¨¢n durante a?os¡±, asegur¨® el president Carles Puigdemont durante su mensaje de la Diada de Sant Jordi en referencia a la visita, dos d¨ªas antes, de la vicepresidenta Soraya Sa¨¦nz de Santamar¨ªa para apoyar que la candidatura de la fiesta del libro y de la rosa sea reconocida por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El consejero Santi Vila, que particip¨® desde la fila 0 en ese mismo acto despu¨¦s de que ocupara su lugar el vicepresidente Oriol Junqueras, calific¨® la visita de ¡°c¨ªnica¡± y dijo que los catalanes no se merecen que el Estado venga ¡°a mover la cola¡±. Ni Puigdemont ni Vila tuvieron en cuenta que Espa?a, como pa¨ªs, es la parte firmante de la Convenci¨®n del Salvaguarda del Patrimonio de 2006 de la Unesco y el ¨²nico interlocutor para el tr¨¢mite.
Fiestas del fuego, no fallas
El gobierno espa?ol tiene mucho que decir en las candidaturas que se presentan a la Unesco. En 2015 Andorra promovi¨® para inscribir en la lista representativa del Patrimonio Inmaterial las fiestas de las fallas de los pueblos del Pirineo, que incluye localidades catalanas y del sur de Francia. Para apoyar la candidatura el gobierno espa?ol oblig¨® a cambiar su denominaci¨®n y sustituir el nombre de Fallas del Pirineo por Fiesta del fuego del solsticio de verano en los Pirineos,para que no hubiera confusi¨®n las famosas fiestas valencianas, cuya candidatura no se hab¨ªa presentado todav¨ªa.
Por eso, cualquier candidatura que se presente, tanto para Patrimonio Mundial, como Patrimonio Inmaterial, ha de tener el respaldo del Gobierno y en primera instancia del Consejo de Patrimonio Hist¨®rico (GPH), formado por el Ministerio de Cultura y los responsables de patrimonio de todas las comunidades aut¨®nomas, entre ellas las siete gobernadas por el Partido Popular, que se han de poner de acuerdo en qu¨¦ candidatura se apoya de forma un¨¢nime.
Lo saben las entidades que promueven la candidatura: la C¨¢mara del Libro de Catalu?a, el Gremio de Floristas y La Caixa. Por eso, invitaron a los representantes espa?oles al acto celebrado el viernes en Caixaforum que daba el pistoletazo para conseguir el m¨¢ximo reconocimiento de la diada. Lo que no esperaban era que, al final, acudiera la vicepresidenta que hizo que subiera el nivel de representaci¨®n catalana. Durante el acto, Patrici Tixis, presidente de la C¨¢mara del Libro, desvel¨® que, el d¨ªa anterior, durante la entrega el Premio Cervantes a Eduardo Mendoza, un alto cargo del Ministerio le dijo: ¡°estoy esperando que mandes el expediente para empezar a moverlo. Y eso me dio a entender que hab¨ªa inter¨¦s¡±. La de Sant Jordi es la primera propuesta avalada por una entidad bancaria que se anuncia, adem¨¢s, con todas las administraciones implicadas incluso antes de haber redactado ni una sola l¨ªnea. Desde el Ministerio se le quiere dar m¨¢xima prioridad, algo que ocurri¨® con la candidatura de las Fallas de Valencia que se reconoci¨® en 2016.
Pero los plazos son los plazos. La candidatura espa?ola para 2018 ya est¨¢ seleccionada. Se escogi¨® en la reuni¨®n celebrada el mes pasado del GPH, que decidi¨® presentar a la Unesco en 2018 de entre las presentadas Las tamboradas. Rituales de toques de tambor; una propuesta que en 2014 se qued¨® a las puertas despu¨¦s de que la Unesco rechazara el expediente por un error y en 2016 se eligiera presentar a las Fallas. Si los promotores de la candidatura se esfuerzan, la candidatura espa?ola seleccionada en 2018 por Espa?a podr¨ªa ser la de Sant Jordi que se presentar¨ªa ante el organismo de Par¨ªs para que lo valore en sus pr¨®ximas reuniones.
El calendario ser¨ªa distinto, y sin duda m¨¢s extenso, si Catalu?a se declarara estado independiente, dejando de depender del gobierno espa?ol, pero tendr¨ªa que pedir primero ser aceptada como pa¨ªs en la Unesco (ser¨ªa el n¨²mero 173, despu¨¦s de Timor-Leste) y ratificar todas las convenciones para poder presentar candidaturas propias que tendr¨ªan que enfrentarse, unas vez m¨¢s, con las candidaturas que se presenten desde Espa?a y el resto de pa¨ªses.
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