El ¡®boom¡¯ tur¨ªstico deja sin vivienda a los trabajadores de temporada
La elevada demanda de alojamientos para turistas genera una espiral de precios que dificulta el hospedaje de los empleados
El litoral catal¨¢n se prepara para otra temporada r¨¦cord. Las reservas confirmadas hasta ahora hacen pensar a la patronal que Catalu?a podr¨ªa volver a igualar o superar los 18 millones de turistas de todo 2016. El boom?tur¨ªstico requiere m¨¢s personal. Sin embargo, la elevada demanda de alojamientos para turistas genera una espiral de precios que dificulta el hospedaje de los trabajadores, algunos de los cuales se ven incluso obligados a vivir hacinados.
La plaza de Europa no es la zona m¨¢s bonita ni tranquila de Salou. La playa ni se huele y hay mucho tr¨¢fico. Pero desde ah¨ª todo queda a mano. Un apartamento de un dormitorio se alquila desde 350 euros a la semana a principios de junio. Si se quiere para despu¨¦s de Sant Joan, el precio aumenta hasta los 450 euros. El mismo apartamento vale en agosto 800 euros semanales.
Alicia Camacho tiene 28 a?os y ha llegado a Salou desde Sevilla para hacer la temporada de verano. ¡°Est¨¢ complicado encontrar un sitio, vienen muchos extranjeros y todo est¨¢ lleno, y lo que no est¨¢ lleno est¨¢ muy caro¡±, apunta. Descartada la posibilidad de alquilar un apartamento para todo el verano, la ¨²nica opci¨®n asequible pasa por subarrendar una habitaci¨®n en un piso compartido. La tarifa, en este caso, fluct¨²a entre los 200 y los 300 euros al mes, en funci¨®n de si se quieren lujos, como el derecho a cocina, ba?o privado o la conexi¨®n wifi.
Alquileres m¨¢s rentables
Tina tiene 58 a?os y trabaja todo el a?o en Salou. No se puede permitir un piso en el municipio, dice, porque ¡°los precios son muy altos¡±, as¨ª que reside en Reus. Son una docena de kil¨®metros que recorre en autob¨²s. No es un viaje largo, apenas 20 minutos, pero cuenta que, cuando termina la temporada de verano, las frecuencias se espacian y que est¨¢ harta de esperas. ¡°Lo m¨¢s barato que he encontrado es una habitaci¨®n, de un antiguo hotel convertido en apartamentos, por la que piden 450 euros al mes¡±, lamenta.
Alexandra Supervia es intermediaria inmobiliaria. Tiene una cartera de apartamentos ¡ªno concreta cu¨¢ntos¡ª que alquila por semanas o quincenas. ¡°En Salou no hay alquileres para dos o tres meses porque en verano es cuando se puede sacar dinero¡±, sostiene. ¡°El 99% de los propietarios no quiere alquileres largos porque el turista paga por semanas, y paga muy bien¡±, expone. ¡°Quien quiera precios baratos que venga en invierno o, si no, que vaya a Vila-seca¡±, a?ade.
¡°Nos ped¨ªan 5.000 euros por un piso de una habitaci¨®n en Lloret¡±, dice una afectada
Francisco, nombre ficticio por petici¨®n expresa, es del norte de Espa?a y pasa el verano en Salou empleado en un popular local nocturno. Tiene 25 a?os, ha terminado la carrera y su intenci¨®n es ahorrar para pagarse el m¨¢ster. Adem¨¢s del sueldo, la empresa le proporcionaba alojamiento. Pero este es algo m¨¢s modesto de lo que hab¨ªa imaginado: duerme en un camastro instalado en el pasillo de una casa en la que conviven m¨¢s de 10 personas. Hay un solo ba?o. ¡°A¨²n me cuesta creer que est¨¦ viviendo as¨ª en el a?o 2017 en Espa?a¡±, se queja. Su intenci¨®n era aprovechar los ratos muertos para estudiar, pero la casa no tiene Internet y va a un local de comida r¨¢pida para usar wifi. Desde all¨ª tambi¨¦n aprovecha para atender llamadas, por ejemplo, con su madre. ¡°A ella le he dicho que todo est¨¢ genial¡±, explica.
Xavier Roig, presidente de la Asociaci¨®n Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, explica que a los empresarios no les consta que el personal de refuerzo tope con especiales dificultades para alojarse en el verano. ¡°Con la elevada tasa de paro que hay en Tarragona, no es necesario ir lejos a buscar trabajadores y la mayor¨ªa del personal es de la zona¡±, afirma. Con tres d¨¦cadas de experiencia, Roig recuerda que en los a?os setenta y ochenta s¨ª era com¨²n tener que contratar a una gran parte de la plantilla de otras comunidades. ¡°Principalmente ven¨ªa gente de Andaluc¨ªa¡±, afirma. Y que, m¨¢s tarde, la escasez de mano de obra se repiti¨® cuando muchos camareros cambiaron la bandeja por el mortero y el ladrillo.
Mart¨ª Sabri¨¤, gerente de Grup Costa Brava Centre ¡ªque agrupa m¨¢s de 450 negocios de hoteler¨ªa de la Costa Brava¡ª coincide con Roig y apunta que ¡°solo un peque?o porcentaje de los negocios ofrece alojamiento a los trabajadores, y si no se hace es porque no es necesario¡±.
Desir¨¦ Garcia tiene 21 a?os y es de M¨¢laga. Pasa la temporada de verano en Lloret de Mar trabajando en una helader¨ªa. ¡°Los alquileres est¨¢n orientados a los turistas, piden un mont¨®n de dinero¡±, lamenta. Desir¨¦ se considera afortunada porque junto con tres compa?eros ha podido encontrar un apartamento relativamente cerca del trabajo. Pero desde mediados de julio hasta finales de agosto deber¨¢n buscarse un techo porque la due?a lo tiene reservado para los turistas. ¡°A ver qu¨¦ encontramos para ese mes y medio¡±. Est¨¢n en proceso de b¨²squeda y relata la sorpresa que les caus¨® saber qu¨¦ precio les quer¨ªan cobrar por seis semanas en un apartamento de una sola habitaci¨®n m¨¢s un comedor con sof¨¢-cama: ¡°Nos ped¨ªan 5.000 euros¡±.
Mart¨ª Sabri¨¤ destaca que la eclosi¨®n de plataformas como Airbnb ha abierto al turista una oferta que antes se reservaba al visitante de proximidad o al trabajador de temporada. Las patronales catalana y espa?ola est¨¢n preocupadas tambi¨¦n por el efecto de la oferta ilegal. ¡°El mercado no enga?a, a m¨¢s demanda, m¨¢s precio¡±, a?ade Sabri¨¤. Insisite en que el alojamiento no es a¨²n un contratiempo, pero concede que s¨ª hay quien busca f¨®rmulas para acomodar a la plantilla de refuerzo. Es el caso del c¨¢mping Castell Montgr¨ª, en L¡¯Estartit. ¡°Han contratado a 40 personas en Ja¨¦n y las alojan en unos apartamentos. Si la escasez de sitio va en aumento, muchos deber¨¢n copiar la f¨®rmula¡±, agrega.
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