Shakira, ¨¢ngel de su propio evento

La mezcla de vestuarios era llamativa, pero abundaban los atuendos para lucir, quiz¨¢s para matar. Al menos a ojos de los mirones, aunque mirones, lo que se dice mirones, hab¨ªa pocos, pues casi todos los all¨ª presentes eran celebridades o, en el peor de los casos, alguien. No en vano se trataba de un evento, ese acto social, ese acaecimiento, que ahora es palabra franca para que los convocados se sientan honrados. Un evento, parece, es algo m¨¢s que todo lo dem¨¢s, es estar cerca del cielo sin ser un ¨¢ngel. El meollo del asunto apareci¨® hora y media m¨¢s tarde de que las celebridades y sus comparsas estuviesen aguardando, entre una lluvia fina de cava y canap¨¦s, a que en la capilla dels ?ngels, esa que ha visto conciertos impenitentes del S¨®nar, acogiese a Shakira presentando en Europa su ¨²ltimo disco, editado en mayo. Junto con una aparici¨®n similar en Miami, Barcelona, razones de proximidad obligan, ha sido la ¨²nica ciudad en ver a Shakira cantar tan de cerca.

Y eso se decidi¨® en apenas unos d¨ªas. El pasado s¨¢bado, los ejecutivos de Sony, su discogr¨¢fica, comenzaron a escuchar y presentir algo. Ese algo tom¨® forma y en menos de una semana hubo que organizar el operativo. Los soldados de la multinacional en Barcelona se enteraron el martes, y en apenas un par de d¨ªas tuvieron que cursar invitaciones para el ese cielo en la tierra para los famosos y artistas del sello, organizar una alfombra roja y disponer todo lo necesario para que nada se escapase de control. Por cierto, las c¨¢maras no pod¨ªan entrar en el recinto, pero se comunicaba que quien lo desease pod¨ªa hacer fotos con su m¨®vil y distribuirlas en las redes sociales, hoy en d¨ªa principal desvelo de los que quieren comerse el mundo. Llegado el instante, la espera se ameniz¨® con la impenitente repetici¨®n por megafon¨ªa de las canciones de ¡°El Dorado¡±, onceavo disco de la estrella colombiana.

Y cerca de las once apareci¨®. Tacones de v¨¦rtigo, abundantes motivos dorados en vestuario y complementos y sonrisa de l¨®bulo a l¨®bulo. Fotos r¨¢pidas y respuestas a preguntas sobre familia, carrera y Espa?a, a la que dedic¨® un ¡°os quiero Catalunya, os quiero Espa?a¡± que son¨® a Julio Iglesias. Y luego, por fin, el meollo, la m¨²sica. Cant¨® en directo y con banda cuatro canciones, la primera ¡°que pens¨¦ iba a ser reggae y luego pop hasta que un domingo decid¨ª que ser¨ªa con piano, y aqu¨ª est¨¢ Laura, la profesora de m¨²sica de Milan, para acompa?arme¡±, dijo Shakira mirando tanto a Laura como a Milan, all¨ª presente junto a su hermana Sasha y los padres de su marido, guerreando con ¡°la roja¡±. Son¨®, tierna y maternal, ¡°Toneladas¡±, para dar paso a ¡°Chantaje¡±, ¡°Nada¡±, primera vez que la cantaba en directo y el remate, ya bailable y reguetonero, con ¡°Me enamor¨¦¡±, donde se comprob¨® que las sacudidas de caderas de Shakira haciendo aquagym podr¨ªan ocasionar un tsunami. No hubo m¨¢s. La voz de Shakira, poderosa, carnal y expansiva, se oy¨® de cerca. Tanto que se pudo ver y escuchar c¨®mo daba instrucciones para que le recolocasen la desprendida petaca del micro. El cielo puede estar al lado. S¨®lo es preciso un evento.