Siete magos entre chisteras y drones

Jorge Blass ha tra¨ªdo a Barcelona seis apellidos de la magia que nadie discute para, juntamente con ¨¦l, proponer la gala central del Mag Fest de Barcelona. El mi¨¦rcoles se estren¨® en el Victoria, donde apenas estar¨¢n un par de semanas. Este primer d¨ªa, en la platea hab¨ªa m¨¢s magos que en el escenario. Blass salud¨® especialmente al M¨¤gic Andreu y al Mag Lari. Otro personaje que tuvo una notoriedad inesperada fue Juanjo Puigcorb¨¦. El norteamericano Mike Caveney lo sac¨® al escenario, supongo que por casualidad e ignorando quien era, y tras preguntarle si hab¨ªa ido a comer a un restaurante¡­ empez¨® a caer de la americana del actor y pol¨ªtico una abundante cuberter¨ªa. Eso s¨ª, el mago tuvo la discreci¨®n y elegancia de no hacerle ning¨²n reproche. Caveney, adem¨¢s de ilusionista socarr¨®n, es el autor de un volumen muy voluminoso sobre la historia de la magia, Magic (1400-1950).

La gala est¨¢ pensada para que la mayor¨ªa de magos alternen breves actuaciones en total armon¨ªa. Hay detalles ins¨®litos como que reciba al p¨²blico, ante de levantarse el tel¨®n, la norteamericana Tina Lenert tocando el arpa para luego, en su momento, interpretar su conocida pieza de la fregona enamorada de una escoba animada. Los alemanes Sos & Victoria son capaces en cuatro minutos de lucir una quincena de vestidos. Un fregolismo que apenas busca escondites m¨¢s all¨¢ de exiguas cortinas de tela o confeti. Los promotores de 080 Barcelona Fashion deber¨ªan pensar en contratarlos si quieren un ahorro sustancial en el fichaje de modelos para las pasarelas.

El coreano Hun Lee se somete a la disciplina del rewind/forward (atr¨¢s/adelante) para hacer, y deshacer, su espect¨¢culo, regresando al punto de inicio, seg¨²n indiquen las flechas de una pizarra electr¨®nica. La facilidad con que aparecen y desaparecen las cartas o con que una baraja entera se adelgaza hasta convertirse en una ¨²nica carta, asombra. ?l, con este juego con el tiempo, y Blass son los ¨²nicos que apelan a las nuevas tecnolog¨ªas. Es la primera vez que veo emplear un dron para la conocida rutina de ensartar una carta. Lo hizo Blass quien, como varios de sus colegas, quiso demostrar que la magia tambi¨¦n es un artefacto para el humor y¡­ el lirismo.

El barcelon¨¦s Charlie Mag tiene una amistad especial con las palomas que aparecen y desaparecen de sus manos o salen de una pecera sin perturbar la tranquilidad de sus leg¨ªtimos habitantes. Y el ucranio Voronin pase¨® su aparente infortunio m¨¢gico, sin perjudicar su se?orial prestancia ni su exagerada autoestima. Aut¨¦ntico cine mudo.

Cuando un espect¨¢culo de magia est¨¢ protagonizado por muy buenos magos, como es el caso, lo ¨²nico que puede hacer el cronista es dejar constancia del pasmo y diversi¨®n que causan. La gala del Victoria termina con los magos desapareciendo en una enorme chistera. Los siete reaparecen en el vest¨ªbulo para selfies, aut¨®grafos y charla con los espectadores. El primer Mag Fest barcelon¨¦s hab¨ªa visitado semanas antes los escenarios del Espai Brossa y El Rei de la M¨¤gia con otras propuestas. En Madrid, tambi¨¦n con la empresa de Blass en la producci¨®n, ya han celebrado siete ediciones.