Un paseo por la frontera entre la ciencia y el arte

Detr¨¢s de sus gafas, y mientras los rizos grises le caen por el perfil de la cara, Tom Sachs (Nueva York, 1966) sonr¨ªe. Y habla como un ni?o peque?o que muestra orgulloso su proyecto de ciencias, mientras ensambla, pieza a pieza, ciencia y arte en su discurso. Su A space program (2016), el documental que recoge el c¨®mo se hizo, los porqu¨¦s y los planteamientos filos¨®ficos de su estaci¨®n espacial hecha enteramente de bricolaje, abri¨® el mi¨¦rcoles la quinta edici¨®n del Festival Internacional Rizoma que este a?o lleva el subt¨ªtulo de l¨®gica difusa y que cerrar¨¢ el pr¨®ximo domingo sus puertas a las 20.30 con el documental Denial, sobre el cambio clim¨¢tico y el transg¨¦nero.

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El artista Tom Sachs se muestra c¨®modo navegando entre el arte y la ciencia. ¡°Me fascinaba Cosmos, de Carl Sagan¡±, apostilla ¡°y me inspira Noam Chomsky¡±. Le ha llevado casi una d¨¦cada construir su estaci¨®n espacial, ¡°que ha viajado a Marte¡±, cuenta, imbuido en el papel de contador de historias de ciencia ficci¨®n. Ha recreado, con piezas de madera ensambladas y ¡°la ayuda de la NASA¡± una instalaci¨®n, cohete incluido, que sirve para hablar de arte y ciencia. Gabriela Mart¨ª, madre y directora de Rizoma, no disimula su orgullo por tener a Sachs en Madrid. ¡°Despu¨¦s de verla en Nueva York, quer¨ªa que la estaci¨®n de Tom viniera a Matadero¡±, explica, ¡°era dif¨ªcil traer esa instalaci¨®n aqu¨ª, pero con el documental, es posible¡±. Rizoma acaba de abrir la convocatoria para la presentaci¨®n de cintas y ¡°que fallaremos en el mes de noviembre¡±, cuenta la directora.

¡°La ciencia apoya todas las cosas que me interesan como artista¡±, relata el norteamericano Sachs, ¡°investiga sobre nuestra existencia y el arte es una respuesta a ella, a las preguntas que nos hacemos¡±. El discurso del norteamericano, adem¨¢s, es inseparable del consumismo, que le ¡°preocupa gravemente¡±. ¡°Me gusta poner sobre la mesa el hecho de que estamos agotando los recursos de la Tierra¡±, lamenta, ¡°que no podemos seguir consumiendo as¨ª, que hay que reparar, que hay que reutilizar, pelear contra la obsolescencia programada, que nos roba lo m¨¢s valioso: nuestro tiempo¡±. Precisamente el proyecto de Marte pone en valor el bricolaje ¡°porque supone creaci¨®n o reparaci¨®n con un n¨²mero limitado de recursos¡±, concluye Sachs.

La l¨®gica difusa se pasear¨¢ por Matadero, la Filmoteca, el restaurante NuBel del Reina Sof¨ªa y por Madrid R¨ªo de aqu¨ª al domingo, con citas para todos los p¨²blicos. El cine vertebra la propuesta cultural, pero se complementa con m¨²sica, conferencias, y acci¨®n social. Experiencias que sirven para dar contexto al concepto de fuzzy (difuso). ¡°Vivimos en un mundo extremo, categ¨®rico, binario¡±, explica Gabriela Mart¨ª, ¡°y hay tanto entre medias, hay tantas zonas intermedias que inspiran. El arte no es blanco ni negro; la ciencia tampoco, y desde ah¨ª trabajamos¡±.

La directora de Rizoma es la responsable de traer a artistas como David Lynch o John Waters en anteriores edicionesde la cita. ¡°Estos nombres abren puertas y definen lo que hacemos: cine pegado al resto de disciplinas culturales¡±. El festival arranc¨® hace a?os con un punto menos ex¨®tico (aunque aut¨¦ntico sin remedio). Mart¨ª es originaria de Connecticut, pero su familia es de Albacete, concretamente de uno de los tres pueblos donde se rod¨® Amanece que no es poco (1989). ¡°La palabra que nos titula, rizoma, no es casualidad¡±, recuerda, ¡°ese surrealismo de la pel¨ªcula es el que yo quer¨ªa cuando inventamos el festival¡±.