Leni Riefenstahl, la camar¨®grafa de los nazis, sube a escena
Montse Guallar encarna a la cineasta favorita de Hitler en un mano a mano con Sergi Mateu
Goebbels le dedica en sus diarios entradas bastante elocuentes: "Por la tarde, Leni Riefenstahl me habla acerca de sus planes. Le propongo que haga una pel¨ªcula sobre Hitler. Est¨¢ entusiasmada con la idea". (...) "Es la ¨²nica artista famosa que nos entiende". Actriz y directora c¨¦lebre, estrella del cine alem¨¢n de entreguerras, Hitler admiraba sus pel¨ªculas y la convirti¨® en la gran camar¨®grafa del nazismo. Para el r¨¦gimen, Riefenstahl film¨® esas estremecedoras cimas de la propaganda pol¨ªtica que son La victoria de la fe y El triunfo de la voluntad y el no menos comprometido (con el partido) documental sobre los JJ OO de Berl¨ªn del 36, Olympia.Tras la guerra, la cineasta trat¨® de justificarse diciendo que ella era apol¨ªtica e ignoraba, pobrecilla, lo que hac¨ªan los nazis (en sus muy mentirosas memorias afirma incluso que no sab¨ªa distinguir a un SS de un SA, y no ser¨ªa por no haberlos filmado), pero a la vez no dej¨® de vanagloriarse de su relaci¨®n con Hitler e incluso de su ascendente er¨®tico sobre ¨¦l; ¡°Hitler me deseaba como mujer¡±, escribe.
La controvertida mujer, fallecida en 2003 a la provecta edad de 101 a?os reinventada como submarinista y antrop¨®loga de proximidad (con los macizos nuba sudaneses), resucita ahora en la piel de la actriz Montse Guallar en un espect¨¢culo, Leni, del director checo afincado en Barcelona Pavel Bsonek, que se estrena el 6 de mayo en el Teatro Principal de Sabadell. La obra original, estrenada hace 4 a?os, fue un encargo del Teatro Nacional de Bratislava a los autores Valeria Schulczova y Roman Oleksak. En la pieza, Riefenstahl es objeto de una larga entrevista ¡ªque en realidad nunca se produjo¡ª por parte del presentador de televisi¨®n estadounidense Johnny Carson (interpretado por Sergi Mateu). Las preguntas y las respuestas, sin embargo, est¨¢n tomadas de entrevistas reales. El encuentro ficticio se sit¨²a en 1974, pero Guallar hace una Riefenstahl m¨¢s joven. La actriz tiene la dif¨ªcil papeleta de defender a su inc¨®modo personaje en escena.
En sus muy mentirosas memorias afirma incluso que no sab¨ªa distinguir a un SS de un SA, y no ser¨ªa por no haberlos filmado
¡°Me agarro a que es sin duda un car¨¢cter muy interesante y a que en lo suyo, como actriz y como cineasta, era muy buena, ten¨ªa talento, eso nadie lo cuestiona¡±, explica Guallar despojandose de un vistoso impermeable rojo (color que no deb¨ªa gustarle mucho a Leni) y plegando un paraguas indescriptible que parece hecho con la ropa interior de Goering. Ciertamente, antes de su pacto f¨¢ustico con la esv¨¢stica, Riefenstahl hab¨ªa trabajado con Max Reinhardt y su pel¨ªcula La luz azul fue premiada en la Biennale de 1932 y aclamaada por Chaplin, nada menos (tambi¨¦n por Hitler, por eso).
La actriz catalana (que no trata de imitar a la cineasta berlinesa) a?ade que ten¨ªa pocos referentes de Riefenstahl y que ha llegado ¡°virgen al personaje¡±. Ahora se ha metido tanto en el papel que hasta le repugna Goebbels (que seg¨²n las memorias de la Riefenstahl la persegu¨ªa con una lascivia inusitada hasta para el rijoso ministro de Propaganda). Encuentra que es una mujer que ¡°provoca fascinaci¨®n¡±, pero pide que no se malinterprete la expresi¨®n. Considera Montse Guallar que la cineasta pag¨® un precio alto por su trato con los nazis (por no hablar de que a su hermano Heinz lo mataron en el frente ruso): tras la guerra se convirti¨® para buena parte de la opini¨®n mundial en una apestada, entre otras cosas porque se neg¨® a pedir perd¨®n o a asumir ninguna responsabilidsd. ¡°La suya fue la t¨¢ctica habitual del 'yo no sab¨ªa nada'¡±, interviene el director Pavel Bsonek, ¡°algo que ahora se ve mucho en Espa?a con el tema de la corrupci¨®n¡±.
Bsonek se est¨¢ convirtiendo en un especialista en llevar a escena a gente desagradable. En enero escenific¨® la conferencia de Wannsee, la reuni¨®n en la que se pespunte¨® la Soluci¨®n Final de la cuesti¨®n jud¨ªa (de la que por supuesto Leni no supo nunca nada). En aquel montaje aparec¨ªan Heydrich y Eichmann, entre otros monstruos. ¡°Ambas obras forman parte de un ciclo, Cicatrices, en el que uno de los temas es la colaboraci¨®n con un sistema atroz y el peaje que se paga por ello". Bsonek est¨¢ de acuerdo con que Riefenstahl pose¨ªa mucho talento, ¡°pero los principios los ten¨ªa muy escondidos¡±, ironiza. ¡°Fue muy flexible con su conciencia al colaborar pero no estuvo igual de predispuesta a confesarlo¡±.
Montse Guallar cree que hay una frase que dice su personaje que lo define a la perfecci¨®n: ¡°No es importante para qui¨¦n trabajo sino c¨®mo lo hago¡±. Y a?ade la actriz: ¡°Estaba obsesionada con su trabajo por encima de todo, de las ideas y de las personas. Quiso ser la mejor como bailarina, como actriz del g¨¦nero de pel¨ªculas de monta?a, como directora, inventando nuevas t¨¦cnicas y aparatos de filmaci¨®n. A los 70 a?os aprendi¨® a bucear y a¨²n a los cien la puedes ver en una grabaci¨®n ense?ando como usar un equipo de edici¨®n digital¡±. Bsonek remata con la historia del grupo de gitanos que emple¨® Leni Riefenstahl en el rodaje en 1942 de su versi¨®n cinematogr¨¢fica de Terra baixa (Tiefland): ¡°No le import¨® que procedieran de un campo y volvieran a ¨¦l al acabar¡±.
En todo caso, el director recalca que la obra no es un juicio a Leni Riefenstahl y que la pieza muestra tambi¨¦n la manipulaci¨®n a que somete el presentador al personaje durante la entrevista (en la que le llega apreguntar por el sexo de los nuba). No obstante, Bsonek y Guallar est¨¢n de acuerdo en que la cineasta sale ¡°perjudicada¡±.
Leni transcurre en el plat¨® de la entrevista y en un camerino. La funci¨®n dura 85 minutos y est¨¢ apoyada por proyecciones, aunque el director subraya que es ya muy intensa sin necesidad de ellas. Otros dos actores, Minnie Marx y Carles Go?i, dan la r¨¦plica a Guallar y Mateu interpretando la primera a Bertha, una mujer alemana admiradora de Leni, y el segundo a su acompa?ante desde 1970 hasta su muerte, Horst Kettner, veinte a?os m¨¢s joven que ella, ayuda de c¨¢mara, y de c¨¢mara.
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