?Libertad para Noelia de Mingo?
La oposici¨®n de algunos familiares de las v¨ªctimas ha reabierto un viejo debate: ?Qu¨¦ hacer con los enfermos mentales que han cometido delitos?
El caso est¨¢ grabado en la memoria de los espa?oles. El 3 de abril de 2003 una m¨¦dico residente de reumatolog¨ªa de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz, Noelia de Mingo, asesin¨® en el centro hospitalario a tres personas, dos pacientes y una doctora, con un cuchillo que llevaba escondido en un bolsillo de la bata. Apu?al¨® a otras siete. Sembr¨® el terror por los pasillos de la tercera planta hasta que fue reducida por unos celadores. Padec¨ªa esquizofrenia paranoide con delirios y alucinaciones.
La Audiencia Provincial de Madrid consider¨® que De Mingo no era responsable de sus actos por el trastorno mental que padec¨ªa. Fue calificada como inimputable y, por tanto, no se le impuso una pena por los delitos de asesinato, tentativa de asesinato y lesiones que hab¨ªa cometido, sino una medida de seguridad: ser¨ªa internada en un psiqui¨¢trico penitenciario el tiempo que requiriera su enfermedad mental, hasta un m¨¢ximo de 25 a?os.
Ahora, tras 11 a?os internada en el centro de Fontcalent (Alicante), podr¨ªa salir en libertad. Los informes m¨¦dicos aseguran que la enfermedad est¨¢ en ¡°remisi¨®n completa¡±, ha disfrutado de permisos de hasta 90 d¨ªas, estudia idiomas y escribe relatos y, seg¨²n los psiquiatras, es consciente de su enfermedad. Debe, eso s¨ª, tomar la medicaci¨®n, porque la esquizofrenia no se cura, sino que se pueden controlar sus s¨ªntomas. El juzgado de vigilancia penitenciaria, con el visto bueno del fiscal, ha propuesto modificar la medida de internamiento por la custodia familiar: su madre se ha comprometido a acogerla y a cuidar que tome sus medicinas con el control a?adido de un m¨¦dico. La ¨²ltima palabra la tiene la Audiencia Provincial.
Algunos familiares de las v¨ªctimas han mostrado su oposici¨®n y se ha reabierto un viejo debate: ?Qu¨¦ hacer con los enfermos mentales que han cometido delitos? ¡°En este caso, si as¨ª lo recomiendan los m¨¦dicos, la libertad parece una decisi¨®n l¨®gica¡±, opina Jos¨¦ Luis D¨ªez Ripoll¨¦s, catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad de M¨¢laga. ¡°Las medidas de seguridad no son un castigo. Se trata de controlar la peligrosidad de la persona. Y si seg¨²n los psiquiatras es seguro que se quede con su madre, parece razonable que no siga internada. La sentencia no establec¨ªa 25 a?os, sino ¡®hasta un m¨¢ximo de 25 a?os¡¯; es decir, hasta que lo exija su enfermedad mental¡±.
Hay casos m¨¢s problem¨¢ticos: aquellos en los que se cumple el plazo m¨¢ximo de internamiento previsto por los jueces y la persona, seg¨²n los m¨¦dicos, sigue siendo un potencial peligro. Ante estos supuestos, las respuestas var¨ªan en el derecho comparado. En algunos pa¨ªses n¨®rdicos los enfermos mentales inimputables quedan fuera del ¨¢mbito penal, pero la jurisdicci¨®n civil y el sistema sanitario pueden recluirlos el tiempo que sea necesario. En otros lugares se ha optado por alargar de forma indefinida penas y medidas de seguridad hasta que se considere que la persona ha dejado de ser una amenaza.
El dilema es complejo. Pero no parece l¨®gico cuestionar la puesta en libertad cuando, como en el caso de esta doctora, hay consenso m¨¦dico sobre que su salida no es peligrosa si se siguen ciertas pautas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.